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02 de octubre de 2010

Extractos de una nota de Horacio Micucci en la revista Cuadernos Nº 32, desnudando la ofensiva inglesa y la conciliación del gobierno argentino.

Fuera la agresión colonialista pirata

Hoy 1311 / Malvinas y el petróleo

Una plataforma petrolera operada por Desire Petroleum explora la existencia de petróleo en áreas próximas a las Islas Malvinas, usurpadas por el colonialismo británico. Es un avance más en la ocupación colonial de parte de nuestro territorio.
Un informe elaborado por Mario Cafiero (diputado mc) ha dado a conocer que en la empresa Desire Petroleum es accionista mayoritario el banco Barclays. Este banco ha sido designado (aún después de conocerse esta circunstancia) por el Ministerio de Economía para hacer el nuevo canje de deuda de la Argentina. Además Barclays tiene intereses en la explotación minera contaminante de Alumbrera, defendidas por esta administración con el veto a la ley de protección de los glaciares.
También el Banco HSBC (Hong Kong, Shangay Bank Corporation, de capitales chino-ingleses) integra el capital de Desire Petroleum.

Panamerican y Bridas
El segundo productor de petróleo de la Argentina, Panamerican, tiene como accionista principal a la British Petroleum (BP), y ésta tiene “lazos directos o indirectos con las petroleras británicas que iniciaron en febrero actividades de exploración petrolífera en las aguas de Malvinas que la Argentina reclama”, (Clarín, 13/3).
El capital de Panamerican es 60% de la British Petroleum (inglesa) y 40% de Bridas. Esta última está subordinada a los rusos y opera en Turkmenistán. Bridas vendió el 50% de sus acciones al grupo estatal chino China National Offshore Oil Corporation Limited (Cnocc). En Bridas aparecían como dueños Carlos y Alejandro Bulgheroni, que ahora compartirán la conducción y las decisiones con Cnocc, en una alianza incluye todo el Cono Sur. Silenzi de Stagni, en su momento, denunció los orígenes de Bridas que, a instancias de Jorge Rafael Videla, obtuvo un 5% de participación en la concesión otorgada, entonces, a la francesa Total y a la alemana Deminex para explotar el petróleo submarino en el sur argentino.
Panamerican es la mayor dueña de reservas en el país (147,5 millones de metros cúbicos) mientras que Repsol-YPF es la segunda en este ítem.
British Petroleum tiene entre sus accionistas al grupo financiero Black Rock Invesment que compró el Banco Barclays. Su cuerpo financiero presenta ramificaciones, es accionista de la Broders & Southern Petroleum que iniciará pronto exploraciones en Malvinas y del Credit Suisse que tiene presencia en Argentina. Además está relacionado también al banco chino-inglés HSBC, ya mencionado, y es accionista de la Falkland Oil and Gas uno de los grupos más importantes que operan en las Malvinas.
El HSBC tiene importantes negocios en Argentina. Panamerican ha recibido recientemente la extensión en varias décadas de la concesión de Cerro Dragón (hasta el año 2047), el yacimiento de petróleo más importante de Argentina.
Panamerican asociada a Repsol-YPF y Petrobras, también iniciará exploraciones en la Cuenca Malvinas, en áreas de control argentino.
A su vez, el grupo financiero Black Rock Investiment (accionista de British Petroleum) tiene un 3,54% de las acciones de Repsol-YPF.

La larga mano inglesa, y la disputa
Agravando la situación, Gran Bretaña enviaría a las Malvinas al submarino atómico HMS Sceptre, de 5.000 toneladas y que cuenta con misiles antibuques y equipamiento de última generación, según los diarios británicos The Times y The Daily Telegraph. Esto completaría un dispositivo agresor, ya que el mes pasado se envió la fragata HMS York.
En resumen, quienes hacen negocios en la zona usurpada por los colonizadores, también son usufructuarios importantes de las políticas de sumisión de nuestros gobiernos, incluido el presente, en el territorio todavía no usurpado. Además se produce un complicado entrecruzamiento de capitales que, a su vez, expresan la disputa y los acuerdos entre distintas potencias en la rapiña del patrimonio argentino. Se tironea para negociar participaciones de monopolios de distintas potencias y para justificar, como si fuera un acto patriótico de represalia, la entrega del petróleo de la Plataforma del lado que aún controla Argentina incluso a quienes operan en el área usurpada.
El nuevo avance inglés es una demostración del fracaso total de la política de conciliación con el Reino Unido de este gobierno de convertirnos en un país “confiable para el mundo”.

La posición del pueblo y los patriotas
El país asiste a una sorda disputa en la que distintos políticos, que expresan a intereses económicos antinacionales diferentes, manifiestan matices en las formas de aplicar estas políticas.
Pero no hay sólo dos posiciones. Está también la posición del pueblo y los patriotas:
1. Denuncia de los Acuerdos de Madrid —octubre de 1989 y febrero de 1990—, viga maestra de la diplomacia argentina con el Reino Unido desde 1989 hasta la fecha,
2. Derogación del Tratado de Garantía de Inversiones con Gran Bretaña firmado en Londres el 11 de diciembre de 1990, y ratificado posteriormente por ley Nº 24.184,
3. Derogación del Tratado de amistad, comercio y navegación firmado el 2 de febrero de 1825 entre los Gobiernos de las Provincias Unidas del Río de la Plata y S.M. el Rey del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda,
4. Derogación del Tratado Roca-Runciman, Ley N° 11.693 (225). Convención y Protocolo sobre intercambio comercial con Gran Bretaña e Irlanda del Norte, firmados en Londres el IV de mayo de 1933 (B.O. 8/VIII/933).
5. Anulación del canje de la deuda promovido por el gobierno a manos de bancos extranjeros, entre ellos el Barclays británico,
6. Suspensión de todo pago de deuda externa a Gran Bretaña;
7. Anulación de la concesión a Panamerican Energy (Brithis Petroleum y Bridas) de la explotación de Cerro Dragón,
8. Anulación del permiso de operación del aeropuerto británico propiedad de Joe Lewis en Río Negro, desde el que se podría partir a Argentina en dos, y su efectivo control de parte del Estado argentino;
9. Investigación sobre la extranjerización de tierras a manos británicas para su nacionalización,
10. Sanción efectiva en sus inversiones en Argentina a toda empresa que participe directa o indirectamente en la explotación colonial de nuestras Malvinas y Plataforma Continental.
11. Investigación de la deuda externa ilegítima y fraudulenta, antes de cualquier pago.
12. Prohibición de la megaminería contaminante y depredatoria. Expulsión de las empresas inglesas del sector.
13. Política petrolera que retome la línea del general Mosconi, con una Empresa Nacional de Hidrocarburos estatal, monopólica y eficiente, bajo control de los técnicos, trabajadores y usuarios para evitar la corrupción. En un recurso que es estratégicamente vital para una Argentina independiente. Sin amo viejo ni amo nuevo ¡ningún amo!, para completar el sueño de los padres de la Patria de ser libres de todo dominio extranjero.