Venimos de enfrentar un 2011 difícil. Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 54% en las elecciones presidenciales con un amplio consenso entre los argentinos y también con el apoyo de los principales grupos económicos que tienen el poder en Argentina. El gobierno mostró en las elecciones de octubre, que logró ganar la disputa por el consenso de millones de argentinos y a la vez garantizar la gobernabilidad “bajo su batuta” entre los diferentes grupos económicos que se disputan el poder en nuestro país.
Venimos de enfrentar un 2011 difícil. Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 54% en las elecciones presidenciales con un amplio consenso entre los argentinos y también con el apoyo de los principales grupos económicos que tienen el poder en Argentina. El gobierno mostró en las elecciones de octubre, que logró ganar la disputa por el consenso de millones de argentinos y a la vez garantizar la gobernabilidad “bajo su batuta” entre los diferentes grupos económicos que se disputan el poder en nuestro país.
Tuvimos que enfrentar un debate grande a nivel de masas alrededor del carácter del gobierno nacional. Los K son un grupo económico que ha crecido fenomenalmente al calor del aparato del estado y el “capitalismo de amigos” aliado a diferentes potencias extranjeras. Con este aparato disputan la hegemonía entre los de arriba. También tienen un importante “brazo” de movimientos sociales sostenido con millones de pesos y un balance de concesiones frente a algunas luchas históricas del pueblo, con el que disputan a toda la masa.
Luego de 10 años, el “kirchnerismo” representa una corriente de masas con diferente afinidad. Han logrado ganar en diferente medida ideas como: “es un buen gobierno”, “hacen lo posible”, “es el mal menor” u otras ideas más o menos críticas en diferentes aspectos. No es todo igual. En la UNR, CFK mantiene una imagen positiva entre el 40 y el 50% según las carreras. En la práctica hemos comprobado que es posible disputar y ganar a la mayoría de los estudiantes para enfrentar la política del gobierno y las autoridades. Golpeando a los responsables de los problemas que sufrimos, impulsando una línea amplia, que abarque a la mayoría y garantice el protagonismo estudiantil. Y, desde el prestigio que nos hemos ganado encabezando las luchas, no darle tregua a los debates, sin etiquetar, ir poniendo en evidencia la esencia de la política K y a sus intérpretes en la UNR.
Sigue siendo una gran dificultad manejarnos frente a esta situación. Pudimos avanzar cuando logramos confrontar a nivel de masas la forma en la que se presentan (agrupaciones “de izquierda”, “nacional y popular”), con lo que son realmente, partiendo de hechos públicos que ponen en evidencia la esencia. En un momento fue muy importante ir a fondo con los debates alrededor de la Resolución 125, Paraná Metal, la represión en Kraft, etc. Ahora tenemos que hacer el máximo esfuerzo por llegar a todos los estudiantes con los debates alrededor de la megaminería, la represión a las luchas populares, los ferrocarriles y otros temas que evidencian el modelo K.
En la UNR
El debate de masas que logramos instalar desde el 2007 sobre la alianza entre la Franja Morada (UCR) y el gobierno K que les permite controlar el Rectorado fue determinante para enfrentar la ofensiva que plantearon. Esto, primero les puso un techo al crecimiento de la Franja y las agrupaciones K, y luego terminó siendo una de sus principales debilidades frente al debate de masas.
Fue necesario investigar el manejo del presupuesto, los cargos ñoquis y la política que impulsaban en cada facultad. Elaborando argumentos que pudieran hacer visibles al conjunto de los estudiantes la profundidad de sus acuerdos.
El gobierno necesita rectores obsecuentes que le garanticen una universidad sumisa y al servicio técnico de sus monopolios aliados (sojeros, mineros, petroleros, etc.) que saquean y contaminan el país. Necesitan, en lo político, evitar la oposición activa de las capas medias intelectuales y profesionales. Y, en lo económico, técnicos y profesionales capacitados para sostener a los monopolios altamente tecnificados que saquean las riquezas de nuestro país. La Franja Morada (la mayoría del radicalismo de la UNR), necesitaba recuperar el Rectorado para sostener y desarrollar su aparato político (muy debilitado desde el 2001). Ambos necesitaban frenar las luchas estudiantiles y garantizar gobernabilidad.
