—¿Cómo se origina el conflicto?
—El reclamo se origina cuando pasado casi diez meses del pedido de subsidio para la industria y de haber logrado el compromiso público de la viceministra de Trabajo Noemí Rial en hacerlo lo más rápido posible, solo cumplió con la mitad de los trabajadores, los registrados, dejando a los trabajadores en negro más postergados de lo que su realidad los atraviesa.
—¿Cómo se origina el conflicto?
—El reclamo se origina cuando pasado casi diez meses del pedido de subsidio para la industria y de haber logrado el compromiso público de la viceministra de Trabajo Noemí Rial en hacerlo lo más rápido posible, solo cumplió con la mitad de los trabajadores, los registrados, dejando a los trabajadores en negro más postergados de lo que su realidad los atraviesa.
Los compañeros registrados consiguieron cobrar ya la quinta cuota, a nosotros, los no registrados, aunque hacemos la misma tarea, no nos llegó ninguna cuota.
—¿Qué se consiguió?
—Se consiguió que el gremio atendiera los justos reclamos de lo que hoy es el sector más creciente de la industria, los trabajadores en negro; y, después de dos marchas hacia el municipio, se logró también que la intendencia se pusiera al frente del reclamo, algo que no podía ser de otra manera, por la justeza del mismo. Después de una semana de idas y vueltas y de ver quién de los actores era el que más mentía, se consiguió hacer efectiva la primera cuota para algunos compañeros. Paulatinamente, en el transcurso de la semana se irá completando la totalidad del padrón. Sobre todo, conseguimos demostrar que unidos podemos dar vuelta nuestra situación.
—Ganada esta primera cuota, ¿cuál es el desafío para el futuro?
—Estamos claros de que esta situación requiere de otro tipo de solución mucho más de fondo, pero nuestro próximo objetivo es igualar las cuotas de los compañeros en blanco porque nos consideramos parte vital de la industria y en igualdad de condiciones. La única diferencia es que estamos completamente desamparados cuando pasan situaciones como estas, cuando las empresas deciden no sacar los barcos a pescar, dejándonos sin materia prima y cuando el Estado juega el papel de distraído y los deja actuar con total impunidad, esperemos poder conseguir un trato igualitario y no tener que volver a convencer a nadie de lo mal que esta la situación de la pesca y más para nosotros que somos el último eslabón.
Otra pelea es por el reconocimiento de la totalidad del padrón de 9.200 confeccionado en el 2012. Los trabajadores en negro somos un invento de las empresas y el Estado no tendría que ser cómplice.
