1. Después del mundial… El seleccionado argentino traspiró la camiseta y peleó de igual a igual, eso vale. Se arrimó a la copa, crecieron las ilusiones, pero no pudo ser. Es subcampeón, un lugar en el mundo futbolero que hace mucho tiempo que no lograba. El Mundial pasó, dejando esa mezcla de lo bueno que se hizo y la gloria que no pudo ser. Algunos festejaron o fueron a recibir a la selección, otros en silencio. No faltó la camorra entre algún grupo y la policía, como para recordar que estamos en la Argentina (en Brasil, quemaron 23 micros después del 7 a 1). Aprovechando el Mundial, aumentaron los “precios cuidados” hasta el 10%, también la nafta y el transporte. Se achicaron los salarios, las jubilaciones y los planes sociales. La inflación de este año va para el 43%, y el robo al salario con “ganancias” se lleva hasta dos meses de sueldo. Crece la oleada de despidos y suspensiones; el carnero K, Caló, reconoce que hay 10.000 metalúrgicos suspendidos y 2.000 despedidos. Cayó el precio de la soja golpeando a los pequeños y medianos productores. Los yanquis siguen el apriete con los “fondos buitres”. El impresentable Boudou presidió el acto del 9 de Julio en Tucumán; es lógico en un gobierno que recibe como “amigos” y “aliados” al presidente ruso y el chino, que vienen a saquearnos. 2. ¡Humillación nacional! El presidente chino amenazó con suspender su viaje a la Argentina si no le garantizaban la seguridad de las inversiones. El gobierno K corrió a presentar un proyecto de ley, que el Senado aprobó por unanimidad, que protege ¡de la justicia argentina! a “los bancos centrales y otras entidades monetarias” extranjeras. La ausencia de Boudou en el Senado formó parte de la negociación del gobierno K con la oposición, para aprobar la ley. Fue una asociación ilícita de oficialistas y “opositores” la que aprobó esa ley que es inconstitucional, igual que los acuerdos del gobierno K atados a la “justicia” de los países imperialistas (como el de los “fondos buitres”). Sigue el apuro del Gobierno para que los Diputados aprueben esa ley entreguista antes de la llegada al país del chino Xi Jinping. 3. Saqueo 1: vino Putin El presidente ruso, Putin, afirmó que “la Argentina es el principal socio estratégico de Rusia en América Latina, la ONU y el ‘Grupo de los 20’”. Lo que significa un rol privilegiado para la disputa por una tajada de la Argentina. Putin se llevó un preacuerdo para construir la represa hidroeléctrica de Chihuido, las turbinas para Punta Negra, modernizar Salto Grande, y construir nuevas centrales. Desde los tiempos inmemoriales construimos represas; además, se exportan turbinas. Destruyen la industria nacional entregando esos negocios a los imperialistas rusos. Exportamos reactores atómicos, pero Putin se lleva “una asociación en energía atómica”, y un preacuerdo por el que la empresa rusa Rosatom construirá dos centrales atómicas. Habrá que ver hasta dónde se avanzó en una “asociación” para la Antártida, sobre la que Rusia busca el “paraguas argentino” para avanzar sobre ese único continente “sin repartir”. 4. Saqueo 2: viene Xi Jinping “China y la Argentina se han convertido en amigos íntimos de confianza mutua”, afirmó en un reportaje el presidente chino, Xi Jinping, y citó al Martin Fierro: “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera”. Como la relación de la Argentina con China es de dependencia con China y otros imperialismos que se disputan las tajadas y la hegemonía, la frase que corresponde es lo que sigue en el poema de Hernández: “Los devoran los de afuera”. Agrega Xi que su objetivo es “llevar la asociación estratégica entre China y la Argentina a una nueva altura”. ¿Qué vino a buscar y se lleva el presidente chino? Se adueña del ferrocarril Belgrano Cargas, para sacar hacia los puertos del Paraná y de Chile, soja, sorgo, alfalfa, madera, lana, leche y carne. Construirá las represas hidroeléctricas de Santa Cruz (Putin, en esto, se quedó con el premio consuelo de la de Chihuido), una central térmica. Y la construcción del túnel de Agua Negra en San Juan para la salida al Pacífico. 