Macron sigue intentado hacer pasa a toda costa una ley de reforma previsional, que eleva a 64 años la edad jubilatoria y exige 43 años de aportes para alcanzar la jubilación “completa”. Pero más del 70% de los franceses rechazan esta propuesta, y luchan con huelgas generales llamadas desde la unidad de los principales sindicatos.
El martes 31/1 se realizó la segunda huelga general en Francia. Y se calcula que más de 2,8 millones de personas salieron a las calles a manifestar en contra de la reforma. Hubo más de 250 manifestaciones en todo el país. Los trabajadores declaraban “si el gobierno no escuchó nuestro mensaje en la huelga anterior, hoy se lo vamos a hacer escuchar aún más fuerte”. Y así fue, pues se calcula que en las movilizaciones anteriores (19/1) participaron 2 millones de personas (ver hoy 1947). Si bien el gobierno ningunea estas cantidades, también admite que fueron movilizaciones más grandes que las anteriores. Se considera que esta fue la movilización más grande en 25 años.
El paro general tuvo una alta adhesión en subtes y trenes, tanto a nivel local como nacional. Y hubo algunos ramales internacionales que también se plegaron. Los docentes y estudiantes también participaron de la huelga y movilizaciones, muchas en las puertas de las escuelas. Había pancartas donde se leía: «apoyo a los trabajadores» y «somos jóvenes enojados».
Por otro lado, en las refinerías de TotalEnergies se sumaron entre el 75% y la totalidad de los trabajadores, dependiendo de la locación. También fue importante el paro en emisoras públicas.
El gobierno pidió en declaraciones públicas “un esfuerzo a los franceses para que se pueda mantener el sistema de jubilación”. Muy preocupado, puso a disposición 11 mil policías para controlar estas movilizaciones (mil más que en la anterior). Los trabajadores le respondieron «Cuando hemos trabajado toda la vida, el anhelo es poder vivir de la pensión, y durante más tiempo. Ese es el mensaje de la calle en Francia».
El proyecto de reforma entró el lunes para su discusión en el Congreso Nacional. El gobierno aún no cuenta con los votos necesarios para la aprobación. Las centrales sindicales se juntaron y propusieron nuevas movilizaciones para el 7 y 11 de febrero. Los trabajadores de EDF, la empresa de electricidad de Francia, junto con los de otras compañías de la industria del gas, llamaron a parar por tres días: 6, 7 y 8 de febrero. Los trabajadores ferroviarios llaman a paro de todos los servicios para el 7 y el 8 de febrero.
Hasta un dirigente como Philippe Martínez, secretario de la CGT, declaró “la primera ministra empezó diciendo que esta es una reforma sobre justicia social. Pueden darse cuenta que ya no escuchamos eso. Ahora dicen que es indispensable. Bueno, la respuesta es: tomamos las calles”. Y una conductora de colectivos dijo «no manejaremos hasta que tengamos 64 años. Para el presidente es fácil, él se sienta en su silla. Puede trabajar hasta los 70, si quiere, pero no podemos pedirle a un instalador de techos que trabaje hasta los 64. Eso no es posible».
Escribe Rodrigo Cruz
Semanario Hoy N° 1949