El rector Maiorana dijo a La Capital apenas asumió en 2007: “el problema presupuestario no se resuelve exigiendo más presupuesto”. La presidenta dijo el 18/08/2010 en la Bolsa de Comercio de Rosario: “los universitarios no tienen que tener miedo de mancharse las manos para darle más rentabilidad a un empresario”. A confesión de partes relevo de pruebas: allí está el objetivo de fondo que comparten la Franja y los K.
Las elecciones estudiantiles
Planteamos la necesidad de fortalecer Centros de Estudiantes independientes de las autoridades y el gobierno, que enfrenten esta política en todos sus aspectos, sin condicionamientos, independientemente de quienes sean los responsables en cada momento.
En toda la UNR planteamos reagrupamientos amplios sobre la base de este eje político y logramos ser ratificados por amplio margen en la conducción de cuatro centros de Estudiantes. Nos presentamos en nueve de las diez Facultades que hay en Rosario. Mantuvimos la conducción en Ciencias Médicas en un frente que integraron decenas de estudiantes independientes. En Psicología también fuimos ratificados en la conducción encabezando un reagrupamiento de fuerzas (FEU) junto a Santiago Pampillón (Frente Popular Darío Santillán). En Ciencia Política mantuvimos la conducción en un frente (FEU) con S. Pampillón al que este año se incorporó Libres del Sur. También logramos ampliar la diferencia de 11 votos del año pasado en Humanidades y Artes (que recuperamos en 2011) encabezando un reagrupamiento de fuerzas (Frente 20 de Diciembre) junto al Pampillón, el MST y agrupamientos independientes de las carreras. Hicimos una gran elección en Arquitectura, donde logramos romper la polaridad entre la Franja Morada y el Área (PS Binner) y quedamos como tercera fuerza obteniendo un Consejero Directivo. También crecimos en Derecho donde se sumaron nuevos compañeros. Y presentamos listas, a Centro y Consejo, en Ingeniería y Cs. Bioquímicas, Facultades donde se sumaron nuevos compañeros.
Logramos ser la primera agrupación en presentarse en la Facultad de Odontología en casi 20 años. Luego de una lucha importante contra los aprietes de las autoridades, con el apoyo determinante la FUR, la CTA, COAD, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Liberpueblo y otros organismos, conseguimos ser reconocidos.
El fortalecimiento del ALDE como frente único se evidenció en los más de 200 estudiantes que militaron en las nueve Facultades, en los más de 300 estudiantes que fueron candidatos del ALDE y en las listas que reunieron el apoyo de unos 2.900 adherentes y casi 6.500 votos.
También se fortaleció el MNR (PS Giustiniani) y el Frente de Estudiantes Independientes (Ciencias Médicas) que conducen la FUR junto al ALDE y Santiago Pampillón.
La Franja Morada hizo su peor elección en muchos años. Perdió el Centro de Estudiantes de Arquitectura, obtuvo el 2,5% en Ciencias Médicas, el 8% en Ingeniería, quedó a más de 40 puntos (1.000 votos) en Psicología, a 8 puntos (170 votos) en Humanidades y apenas logró retener por 250 votos Cs. Económicas y por 9 votos Veterinarias, únicos Centros que dirige.
También retrocedió el kirchnerismo. Les hicimos pagar sus acuerdos con el Rectorado. Si bien han logrado mantener un gran número de agrupaciones en toda la UNR que encuentra una corriente de estudiantes que se identifica con ellos y participa en las elecciones, retrocedieron en las elecciones.
Estos resultados son un triunfo de gran importancia de cara a poner la FUR en las calles cuando, por un lado, el gobierno viene preparando el ajuste y avanzando con la criminalización de la protesta social; y, por otro, la crisis internacional comienza a golpear algunos sectores de la dependiente economía Argentina. El gran desafío planteado es si vamos a ser capaces de encabezar los reclamos de los estudiantes y el pueblo argentino, impulsando la lucha por hacer posible lo necesario y ayudando a que las mayorías sean protagonistas de su propio destino, abriendo un camino liberador para nuestro pueblo.