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25 de marzo de 2020

Fortalecer el sistema público de salud

Propuestas de la Corriente Nacional de Salud Salvador Mazza frente a la pandemia

La pandemia por Covid-19 ha generado un cambio abrupto de la situación sanitaria, política y económica a nivel mundial. En su primera etapa en China y otros países asiáticos ya demostró su baja mortalidad, pero su gran capacidad de contagio y velocidad de propagación. Luego se sumaron países centrales de toda Europa, y con el devenir de las semanas también demostró los diferentes resultados que, en gran medida, dependen del grado de vulnerabilidad o fortaleza que tienen los distintos sistemas de salud. Las pandemias y el calentamiento global están dejando en claro ante todo el mundo los límites del capitalismo como sistema de producción y dan impulso nuevamente al debate sobre el futuro de la humanidad.

En los países que se subestimó el problema, la curva de contagios tuvo un pico elevado y prematuro, sobrepasando ampliamente la capacidad de los sistemas de salud. El mejor ejemplo es Italia que por el momento tiene una tasa de mortalidad del 8% frente a China que no superó los 4 puntos y anunció la semana pasada haber controlado la situación. El 22 de marzo llegó a Italia una brigada de médicos y enfermeros cubanos, una escena que desnuda el fracaso del neoliberalismo frente a la pandemia y, como contrapartida, la solidaridad de un pueblo que tiene a su sistema único de salud como estandarte.

En nuestro país el gobierno ha tomado medidas muy importantes. Primero con la suspensión de clases, y pocos días después una cuarentena total y obligatoria. La OMS elogió las medidas de Alberto Fernández frente a las respuestas tardías de sus pares latinoamericanos como Piñera y Bolsonaro. Es adecuado tomar medidas a tiempo, extraordinarias e impensadas en otros contextos. Creemos que es muy importante que durante la cuarentena se respeten todos los derechos democráticos, buscando la mejor manera de llevarla adelante y rechazamos de plano todas las opiniones a favor del estado de sitio. El enorme despliegue de las fuerzas de seguridad y la apelación al lenguaje bélico tienen doble filo y generan una tensión que, de no ser bien manejada, pueden jugar en contra del pueblo en vez de a su favor.

La cuarentena es una medida transitoria y no se podrá sostener durante todo el invierno, por eso pensamos que es necesario conformar un comité de crisis nacional y uno en cada distrito con participación activa de las organizaciones sociales y sindicales para despegar un plan integral que permita pensar una estrategia a largo plazo en los lugares de trabajo y en el territorio con la participación activa del pueblo, que en esta primera etapa viene demostrando estar a la altura de la situación con innumerables muestras de solidaridad.

La llegada del Covid-19 a la Argentina nos pone en un verdadero desafío histórico. Sabemos que nuestra situación social es bien distinta a la de los países del hemisferio norte, con un 40% de la población pobre el impacto sanitario será mayor.

Además, nuestro sistema público de salud viene sufriendo un desfinanciamiento brutal desde hace años y hasta hace pocos meses no teníamos Ministerio Nacional de Salud. La terrible situación económica y los niveles históricos de endeudamiento que dejó el macrismo hacen aún más compleja la situación. Es imposible hacer frente a esta situación si se continúa pagando la deuda externa.  La suspensión del pago es la única salida para superar la grave situación económica y social que dejó el macrismo y los enormes desafíos que nos impone la pandemia por Covid-19. La suspensión del pago al FMI debiera ser acompañada por el no pago a los acreedores privados y la investigación a fondo de toda la deuda.

Ninguna medida de asistencia social y alimentaria puede demorarse. En este sentido, hay que valorar como positiva la implementación de aumentos a los beneficiarios de planes sociales, asignaciones familiares y los 10 mil pesos para las AUH. De ninguna manera los sectores populares pueden pagar el costo del freno de la economía por la pandemia, por el contrario, lo deberán pagar el sector financiero, los especuladores y los terratenientes.

Desde nuestra corriente de salud nos ponemos a disposición de nuestro pueblo difundiendo información de calidad, capacitando agentes sanitarios y poniendo el cuerpo en cada lugar de trabajo.

Proponemos:

  • Fortalecimiento del sistema público de salud con presupuesto de emergencia.
  • Comité de crisis con participación de organizaciones sociales y sindicales.
  • Insumos, personal suficiente y materiales de protección.
  • Agentes de salud en los barrios para educación y detección temprana de casos.
  • Equipos de protección para el personal de salud expuesto.
  • Intervención del Estado sobre las prepagas y el sistema de la seguridad social para poder contar con todos los recursos.
  • Control estatal para evitar que el subsector privado saque tajada en medio de una crisis sanitaria y humanitaria.
  • Avanzar a partir de ahora, y por etapas, hacia un verdadero sistema único de salud público y estatal que ponga a la salud como un derecho y no un bien de mercado.

Corriente Nacional de Salud Salvador Mazza