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26 de agosto de 2014

Federico García Lorca

A 78 años de sus asesinato

 El 18 de agosto de 1936 moría fusilado por los falangistas el gran escritor español Federico García Lorca. Tenía 38 años, y ya había desarrollado una extensa obra, tanto en España como en Estados Unidos, Cuba y en nuestro país, donde estuvo en 1933 estrenando su obra teatral Bodas de sangre.

 El 18 de agosto de 1936 moría fusilado por los falangistas el gran escritor español Federico García Lorca. Tenía 38 años, y ya había desarrollado una extensa obra, tanto en España como en Estados Unidos, Cuba y en nuestro país, donde estuvo en 1933 estrenando su obra teatral Bodas de sangre.
Perseguido por la dictadura de Primo de Rivera, regresó a España con la instauración de la Segunda República en 1931. Poco tiempo después del levantamiento franquista de julio de 1936, García Lorca fue apresado en Granada, y fusilado junto a otros detenidos. Hasta hoy no se han encontrado sus restos.
Entre su extensa obra, se puede mencionar Romancero gitano, Poeta en Nueva York, el Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, Doña Rosita la Soltera, La casa de Bernarda Alba y Yerma.
En el último reportaje conocido, afirmaba el poeta “Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política” (10 de junio de 1936, diario El Sol). 
 
La luna vino a la fragua
 
La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
Mueve la luna sus brazos
Y enseña, lúbrica y pura,
Sus senos de duro estaño.
 
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
Harían con tu corazón
Collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
Te encontrarán sobre el yunque
Con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
Que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
Mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
Tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
Tiene los ojos cerrados.
 
Por el olivar venían,
Bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
Y los ojos entornados.
 
Cómo canta la zumaya,
¡Ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
Con un niño de la mano.
 
Dentro de la fragua lloran
Dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
La luna vino 
a la fragua
 
La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
Mueve la luna sus brazos
Y enseña, lúbrica y pura,
Sus senos de duro estaño.
 
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
Harían con tu corazón
Collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
Te encontrarán sobre el yunque
Con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
Que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
Mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
Tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
Tiene los ojos cerrados.
 
Por el olivar venían,
Bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
Y los ojos entornados.
 
Cómo canta la zumaya,
¡Ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
Con un niño de la mano.
 
Dentro de la fragua lloran
Dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.