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03 de agosto de 2022

A 127 años de su fallecimiento

Federico Engels, un revolucionario vigente

“Después de su amigo Carlos Marx (fallecido en 1883), Engels fue el más notable científico y maestro del proletariado contemporáneo de todo el mundo civilizado. Desde que el destino relacionó a Carlos Marx con Federico Engels, la obra a la que ambos amigos consagraron su vida se convirtió en común”. Así despedía el líder revolucionario ruso Lenin a Federico Engels en 1895, tras su fallecimiento el 5 de agosto.

Engels había nacido el 28 de noviembre de 1820 en Alemania, en la provincia de Renania, ciudad de Barmen. Su padre era industrial textil. “Cuando era todavía estudiante secundario, llegó a odiar la autocracia y la arbitrariedad de los funcionarios. El estudio de la filosofía lo llevó aún más lejos”, recuerda Lenin en este artículo, publicado en 1896.

Engels en su juventud tuvo que ocuparse de los negocios  de su padre, tanto en Alemania como en Inglaterra. Tras acercarse a grupos vinculados al filósofo alemán Hegel, durante su estancia en la ciudad de Manchester, Inglaterra, se vinculó a los obreros. Dice Lenin “recorrió los sórdidos barrios en los que se albergaban los obreros y vio con sus propios ojos su miseria y sufrimientos. No se limitó a observar personalmente; leyó todo lo que se había escrito hasta entonces sobre la situación de la clase obrera inglesa y estudió minuciosamente todos los documentos oficiales que estaban a su alcance. Como fruto de sus observaciones y estudios apareció en 1845 su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra.

“Engels fue el primero en afirmar que el proletariado no es sólo una clase que sufre, sino que la vergonzosa situación económica en que se encuentra lo impulsa inconteniblemente hacia adelante y lo obliga a luchar por su emancipación definitiva. Y el proletariado en lucha se ayudará a sí mismo. El movimiento político de la clase obrera llevará ineludiblemente a los trabajadores a darse cuenta de que no les queda otra salida que el socialismo”.

“Engels se hizo socialista sólo en Inglaterra. En Manchester se puso en contacto con militantes del movimiento obrero inglés y empezó a colaborar en las publicaciones socialistas inglesas. En 1844, al pasar por París de regreso a Alemania, conoció a Marx, con quien ya mantenía correspondencia. En París, bajo la influencia de los socialistas franceses y de la vida en Francia, Marx también se hizo socialista.

“De 1845 a 1847 Engels vivió en Bruselas y en París, alternando los estudios científicos con las actividades prácticas entre los obreros alemanes residentes en dichas ciudades. Allí Engels y Marx se relacionaron con una asociación clandestina alemana, la «Liga de los Comunistas» que les encargó expusieran los principios fundamentales del socialismo elaborado por ellos. Así surgió el famoso Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels, que apareció en 1848. Este librito vale por tomos enteros: inspira y anima, aún hoy, a todo el proletariado organizado y combatiente del mundo civilizado”, afirma el líder de la Revolución Rusa. Ya en 1845 Marx y Engels escribieron juntos La Ideología Alemana, donde sometieron a la crítica los defectos de la filosofía de Feuerbach, las concepciones de los jóvenes hegelianos y al llamado “verdadero socialismo”, cuyos representantes se manifestaban contra la lucha de clases, predicando la paz universal.

Durante muchos años, entre 1850 y 1870, Engels tuvo que alternar entre el “maldito comercio” familiar, como él lo llamaba, y la militancia política. En 1870 dejó Manchester y se trasladó a Londres, donde vivía exiliado Marx. Eleanor, una de las hijas de Marx, recuerda “Nunca olvidaré el triunfal ‘por última vez’ que exclamó al ponerse sus botas por la mañana para encaminarse por última vez a la oficina”.

Engels, uno de cuyos apodos era “el general” dedicó muchos trabajos a los temas militares, de los que era “un profundo conocedor”, dijo Lenin. Tenía el compañero de Marx un vasto conocimiento de distintos idiomas. Una vez instalado en Londres, reforzó su colaboración con Marx y fue incorporado al Consejo General de la Internacional, creada por Marx en 1864.

Sigue Lenin; “hasta 1883, año en que murió Marx, continuaron esa vida intelectual compartida, plena de intenso trabajo. Como fruto de la misma surgió, por parte de Marx, El Capital, la obra más grandiosa de nuestro siglo sobre economía política, y por parte de Engels, toda una serie de obras más o menos extensas” , como el Anti-Dühring (1878), Del socialismo utópico al socialismo científico (1880) y Dialéctica de la naturaleza (1883).

“Para comprender lo que Engels ha hecho por el proletariado es necesario entender claramente la importancia de la doctrina y actividad de Marx para el desarrollo del movimiento obrero contemporáneo. Marx y Engels fueron los primeros en demostrar que la clase obrera, con sus reivindicaciones, es el resultado necesario del sistema económico actual que, con la burguesía, crea y organiza inevitablemente al proletariado. Demostraron que la humanidad se verá liberada de las calamidades que la azotan actualmente, no por los esfuerzos bienintencionados de algunas nobles personalidades, sino por la lucha de clase del proletariado organizado.

“Marx y Engels fueron los primeros en esclarecer en sus obras científicas que el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta final y el resultado inevitable del desarrollo de las fuerzas productivas dentro de la sociedad contemporánea. Toda la historia escrita hasta ahora es la historia de la lucha de clases, del cambio sucesivo en el dominio y en la victoria de una clase social sobre otra. Y esto continuará hasta que desaparezcan las bases de la lucha de clases y del dominio de clase: la propiedad privada y la producción social caótica. Los intereses del proletariado exigen que dichas bases sean destruidas, por lo que la lucha de clases consciente de los obreros organizados debe ser dirigida contra ellas. Y toda lucha de clases es una lucha política”, escribió Lenin.

A la muerte de Marx, en 1883, Engels se hizo cargo de culminar la elaboración y la edición de los tomos II y III de El Capital, que habían quedado inconclusos. Además, siguió con su tarea militante en los debates cotidianos del movimiento obrero revolucionario de entonces, y con sus propios estudios, como el plasmado en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884).

Pocos meses antes de su muerte, en plena polémica con los sectores oportunistas que estaban en la dirección del socialismo alemán, Engels protestaba por los recortes hechos  a un artículo suyo en la revista teórica Die Neue Zeit, que lo hacían parecer, según sus propias palabras, un «adorador pacífico de la legalidad».

Engels falleció a los 74 años, afectado de un cáncer de garganta, el 5 de agosto de 1895: “¡Qué antorcha de la razón se ha apagado! ¡Qué gran corazón ha dejado de latir!”, escribió Lenin citando a un poeta ruso, y afirmó, en el artículo citado; “Las leyendas de la antigüedad relatan diversos ejemplos de emocionante amistad. El proletariado europeo puede decir que su ciencia fue creada por dos sabios y luchadores cuyas relaciones superan a todas las conmovedoras leyendas antiguas sobre la amistad entre los hombres”.

Hoy, en pleno siglo 21, cuando se ciernen las nubes de una nueva guerra imperialista y crecen las luchas de los pueblos contra su opresión y por su liberación, las enseñanzas del gran compañero de Marx, en cuya obra teórica y práctica se fundieron, mantienen toda su vigencia para la lucha revolucionaria.

 

Hoy N° 1924 03/07/2022