El 28 de junio fuerzas militares yanquis bombardearon zonas fronterizas entre Siria e Irak, donde operan milicias chiitas pro iraníes. La respuesta fue un ataque con obuses en una base norteamericana al este de Siria. La justificación del gobierno yanqui fue el continuo ataque con drones contra sus bases y otras fuerzas extranjeras en Irak. Esta vez hasta el gobierno de Irak protestó.
Contradictoriamente, estos ataques están vinculados a la voluntad de EEUU de volver en las mejores condiciones posibles al acuerdo de supervisión nuclear de Irán, del que Trump se retiró unilateralmente en el 2018.
El 28 de junio se iniciaron maniobras militares que durarán hasta el 10 de julio, bajo el nombre de Sea Breeze 2021, en las que los principales protagonistas son EEUU y Ucrania, pero con la participación, aunque sea formal, de 32 países. Si bien estas maniobras se realizan desde hace muchos años, ésta tiene una participación militar mucho mayor que las anteriores.
Debido a la anexión rusa de la península de Crimea en 2014, partieron del puerto de Odessa. Recordemos que en abril pasado Rusia acumuló tropas en la frontera con Ucrania y se la acusó de preparar una invasión, que finalmente fue frenada.
En estas maniobras participa el destructor norteamericano Ross, armado con misiles de crucero Tomahawk.
Una semana antes guardacostas rusos hicieron salvas de advertencia a un destructor inglés por acercarse a la península de Crimea.
A su vez, el presidente de China Xi Jinping, en el gran desfile y exhibición militar con motivo del 100 aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino, dijo que “no permitimos en absoluto que ninguna fuerza exterior nos atropelle, oprima o esclavice; si alguien lo intenta, estampará su cabeza ensangrentada contra la férrea gran muralla de carne y hueso de los más de 1.400 millones de chinos”.
Hoy N°1871 07/07/2021
