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02 de octubre de 2010

El Secretariado de la UOM defiende el modelo K. Van a contramano de lo que expresan las últimas luchas metalúrgicas

Ganar la calle para romper el tope salarial

Hoy 1217 / Metalúrgicos

Con un salario de $ 8 por hora, el sueldo neto de un operario metalúrgico va a ser de $ 1.198 por mes. Ramón, que trabaja en una PyME del partido de Gral. San Martín en el Gran Buenos Aires (y la mayoría de sus compañeros), va a redondear sumando los $ 100 que reciben por premio al presentismo unos $ 1.300 mensuales, más lo que pueda corresponderle por antigüedad.
Fito sin embargo, que es técnico electrónico, encargado del mantenimiento eléctrico de la fábrica y también trabaja en un torno paralelo, tiene la categoría de operario calificado. El va a llegar a ganar por mes cerca de $ 1.400.
Ni uno ni otro va a superar los $ 1.480 que la consultora independiente Argeon calculó para fijar la línea de la pobreza. Como la de ellos es la situación de más del 50% de los 220.000 metalúrgicos. Y en las fábricas que lucharon y consiguieron el año pasado un salario superior a los $ 12,34 por hora para llegar al valor de la canasta familiar del 2007, si le suman el 32%, no alcanzan a los $ 17,20 por hora que se necesitan en el 2008 para seguir recibiendo el valor de la canasta familiar.
"Pero el nivel de las mejoras salariales hay que calcularlo de punta a punta, es decir desde la fecha de entrada en vigor hasta su vencimiento; y de la velocidad en que se concreten las subas va a depender de cómo los sueldos se protejan de la inflación", declaró Garzon Maceda, asesor sindical en La Nación. O dicho de otro modo, con los aumentos en cuotas perdemos porque como un Pacman, la inflación sigue comiéndose los salarios.
Este el "logro" salarial que está negociando el Secretariado Nacional de la UOM, después de casi tres meses de discusiones. Con esta "conquista", pretenden justificar el ingreso de Antonio Caló, Sec. Gral. del Sindicato a la Secretaría Gremial del PJ que armó Kirchner; y llevarlo a la Secretaría Adjunta de la CGT de la mano de Kunkel y Barrionuevo y encarar las elecciones en el sindicato metalúrgico que comienzan el 4 de junio con la elección de las Juntas Electorales en todas las seccionales claves, para borrar cualquier intento opositor y garantizar el fraude si fuera necesario.
Pero sobre todo, como quedó planteado en el Congreso de Delegados de Mar del Plata, su objetivo principal es la defensa del "modelo económico". Un modelo que si nos permitió a los metalúrgicos recuperar fuentes de trabajo, fue después de cargarnos con la devaluación  el peso de la crisis del 2001, que permitió que continuara la extranjerización de la industria, abriendo la importación a sus socios del exterior y sobre todo manteniendo salarios de hambre.
Y porque no quieren luchar, se dieron un objetivo posible, aunque quieran presentarlo como un gran esfuerzo, postergando una vez más nuestras necesidades de alcanzar un salario igual a la canasta familiar.
Van a contramano de las luchas que viene recorriendo el gremio, de los procesos de recuperación y organización de cuerpos de delegados y comisiones internas, que con la lucha van logrando importantes reivindicaciones. Aún el pedido de "ponerle pimienta al plan de lucha" que solicitaron muchos delegados en Mar del Plata, a pesar de lo que primero que hicieron fue untarle los bolsillos con plata para que se "entretengan".
Trabajan para aislar a los metalúrgicos en lucha de las fábricas paralizadas de la agroindustria que marcharon en solidaridad junto a los piquetes de los chacareros; tienen que impedir que la lucha de los obreros empalme con la de los pequeños y medianos productores del campo que mejor que nadie desnudaron la esencia del modelo "K", castigar a los chicos, subsidiar a sus poderosos amigos, terratenientes y monopolios exportadores con jugosas ganancias y salarios de pobreza.
Por eso, el camino es el de los obreros de Terrabusi que encabezados por su CI luchan por $ 3.200 cortando la Panamericana y preparándose para una lucha larga y el de reagrupar a los que luchan, a la oposición, en amplios movimientos de recuperación sindical y así luchar por salarios igual al valor de la canasta familiar y por recuperar las direcciones sindicales para ponerlas al servicio de los trabajadores metalúrgicos.