En el marco de un año con elecciones de Consejo de todos los estamentos, con elección de decanos y rector, nos encontramos en Tucumán con un nivel de disputa mucho mayor. La disputa por el manejo de la caja de la UNT y las políticas universitarias que se aplicarán, recrudeció las internas por arriba, apareciendo de la noche a la mañana el armado de listas nuevas, como así también el intento de proscripción de siete listas por parte de la junta electoral.
La Facultad de Psicología no quedó ajena a esta situación. Habiendo iniciado el cronograma electoral nos encontramos con una ruptura repentina de la Franja Morada que dividió su agrupación en dos, quedando un sector perteneciente a una orgánica regional y más alineado al candidato a rector José García; y otro sector más apoyado en agrupamientos internos de la UCR con mayor afinidad a las autoridades de la Facultad.
Su ruptura fue escandalosa con acusaciones de robo de dinero del Centro, acusaciones de violencia de género y chicanas políticas. A todo esto ¿dónde quedaron representados los intereses de los estudiantes? Lo único que quedó claro para la mayoría es que es necesario avanzar en un camino de elegir a compañeros que sean independientes de las autoridades y del gobierno para representar y responder solamente los intereses estudiantiles.
Desde la LUE CEPA nos plantamos en esta campaña como la única alternativa de esa índole, denunciamos los alineamientos de la FM con el gobierno nacional y con sectores de las autoridades, y pusimos sobre la mesa la realidad que queremos transformar. Cada año hay menos ingresantes, y la deserción en los otros años no ha disminuido tampoco. Somos muchos y cada vez más los que tenemos que salir a laburar para poder costear nuestros estudios, necesitamos un Centro y Consejo que pelee por la implementación inmediata del Boleto Educativo, por una ampliación del comedor, por copias baratas, mayor banda horaria para el cursado, guardería materno infantil, entre muchas otras necesidades. Nos eligieron en un período difícil para la Universidad, con un gobierno nacional que acaba de recortar $3 mil millones del presupuesto educativo y que tiene bajo la manga un plan de reforma educativa que pone en peligro nuestra formación con el recorte de contenidos y que es de corte neoliberal. Sumado a las políticas de ajuste que afecta el resto de nuestros ámbitos con la inflación y tarifazos, se hace imprescindible un camino de defensa de la educación pública.
Ante todo queremos estar al pie del cañón para enfrentar la deserción y que ningún compa se quede sin la posibilidad de estudiar por cuestiones económicas.
Vamos por la Universidad del Pueblo Liberado.
Corresponsal
Hoy N° 1717 16/05/2018
