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13 de junio de 2024

Gigantesca represión para hacer pasar la Ley Bases

El Senado aprobó con modificaciones la Ley Bases y el paquete fiscal, en medio de una gran movilización popular, que fue brutalmente reprimida, con decenas de heridos y detenidos. Ahora la Cámara de Diputados debe ratificar o rechazar la Ley.

Desde temprano, la Plaza de los Dos Congresos se fue llenando de compañeras y compañeros, pese a los operativos represivos en los accesos a CABA, que impedían el paso de micros. Una gran unidad se veía en las columnas de los distintos gremios de las tres centrales obreras (CGT y las dos CTA), las organizaciones sociales encabezadas por la UTEP, agrupaciones estudiantiles, de jubilados, partidos políticos, y miles que concurrían por su cuenta.  Todos al grito de “La Patria no se vende”.

También hubo marchas y actos contra la Ley Bases en muchas ciudades de nuestro país, en las que nuestro PCR y la CCC participaron activamente, impulsando actividades unitarias.

El gobierno, en el momento en que la plaza y sus alrededores estaban colmados de manifestantes, provocó y descargó la brutal represión. El objetivo era claro, despejar la plaza, porque este gobierno considera “terroristas” a los que se oponen a su nefasta política de hambre, entrega y represión.

Miles de compañeras y compañeros de la CCC, el PCR y su JCR, la FNC, la CEPA y el MUS  encolumnamos y en conjunto con todos los sectores populares presentes, resistimos la brutal represión.

Mientras las fuerzas represivas federales y de la ciudad de Buenos Aires disparaban balas de goma, gaseaban y golpeaban a miles de compañeras y compañeros, dentro del Senado se seguía traficando la compra de votos. En forma obscena se negociaron embajadas, cargos en empresas públicas, subsidios y otros canjes a cambio de levantar la mano para aprobar una ley anti-obrera y de entrega nacional. Aun así, el gobierno tuvo que recurrir al voto de la vicepresidenta de la Nación Villarruel, frente al empate de los votos para aprobarla en general, y en algunos puntos en particular.

Entre el proyecto original enviado por el Ejecutivo al principio de su mandato y el aprobado ayer, hubo varios meses de creciente lucha popular, con dos paros generales y centenares de paros y movilizaciones, que hicieron retroceder al gobierno en algunos puntos.

Milei, mostrando una vez más su esencia fascista y reaccionaria, intentó justificar la brutal represión, que incluyó disparos de balas de goma a la cara y gas pimienta sobre diputados y diputadas, y provocaciones como las que nos tienen acostumbrados los servicios como fue el incendio al auto de Cadena 3, inventando un supuesto intento de “perpetuar” (sic) un golpe de Estado, y calificando de “terroristas” a las organizaciones sociales, sindicales y políticas que rechazaron en las calles la Ley Bases.

El proyecto aprobado por el Senado contempla otorgarle “facultades delegadas”, es decir que el presidente puede hacer y deshacer a decreto limpio, sin pasar por el Congreso, para avanzar con lo que llaman “reforma del Estado” y la antiobrera reforma laboral, parte de su plan de hambre y entrega.

Las y los senadores que aprobaron esto, como dice la propia Constitución, son “infames traidores a la patria”. Aquí también tuvo que votar Villarruel porque la votación estaba empatada.

En el texto aprobado en el Senado, para conseguir los votos sacaron de la lista de empresas a privatizar Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentina y el Correo Argentino. Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA) y Yacimientos Carboníferos Rio Turbio (YCRT) podrán tener una privatización parcial, y mantienen para privatizar Aysa, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse).

También tuvo que ceder el gobierno en varios capítulos del RIGI, no pudo sacar la moratoria previsional para las jubilaciones, ni imponer nuevamente el impuesto sobre los salarios, mal llamado “impuesto a las ganancias”. De todas maneras sigue siendo una ley nefasta para los intereses nacionales y populares.

“Ley gases”, tituló un medio, para graficar que solo con represión los sectores más reaccionarios pueden imponer su política de ajuste y entrega. Por la noche hubo cacerolazos en barrios de la ciudad de Buenos Aires y otras ciudades.

También Macri impuso con represión la reforma jubilatoria en el 2017. Pero fue una derrota política ante las masas, ya que crecieron las luchas.

El movimiento obrero y popular seguirá en la pelea para torcerle el brazo a esta política, en todos los terrenos, y nos preparamos para movilizar masivamente cuando se trate la Ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara de Diputados.