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06 de septiembre de 2017

El viernes 1 de septiembre, cuando todavía estaba internada reponiéndose del atentado sufrido el 28, conversamos con la compañera Julia Rosales, dirigente de la CCC y el PCR, quien nos contaba cómo fue el cobarde hecho, y sus implicancias políticas. 

“Fue un atentado político”

Entrevista a Julia Rosales

Aún en la cama del hospital, se ve la entereza de Julia, quien recordemos, sufrió un atentado el 28 de agosto, cuando le dispararon cinco balazos cuando llegaba en su auto a su casa. 

Aún en la cama del hospital, se ve la entereza de Julia, quien recordemos, sufrió un atentado el 28 de agosto, cuando le dispararon cinco balazos cuando llegaba en su auto a su casa. 
Nos recibe a pocas horas de haber sido operada en el brazo, del que le extrajeron una bala y le tuvieron que hacer un complejo injerto para garantizar que no pierda la movilidad del mismo. Los pasillos y la propia habitación son un desfile incesante de compañeros, amigos, familiares que día y noche la están acompañando. Hay alegría al saber la buena evolución de las heridas, y mucha bronca por el hecho, y por el ninguneo del gobierno y los grandes medios.
En esa situación, la compañera nos decía: “Esto fue un atentado político ¿por qué? Yo venía de la oficina donde trabajo hacia mi casa. Di vueltas alrededor de la cuadra porque no se podía estacionar, y encuentro un lugar en la esquina. Cuando miro por el espejo para dejar pasar a los autos que podían venir antes de abrir la puerta para bajar, y veo una moto, me quedo para que pase, y se demoraba. Por el espejito veo que saca un arma de la riñonera y ahí pensé ‘éste me va a venir a robar’. Pero el tipo no me abrió la puerta, no golpeó el vidrio, sino que puso la pistola en la puerta y disparó cinco tiros ¿qué te parece que es eso? El tipo venía a matar, no venía a robar. Creo que él pensó que yo iba a bajar y ahí me iba a disparar. Pero como yo me quedé en el auto decidió dispararme por la ventanilla. Por eso es un atentado político.
“Entiendo que el gobierno se tiene que hacer responsable por esto. Sea que lo haya mandado el gobierno o no, el gobierno se tiene que hacer responsable por nuestra seguridad. Porque nosotros estamos en la lucha, en la calle. Esto no es un hecho de ‘inseguridad’ cualquiera”.
 
—La familia se ha reunido con funcionarios policiales, judiciales y del gobierno, ¿qué les dicen?
—Me han venido a ver muchos funcionarios judiciales y policiales. Ellos buscan hacer correr la investigación por distintos carriles, ninguna como atentado político. Me han dicho desde que alguien me quiere serruchar el piso en mi organización y por eso me mandó matar, que alguno de mi familia me tiene bronca y por eso me quiere matar… yo no tengo ningún bien, así que nadie está esperando cobrar ninguna herencia.
La tercera hipótesis es la que fue un atentado narco, que me mandaron matar por la reyerta que tuvimos en el 2013 en el Playón de Chacarita. La verdad que si fuera eso lo habrían mandado antes, pasaron varios años. Además, las personas con las que tuvimos discusiones, no están más en el Playón. La jefa se murió, los hijos se la llevaron a Perú a enterrarla, y no tenemos problemas con ellos. 
 
—Se está desarrollando una gran solidaridad alrededor del atentado que sufriste, incluso con miles de compañeros movilizados frente al Ministerio de Seguridad ¿qué respuesta ha dado el gobierno?
—Desde el gobierno me han venido a ver, me han hecho una cantidad de preguntas, y dijeron que ellos iban a investigar. Pusieron custodia en la habitación del hospital, y en la puerta de mi casa. Además, el fiscal está haciendo reuniones con mi familia, dicen ellos que para esclarecer el hecho.
Yo veo esto enmarcado en varias cuestiones. Por un lado, hay una campaña de meter miedo para que la gente no salga a reclamar, no luche. Además, esto se dio en el marco de las dos grandes movilizaciones que realizamos en el mes de agosto, una antes de las elecciones, el 7, cuando volvimos a marchar la CCC, la CTEP y Barrios de Pie de Liniers a Plaza de Mayo, y otra después, el 22, cuando confluimos con la CGT. Ahí el gobierno vio que, a pesar de su triunfo en las elecciones, no pudo parar que salgamos a la calle y nos unamos los distintos sectores que sufrimos esta política. 
Yo creo que esta desgracia con suerte que me tocó fortaleció a nuestra organización, y fortalece además la posibilidad de conformar un gran centro coordinador que nos permita, en un futuro, con estas fuerzas que estamos peleando en la calle, tanto acuerdos electorales como avanzar en el camino para tomar el poder.
 
—¿Cómo estás vos, ahora que han pasado unos días?
—Yo estoy bien, estoy fuerte. Me ayudan mucho mis compañeros que están fortalecidos, que han hecho de todo, se han puesto a la cabeza de la lucha. Esto es muy importante, porque una, a los 70 años y si bien sigue en la lucha, piensa en el relevo. Por eso es importante que esto que pasó nos haga salir con más fuerza para adelante.
Quiero aprovechar para agradecer a todos los que me han venido a saludar, que llamaron, que mandaron su solidaridad. Gente que no me conoce, familiares, amigos, vecinos, hasta funcionarios que no están de acuerdo con la represión de las clases dominantes. A todos muchas gracias.