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17 de febrero de 2016

El brazo represivo pampeano, al mando del ministro de Seguridad Juan Carlos Tierno, reprimió esta semana a bonaerenses que protestaban pacíficamente sobre el límite de La Pampa, pero en su provincia, sobre la ruta, para que el agua del Río V no inunde sus pueblos. 22 heridos, entre ellos una niña de 6 años.

Feroz represión pampeana

Favorecen a terratenientes y pules de siembra

La crisis hídrica y política que provoca todos los años la crecida del Río V sobre las tres provincias por las que corre no es nueva, pero este 2016 tuvo el punto más crítico y violento que jamás haya existido. Córdoba deja escurrir sus aguas hacia La Pampa y Buenos Aires y es aquí donde la situación se pone crítica. Los pobladores de Sansinanea, Banderaló y Villa Sauze en la provincia de Buenos Aires ya han visto inundarse sus casas a causa de las crecidas y el desvío del curso de agua. Este año el panorama era desolador. Por eso los pueblos salieron a la calle y se encontraron con las balas de goma de Tierno y Verna a favor de los terratenientes de la zona este de La Pampa y oeste de Buenos Aires.
Es tan grande el poder de los terratenientes en la zona que, al entrar el cauce en Buenos Aires, desviaron el afluente natural del río y crearon tres cauces distintos en los que sus tierras no se ven afectados, aunque esto provoque inundaciones y penas para los pueblos del oeste bonaerense. En La Pampa no existen poblaciones que se inunden con las crecidas, pero sí se inundan campos, curiosamente, esto explica la defensa acérrima del gobierno pampeano por pelear para que las aguas corran río abajo sin importar a quién dañen.
En los alrededores de Intendente Alvear se concentran los máximos rindes de los pules de siembra en La Pampa.
 
Represión a la protesta social
Alertado por las movilizaciones populares que se sostenían en el límite de La Pampa pero del lado de Buenos Aires, el gobernador Carlos Verna (aquel que fuera imputado por hacer lobby y cobrar coimas con “la Banelco” para los bancos durante el tratamiento y posterior aprobación de la ley de flexibilización laboral) llegó hasta el lugar del conflicto y puso más combustible al fuego al reafirmar que “así como el agua entra a nuestra provincia va a salir, no quiero productores inundados ni cosechas perdidas”. Esos productores de los que el gobernador pampeano habla, son los terratenientes y los pules que se encuentran en la zona del Río V. 
De prepo, a la brava y como patrón de estancia, el gobierno de La Pampa mandó maquinaria de Vialidad Provincial para abrir otro canal y que así escurra más rápida el agua del afluente. Esas maquinarias cruzaron los límites geográficos, entraron a Buenos Aires y realizaron la obra sin permiso.
Antes de que las maquinarias cruzaran la frontera hubo un hecho gravísimo entre la policía pampeana con su grupo especial de operaciones y los pobladores que en su tierra trataban de impedir que el agua se llevara sus pertenencias y pusiera en peligro sus vidas.
Juan Carlos Tierno, ministro de Seguridad pampeano llegó con al menos 20 policías del grupo especial directamente a reprimir a los manifestantes: hombres, mujeres, niños y ancianos. Las balas de goma se dispararon a discreción, a corta distancia, hiriendo gravemente a los pobladores que se encontraban allí pacíficamente.
 
Testimonios de la represión
David Díaz, una de las víctimas de la represión policial, tiene 25 años, es empleado rural, reside en Villa Sauze decía: “Empezó a pegar el ministro (Juan Carlos) Tierno; él dio la orden, él agarró un palo y fue. Estaba apurado, vino de manera prepotente. Había un cordón de gente contra las fuerzas especiales de ellos y él mismo agarró un palo y nos comenzó a pegar. Empiezan a los palos y a mí me agarran y me quieren llevar, me tironean para darme con los palos, yo intento zafarme y me agarran de atrás mi papá y demás porque si me agarraban me iban a matar a palos. Cuando me zafo viene un policía y me tira dos tiros en la pierna derecha y otro en la pierna izquierda, a un metro y medio de distancia, tres o cuatro tiros, no recuerdo bien y eso es lo que me entra en la pierna”.
Contó además  “me sacaron 30 tapones y 18 perdigones de bala de goma y los que se deben haber caído. Me miré y me vi el hueso, quise salir para atrás y se me zafó el pie y salí saltando en una pata. Ahí me agarran mi papá y un amigo y me sacan. Los policías no me ayudaron, es más: avanzaban a los palos sobre nosotros”.
Otro pibe, Lucas Coufinal fue hasta el cruce de la Ruta 2 y el Meridiano V con su mujer y su hija pequeña. Contó  “yo escuché claramente a Tierno, que estaba atrás, y dijo ’metan balas, vamos, metan balas’, así avanzaron y dejaron 22 heridos, entre ellos una nena de seis años. Empezaron tirando al piso y las postas rebotaban en el asfalto y le pegaban a la gente, pero después otros policías tiraron directo al cuerpo”. Esta represión feroz se desarrolló en tierras bonaerenses, el gobierno pampeano no respetó derechos ni jurisdicciones.
María Emilia De la Iglesia, trabajadora de la Cooperativa de Cultura, exfuncionaria y vecina de Villa Sauze, declaró: “Dispararon sin tener contemplación, inclusive a niños que había en el lugar. Yo le pedía a Tierno que parara la situación, pero no me respondía nada”. Explicó: “queríamos que no se hicieran los trabajos porque no queremos que se inunden los pueblos de Villa Sauze y Sansinena. Lo que hicieron es una barbaridad”. Aseguró que nunca atacaron a la policía y que sólo pretendían que se espere la llegada de funcionarios provinciales para resolver el problema “por la vía institucional”.
Lamentó De la Iglesia que haya “en total 22 personas lesionadas y heridas e inclusive hay un joven internado en General Pico con la pierna destrozada por los disparos recibidos”.
 
Tierno, el condenado
Juan Carlos Tierno tiene una condena por abuso de poder y torturas de menores y presos en las comisarías pampeanas en su anterior gestión al frente del Ministerio, también con un gobierno de Verna en la provincia. Salvado aún porque la sentencia no está firme, porque siempre apela para seguir zafando de los 4 años de prisión y 10 años de prohibición de ejercer cargos públicos.
En declaraciones posteriores, este sujeto afirmó: “Lo que yo dije acá lo ratifico y lo he dicho públicamente en distintos ámbitos, es que, tal como se ha comprobado en reiterados estudios de orden sociológico, los seres humanos cumplen las normas por tres motivos: por amor, por respeto o por miedo”.
Este ministro utiliza el brazo represivo constantemente, las calles pampeanas son testigo de la persecución que sufren los pibes por portación de rostro, por ser pobres o por estar en el centro de la ciudad y no en su barriada. 
En este panorama político que se vive en nuestra provincia, se avizora mano dura para todo aquel que quiera ejercer su derecho a la protesta.