Después del estallido de los usuarios del ex-ferrocarril Roca (en ese momento TMR), que mostró la bronca y combatividad del pueblo frente al doble discurso kirchnerista sobre las privatizaciones menemistas, el servicio ferroviario volvió a la “normalidad”.
Andenes llenos, atrasos, cancelaciones, parlantes defectuosos (donde hay, porque no todas las estaciones tienen, viajar como sardinas en lata, lo de siempre… con algunas novedades. Por ejemplo un tren detenido en una estación fue recorrido, coche por coche, avisando que en 10’ salía. “¡Mejor que sea en 10 minutos, porque si no…!”, se escuchó comentar. En otra estación se anunciaba por parlantes el horario de arribo del próximo tren, cosa que antes no se hacía. En Plaza Constitución no hubo control de pasajes ni venta de boletos, en las estaciones intermedias sí. En otro viaje, de interminables demoras, donde los vagones se hacen de goma con pasajeros hacinados, se escuchó otro comentario entre desconocidos: “Yo estoy contra la violencia, pero se hizo lo que se tenía que hacer, no quedaba otra. Dicen que ahora somos muchos más los que viajamos, entonces pongan más vagones, más trenes, cada 2 minutos… Si un salame como yo se da cuenta, ¿cómo no se van ha dar cuenta ellos?”.
El vocero de TMR, en su momento se lamentó por el deterioro del hall de Plaza Constitución, ya que allí se filmaban películas, pero no dijo nada sobre que en los andenes llueve más adentro que afuera.
El gobierno amenazó con pegarle una patada al concesionario que lo merezca; y –quizás mostrando la hilacha de su preocupación electoral– dijo que él era responsable por haber aumentado el empleo, con lo que se acrecentaron los pasajeros. (Los números dicen otra cosa: En el 2001 se transportó 139 millones de pasajeros. En el 2006: 109 millones de pasajeros).
Reestatización trucha
Después de decir esto, el gobierno le aumentó el subsidio a TMR. ¿Cuántos millones de pesos van? (En el 2006 el subsidio creció un 316%, por lo que hoy las privadas ferroviarias reciben $ 3,6 millones diarios).
Cuando todavía estaba fresco el último aumento del subsidio a TMR, el gobierno le sacó la concesión del ex-FC Roca y Belgrano Sur a Taselli –ya le había sacado el Ferrocarril San Martín por la misma razón– entregándoselo al grupo monopólico Ugofe (Unidad de Gestión Operativa de Ferrocarriles), integrado por los operadores del Sarmiento y Mitre (TBA-Grupo Cirigliano); Urquiza y Subte (Me-trovías-Grupo de Roggio) y Belgrano Norte (Ferrovías-portugueses). Este consorcio es el que opera hace más de un año el Ferrocarril San Martín, donde el Estado paga los sueldos de los ferroviarios y los subsidios correspondientes. Esta es la “reestatización” que fue tapa del diario Clarín.
Pero, ¿qué va a pasar con el Ferrocarril Roca? ¿Va a mejorar el servicio? ¿En qué estado se encuentra? ¿Cómo se recupera la fuente de trabajo? ¿Va a rendir cuentas Taselli? ¿Va a devolver lo que se llevó?
El vaciamiento de TMR
Taselli durante 14 años que tuvo la concesión del ramal suburbano con servicio traccionado y eléctrico; y fue el responsable del servicio a Quilmes, La Plata, F. Varela, Glew, A. Korn, Ezeiza, Cañuelas, Temperley-Haedo y un tren a Alvear (Pcia. de Bs. As.). Los ferroviarios éramos más 100.000 antes de la privatización; ahora no llegamos a 11.000.
Taselli cerró el depósito y Taller de Locomotoras de Tolosa y de Temperley. Eliminó muchas cuadrillas de vía y obra. Los mecánicos, obreros y empleados fueron reducidos al mínimo (en Constitución hay un solo mecánico por turno para los trenes eléctricos); los puestos de auxiliar y jefe de estación fueron reducidos al punto de que son pocas las que los tienen; los baños fueron cerrados y privatizados; muchas estaciones no tienen comunicación entre sí; las estaciones están cercadas y sin salida de emergencia; amplias colonias de ratas abundan en todas las estaciones; hay menos coches (traccionados y eléctricos); faltan elementos y repuestos (muchos están en MaterFer como los asientos, las ventanillas y persianas. O en otras empresas del grupo, también vías, cruces de vías, repuestos, etc).
Esto es vaciamiento. Y ese material es vendido, al mismo Estado u a otra empresa subsidiada o también exportados. A esto se suma la desinversión, se saca de un lado para poner en otro. No hay seguridad en el trabajo, lo que costó varias vidas de ferroviarios.
Estas empresas vaciadoras, a las que el gobierno premia con subsidios cada vez mayores, son las responsables del pésimo servicio y del colapso del transporte ferroviario. Kirchner mantiene la legislación de Menem, De la Rúa, etc. y la utiliza para entregar a otros monopolios, previo paso por De Vido. Así ocurrió en el ex Ferrocarril San Martín.
La permanencia de este sistema privatizador, junto con la multiciplicidad de tareas, la tercerización y el trabajo en negro que la economía K mantiene, son las que posibilitan que estos monopolios hagan funcionar los ferrocarriles al mínimo de personal y mantenimiento, o sea con tan pocos ferroviarios, superexplotando al personal y arriesgando la vida de los usuarios.
Desde la Agrupación Ferroviaria 6 de Octubre-CCC (Lista Bordó) proponemos exigir al Estado que obligue a todos los concesionarios a invertir en los FFCC (con control obrero); en camino de la re-estatizacion (con control obrero), como ya se ha hecho en los Astilleros Río Santiago.
¿Quién es Taselli?
Tristemente célebre por su responsabilidad en el vaciamiento de la mina de Río Turbio en Santa Cruz (bajo la gobernación de Kirchner), lo que ocasionó la muerte de 14 mineros. Un obrero muerto en la ex-Altos Hornos Zappla (Jujuy). Un mecánico ferroviario de señalamiento muerto en Plaza Constitución por falta de la más mínima seguridad laboral. Fundió el Frigorífico Santa Elena (Entre Ríos), MaterFer (Córdoba), Parmalat. Experto en comprar empresas a precios regalados, vaciarlas y/o quebrarlas. De buena llegada con el poder, desde hace años y hoy también recibido en la Rosada.
Este exponente de monopolio beneficiado con la privatización y hoy con la economía K, usufructúa el 2º y 3º pisos de un edificio del Estado, ubicado en Hornos 11, esquina Brasil, en Plaza Constitución. Allí están las oficinas de TMR y el resto de las empresas del monopolio que encabeza Taselli.
