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06 de marzo de 2019

Una fortuna amasada durante la dictadura genocida

Franco Macri

Desarrollamos este artículo sobre la base de las columnas publicadas en nuestro semanario: Los Macri, escritas por el compañero Arnoldo Gómez.

La muerte de Franco Macri, padre del presidente y cabeza de uno de los más poderosos grupos industriales de la Argentina, desató una catarata de homenajes por parte de distintos sectores de las clases dominantes, y hasta circunspectas notas por algunos que se dicen de izquierda.

Franco Macri llegó a los 18 años de Italia, traído por su padre Giorgio Macri, hijo de un terrateniente calabrés, una de las “familias” de Calabria. Franco Macri se crió con sus abuelos. Fue a un colegio para hijos de terratenientes, de disciplina casi militar, en Calabria. Luego estudió en el Colegio Massimo, uno de los de mayor jerarquía de Roma. En 1951 Franco creó su primera empresa, Urbana SA, subcontratista de otras firmas constructoras más importantes y fue creciendo en la Argentina próspera del peronismo. En 1958 se casó con Alicia Blanco Villegas, de 15 años, integrante de una de las tradicionales familias terratenientes de la zona de Tandil.

Franco Macri tuvo un gran desarrollo empresario, primero durante la dictadura de Onganía, cuando se asocia con FIAT y funda Impresit-Sideco (51% FIAT, 49% Macri) en 1969 y participan en la obra civil de la primera central nuclear, y luego durante la dictadura genocida de Videla-Viola. En esos años, además de una larga lista de obras contratadas con el Estado, como escribió Arnoldo Gómez: “Su expansión llegó al cenit cuando se constituyó Sevel Argentina, y Socma apareció como su accionista principal. En esos años controlaban el 60% del mercado automotriz argentino y Franco Macri era el mayor empleador industrial del país”.

En todo este desarrollo, Mauricio aparece desde muy joven, por ejemplo firmando en 1980, con 21 años el contrato, en nombre de Socma, de la recolección de basura en la Capital Federal con el intendente de la dictadura, el brigadier Cacciatore.

El grupo que dirigía Franco Macri siguió creciendo luego de la dictadura, y cobran protagonismo también otros familiares, como Antonio Macri, tío de Mauricio y padre de Jorge, actual intendente de Vicente López, y María Pía Macri, la hermana menor de Franco, casada con Antonio Calcaterra, padre de Angelo, el conocido testaferro del presidente, quien al frente de Iecsa sería uno de los que se la llevaron en pala con el kirchnerismo.

Franco Macri fue uno de los principales beneficiarios de la estatización de las deudas del sector privado, realizadas por Cavallo durante la dictadura: “El grupo licuó deudas de Socma, Sideco Americana, Pluspetrol, Iecsa y Manliba por 170,5 millones de dólares y de Sevel por 124” dice Gómez. Sus negocios siguieron en expansión durante el gobierno de Alfonsín.

Ya en los 90, luego de la vuelta de Fiat y disuelta Sevel, en 1997 Carlos Menem privatiza el Correo Argentino entregándoselo a Socma. Ese mismo Correo que dejó de pagarle el canon al Estado durante años, y que en julio de 2001 llegó a no pagar los salarios, estando al frente de esta maniobra el actual ministro de Modernización, Andrés Ibarra. Hoy jueces adictos exculpan a la familia presidencial de pagar esa sideral deuda, valuada en 200 millones de dólares, y Mauricio puso al frente del Correo a Jorge Irigoin, un histórico de Socma.

Franco tuvo una turbulenta relación de negocios frustrados con el actual presidente yanqui, Donald Trump, quien sin embargo, por esas cosas de las relaciones mafiosas, se “amigó” con Mauricio en función de profundizar su injerencia imperialista.

Para no aburrir, consignemos que Franco Macri, considerado en su momento por la revista norteamericana Forbes como uno de los cuatro millonarios argentinos que ingresaron al club de los 40 más ricos de América Latina, a fines de los 90 “cede el control de las principales empresas del grupo en el país a Angelo Calcaterra, encabeza una serie de emprendimientos en Brasil y planteando que el futuro vendría por los negocios con China, abre las oficinas del Macri Group en Pekín, estableciéndose desde el año 2000, seis meses allí y seis meses en Argentina”.

Hasta aquí una pequeña síntesis de cómo amasó su fortuna Franco Macri, cuyo grupo empresario hoy apuesta fuerte a la intermediación con China y a morder con Green Oil Services, en los negociados petroleros de Vaca Muerta, por supuesto de la mano de los buenos oficios del actual presidente.

Hoy N° 1757 06/03/2019