5. No hay imperialismo “bueno” Todos los negocios concretados con China y Rusia pueden ser realizados por trabajadores y técnicos argentinos, van a arruinar ramas de la industria nacional, y van a endeudar, por décadas a la Argentina con esos dos imperialismos. No hay “imperialismos buenos” e “imperialismos malos”. Solo hay imperialismos, y la única relación que establecen es la de sometimiento nacional. Ejemplo de eso es el intercambio comercial que tienen con la Argentina, con jugosos saldos a favor de China y Rusia. Y lo que nos compran son bienes primarios, que pagan a un precio 10 veces menor que los productos que nos venden. Aplican las llamadas “tijeras del intercambio”, por lo que el Che Guevara denunció a Rusia como ejemplo de comercio imperialista, en los años 60. Hay disputa en varios de los “bocados” que se quieren comer chinos y rusos: los chinos quieren avanzar y los rusos recuperar terreno. Los acuerdos entreguistas negociados por Cristina K, muestran que la esencia de su política es la asociación y subordinación al imperialismo, propia de su carácter de burguesía intermediaria del imperialismo. Ese entreguismo es lo que le impide tener un proyecto nacional, y lo que lleva a la destrucción y extranjerización creciente de la economía nacional. Y, más tarde o más temprano, a la entrega de tierras: los chinos se han adueñado de 227 millones de hectáreas en Sudán, Liberia, Etiopía y otros países africanos. En este camino, ni “el yuyito” (como llamó Cristina K a la soja) nos va a quedar. 5. Paro nacional y Frente Popular Los trabajadores de Emfer siguen ocupando la fábrica. Los docentes de Buenos Aires, con los Suteba combativos a la cabeza, paran el 16 y no inician las clases a la vuelta de las vacaciones. Trabajadores de la salud y estatales de 13 provincias están en conflicto, con el impulso de ATE, y de sindicatos combativos de municipales. Camioneros, transporte y gastronómicos pelean las paritarias de ramas de esos gremios. Un paso hacia el paro es la jornada nacional del 16/7 con la consigna “La única deuda legítima es con el pueblo”, que convocan CCC, CTA y organizaciones de la Multisectorial. También, la convocatoria del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el 24, contra la criminalización de la protesta. Hay avances hacia el paro nacional activo, multisectorial. Sigue siendo una cuestión clave discutirlo en asambleas y cuerpos de delegados, particularmente en las empresas grandes y en conflicto. La bronca por aumentos comidos por la inflación, y el robo del impuesto al salario, le mueven el piso a los jerarcas carneros K. Si el llamado “giro” de Cristina K, con la devaluación y demás medidas del ajuste ortodoxo con inflación, contribuyó a desenmascarar al gobierno K, los otros candidatos del sistema se van desnudando ante las masas: compiten con el gobierno en ser “pagadores seriales” de deudas ilegítimas, y se unen al gobierno en la impunidad de los negocios imperialistas en la Argentina. Este clima de humillación nacional de los de arriba, muestra la necesidad de un verdadero Frente Popular, que se plante contra la política de hambre, entrega y represión; que recoja en su programa los reclamos de los trabajadores y el pueblo; que lleve a las masas las propuestas patrióticas, democráticas, antioligárquicas y antiimperialistas necesarias para salir de este infierno. Un frente con candidatos para las elecciones que encabecen las luchas de las masas; y capaz de jugar en cancha barrosa, en los escenarios a los que nos van a llevar la grave situación económica y la inestabilidad política. Un frente que lleve a fondo el mandato de los patriotas del Congreso de Tucumán: “libres de España, y de toda otra dominación extranjera”.
