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14 de diciembre de 2016

Tras una lucha larga, con mucha amplitud y diálogo, y una línea justa, consiguieron tierra para vivir.

¡Ganamos la tierra!

Vecinos de Melchor Romero, en el Gran La Plata

 
En junio de este año, más de 200 familias recuperaron tierras ociosas en 161 y 526, en Melchor Romero. Allí había un basural y era una verdadera “boca de lobo” para el delito. Pero los vecinos lo convirtieron en un barrio organizado.

 
En junio de este año, más de 200 familias recuperaron tierras ociosas en 161 y 526, en Melchor Romero. Allí había un basural y era una verdadera “boca de lobo” para el delito. Pero los vecinos lo convirtieron en un barrio organizado.
Con lucha, amplitud y diálogo se pudo conquistar una relocalización para todos los vecinos censados en tierras del Ministerio de Desarrollo Social, en 179 y 526. 
La necesidad de tener un pedacito de tierra, junto a una línea justa, abrieron el camino para evitar cinco órdenes de desalojo, lograr el reconocimiento del Estado a la organización de los vecinos en su Cuerpo de Delegados y obtener -el 29/11- el acta de tenencia y custodia de las tierras.
Fue una lucha larga, en la que desde un principio se enfrentó a sectores de la política y a especuladores inmobiliarios que querían hacer un negocio millonario con las tierras; apoyados por miembros de la Justicia -como el juez Melazo-, y medios de comunicación locales y nacionales, que operaron sobre la opinión pública, para hacer quedar como delincuentes a los vecinos que luchan por la tierra. Así pretendían esconder la necesidad de miles en la región, que no tienen dónde vivir o viven hacinados.
El gran triunfo de Abasto en 2015 y la lucha por la tierra para trabajar de los campesinos de Asoma tonificó la lucha por la tierra en la región; y abonó la unidad entre las ocupaciones y barrios precarios como en Olmos, Melchor Romero, Villa Elvira, etc. Estableciendo así las condiciones para una Multisectorial por la tierra para vivir y evitar las órdenes de desalojo en curso.
Fue en el camino de la multisectorialidad que los vecinos de la ocupación comenzaron la lucha, desde la primera asamblea, con la presencia de las organizaciones sociales, ATE, CTA–A, Cuerpo de delegados de Abasto y de otros barrios, la Asociación de medieros y afines en la FNC, etc. 
Con órdenes de desalojo en curso, se participó y se llevó el reclamo a distintas movilizaciones. Desde Fiscalía -por la causa específica- hasta en paros de ATE y jornadas de la CCC.
 
La Mesa de Gestión
Un punto de quiebre fue la movilización del 14/9 junto a ATE, CiCop, Judiciales, Asoma, ARS, la CCC y otras ocupaciones. 
Con el desalojo dictado para el día siguiente, los vecinos lograron la intervención del Observatorio Social de la Cámara de Diputados que, según lo estipulado en la Ley de Hábitat, conformaron la Mesa de Gestión compuesta por: el Ministerio de Desarrollo Social, Diputados provinciales, la Subsecretaría de Tierras, el Consejo Social de la UNLP, la Defensoría del Pueblo, la Dirección de Tierras de la Municipalidad y el Cuerpo de delegados de la ocupación.
Ese día se suspendió el desalojo y se obtuvo el compromiso de censar a las familias que ya habitaban el predio. Se establecieron reuniones de la Mesa de Gestión en las que quedó en claro la decisión de los vecinos de llegar a una solución pacífica que resuelva la necesidad de tierra, en 161 y 526 u en otro lugar.
 
La relocalización
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se propuso la relocalización en unas tierras recientemente adquiridas en 526 y 179. La propuesta fue llevada a la asamblea barrial y con gran alegría se votó aceptar. Más de 220 familias resuelven de esta manera el lote para la vivienda digna. El día 29/11 con la presencia de la Mesa de gestión y el barrio, los delegados por manzana firman el acta de tenencia y custodia en nombre de los vecinos censados.
Mientras se hacía el ingreso formal a las tierras, un grupo reducido de vecinos del barrio lindero ocupa parte de las tierras asignadas. Agitados por una parte del kirchnerismo duro, empujan el enfrentamiento de pobres contra pobres. En vez de unir las luchas, la dividen. La Mesa de gestión se presentó ante ellos, afirmando que cualquier solución habitacional que reclamen queda sujeta a que depongan su actitud.
En una situación con final abierto, pero con la firmeza y la organización que dan los meses de lucha, los vecinos de Melchor Romero abonan el camino de la lucha por la tierra para vivir. Ratifican la justeza de una línea, y la necesidad de hacer crecer el Partido para la victoria en la lucha por la tierra para vivir y trabajar. Es otro triunfo histórico en el corazón de la provincia de Buenos Aires.  Con más lucha y más unidad, para hacer parir la reforma agraria y urbana que nuestro pueblo necesita.