Esta mujer que llegaría a afirmar “Hay alguien todavía más oprimido que el obrero, y es la mujer del obrero”, se había casado a los 17 años, por necesidad, con el dueño de la fábrica donde trabajaba. Tuvo que huir de los malos tratos y, en la lucha por la tenencia de sus hijos, el marido incluso intentó asesinarla. Flora Tristán desarrolló la idea de que son los mismos obreros los que están llamados a protagonizar su liberación y la consigna que enarbola “Hermanos, unámonos”, anticipa el lema de la Asociación Internacional de Trabajadores: “Proletarios del mundo, uníos”. Esta pensadora socialista planteó tempranamente al movimiento obrero que la emancipación de los trabajadores debía ir unida a la emancipación de la mujer de forma indisoluble. Muchos consideran que con ella nació el llamado feminismo marxista.