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23 de marzo de 2022

El pueblo derrotó en las calles y en las urnas a una derecha reaccionaria

Gabriel Boric asumió la presidencia de Chile

El pasado 11 de marzo Gabriel Boric asumió la presidencia de Chile. Culminó así una etapa de lucha popular y se abre otra con su llegada al Palacio de La Moneda, producto de la gigantesca rebelión que vivió Chile desde 2019.

El pueblo derrotó en las calles, con las multitudinarias movilizaciones, y en las urnas a un gobierno reaccionario, ciego y sordo ante las necesidades populares.

Piñera ha dejado un legado de millones de pobres, sin empleo ni ingresos, pero con deudas, como parte de una política que le dio más riqueza y poder a las clases dominantes a la que pertenece. Su gobierno, que recién termina, se ha ido con cerca de un 80% de rechazo. Los llamados “días mejores” que había prometido fueron solo para una oligarquía todopoderosa y los imperialismos a los que se subordina.

La asunción de Boric se da en momentos en que el país atraviesa un escenario complejo, con dos estados de emergencia declarados por Piñera (uno en La Araucanía y otro en el norte, centro de la crisis migratoria), una inflación histórica (que llegó a su nivel más alto en al menos 10 años) y la pandemia, que sigue golpeando fuerte. Donde el 1% más rico acapara el 49,6% de la riqueza. A esto se suma que deberá gobernar sin mayoría en el Congreso.

En su primer día de gobierno, Boric cruzó la plaza de la Constitución para hablar a la multitud desde uno de los balcones de la sede del gobierno. Antes de llegar a la puerta de acceso se detuvo frente a la estatua del ex presidente Salvador Allende, muerto en su despacho durante el golpe fascista de  Pinochet el 11 de septiembre de 1973. Fue un homenaje que anticipó lo que luego vendría. Boric citó en su discurso frases del líder socialista, mientras los asistentes coreaban el nombre de Allende. Hubo en esos momentos lágrimas entre muchos de ellos.

“Estas paredes han sido testigos del horror de un pasado de violencia y opresión que no hemos olvidado ni olvidaremos” dijo el nuevo presidente. “Por donde hablamos hoy, ayer entraban cohetes y eso nunca más se debe volver a repetir en nuestra historia”, agregó en referencia al bombardeo sobre La Moneda durante el golpe militar. Volvió a Allende más tarde, al cerrar su discurso: “Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”, mientras la multitud coreaba “Se siente, se siente, Allende está presente”.

Otros tramos de su discurso los dedicó a enumerar ejes de su gobierno. “En el Sur –señaló-tenemos un problema. Algunos le dicen conflicto mapuche. No señores, no es el conflicto mapuche, es el conflicto entre el Estado chileno y un pueblo que tiene derecho a existir. Y allí la solución no es ni será la violencia”, ratificando que retirará al Ejército de las zonas en conflicto.

También enumeró reformas que fueron eje de su campaña, sobre todo las referidas al régimen jubilatorio, la educación, la salud y la defensa de la soberanía en la explotación de  minerales (litio y cobre).

Otra parte de su discurso la ocupó para manifestar su respaldo al proceso constituyente, que acompañará los primeros meses de su gobierno, del que deberá salir una nueva Constitución que reemplace a la heredada de la dictadura de Pinochet. La Constitución vigente, dijo Boric “fue impuesta a sangre, fuego y fraude por la dictadura” y pidió defender una constitución que “nazca en democracia, de manera paritaria y con participación de los pueblos originarios”.

Habló además de “reparar las heridas que quedaron del estallido social”: Dijo que “El día de ayer [por el jueves 10] hemos retirado las querellas por ley de Seguridad, porque tenemos la convicción de que tenemos que volver a encontrarnos; lo hemos conversado con los familiares de los presos, saben que estamos en ello”, mientras en la plaza recordaban a Boric la deuda pendiente: “Liberar, a los presos por luchar”, gritaban bajo el balcón presidencial.

En relación a la cuestión internacional, dijo que “somos profundamente latinoamericanos. Desde aquí haremos esfuerzos para que la voz del Sur se vuelva a escuchar” y envió un saludo para los hermanos latinoamericanos, refirmando su posición de que “nunca nos subordinaremos a ninguna potencia”.

Aseguró que sacará a Chile del Prosur, una alianza regional fundada en 2019 por los gobiernos de derecha de entonces, entre ellos Colombia, Argentina, Brasil y Uruguay, y que su primer viaje al exterior será a la Argentina.

El triunfo electoral y la asunción de Boric han creado buenas condiciones para profundizar el camino iniciado con la rebelión popular de 2019. Serán esas grandes masas las que con su práctica irán avanzando en organización y forjando un Partido que sea vanguardia reconocida de esas masas para que el conjunto de la clase obrera y el pueblo tomen en sus manos la lucha por una revolución que resuelva para siempre todas las demandas por las que el pueblo chileno viene luchando desde hace años.

 

Hoy N° 1906 23/03/2022