Con Néstor Kirchner, la minería desplazó a la ganadería en el volumen de exportaciones. En el turno de Cristina, la profundización de esta política ha llevado a que el Ejecutivo vete una ley de protección de glaciares, que había sido aprobada por ambas cámaras legislativas.
Esta ley plantea la protección de glaciares y zonas adyacentes, prohibiendo todo tipo de actividad industrial o minera que afecte el ambiente, particularmente el agua.
Semejante entreguismo fue demasiado para algunos diputados oficialistas como Miguel Bonasso, quien denunció que “Barrick Gold presionó para que Cristina vete la ley de Glaciares”, y relató en varios medios cómo fue la sesión en Diputados posterior al veto, donde su planteo para sacar de nuevo la ley sacó 107 votos, y tuvo 90 en contra. Si bien el kirchnerismo perdió, no se trató la ley por no llegar a los dos tercios necesarios.
Es decir que hubo 90 “representantes del pueblo” que dieron vuelta su voto tras el veto presidencial, y se opusieron a esta ley alrededor de la cual, como dice Bonasso, lo que está en juego es el agua: “Los glaciares son una reserva de agua congelada sumamente importante, al igual que las zonas periglaciares que alimentan las cuencas de los ríos que van de la Cordillera al Atlántico”.
Esta política minera, que los Kirchner han profundizado a niveles nunca antes alcanzados, basada en la extracción de minerales dinamitando montañas, y contaminando grandes extensiones de agua y tierra con cianuro y metales pesados, tiene su origen en el menemismo. Allá por el ´93 se dictaron una serie de leyes impulsadas entre otros personajes por el actual gobernador de San Juan, José Luis Gioja.
Bonasso afirma que “No es casualidad que uno de sus hermanos, el senador César Ambrosio Gioja, presida la influyente Comisión de Minería del Senado de la Nación y que otro de sus hermanos, Juan Carlos, integre la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados de la Nación. Tampoco es casual que el senador Gioja figure en la web como “contacto” de la empresa de minas y canteras Bentonitas Santa Gema SA”.
Dicha empresa es proveedora de Barrick Gold en la mina Veladero, una gigantesca explotación aurífera en los Andes sanjuaninos, que ya se ha cobrado la vida de cincuenta trabajadores en estos años.
Recuerda Bonasso que la Barrick Gold fue fundada “por el conocido traficante de armas saudita Adnan Kashoggi, que adquirió fama mundial en los ochenta a raíz del escándalo Irán-Contras. No por casualidad tampoco, uno de sus principales padrinos internacionales ha sido el ex presidente norteamericano George Bush (padre), petrolero y ex director de la CIA”.
Como en otras áreas, el doble discurso de este gobierno en la política medioambiental queda expuesto con este veto, que privilegia el saqueo minero por sobre la protección de nuestros recursos naturales.
02 de octubre de 2010