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03 de octubre de 2010

Producto de la lucha impulsada, en una sesión del Consejo Superior se aprobó el proyecto de emergencia económica en la UNLP por más presupuesto, comedores, albergues y boleto.

Golpe a la política K

La universidad de la Plata va a tener albergue

El 25/9, sesionó el Consejo Superior de la UNLP que tenía como tema central la distribución presupuestaria del 2007. Además se trataba el proyecto presentado por la FULP, de 3 puntos: el primero relacionado con el presupuesto, con la exigencia al gobierno nacional de aumento y la declaración de emergencia eco-nómica de la UNLP; el segundo respecto al comedor universitario (ampliación al turno noche, fines de semana y feriados) y la creación de un albergue universitario (en el ex Campus Universitario con lugar para 400 estudiantes); y el tercero sobre el boleto universitario (corta y larga distancia). También esta sesión era importante, ya que los no docentes movilizaban por el 82% móvil para los jubilados.
Entrevistamos a Iñaki Urquizu, consejero superior de la CEPA:

—¿Cómo fue el debate en torno al presupuesto?
—El tema no fue sencillo porque se discutía la distribución presupuestaria, pero no la realidad de las facultades en materia presupuestaria. El debate central fue si la UNLP iba a golpear la política educativa K o no. Por lo tanto lo primero fue denunciar la grave situación presupuestaria a la que nos somete el gobierno. Plantear que el presupuesto en la UNLP sigue siendo insuficiente, ya que el 94% se destina a sueldos y sólo el 6% queda para el funcionamiento, materiales, etc. La masa salarial está muy por detrás de lo que reclaman nuestros docentes, la inflación la devora mes a mes.

—¿Cuál es la situación
de los estudiantes?
—Se nos hace cada vez más difícil mantenernos en la Universidad. Lo que han subido los precios es terrible, la comida, los alquileres. Muchos estudiantes han tenido que dejar, o volver a su pueblo por no poder costear sus estudios. Por eso presentamos el proyecto del presupuesto, comedores, albergues y boleto.
Fue difícil, pero se aprobó. En un momento pensábamos que no salía. El rector llegó a plantear que “este gobierno había triplicado el presupuesto”.
Pero eso comenzó a cambiar en el debate. Muchos de los decanos, docentes y graduados que para la asamblea universitaria trucha habían jugado con el rector, pasaron a jugar con nosotros en relación al proyecto. Esto es una muestra de que no son todos lo mismo, y que hay contradicciones. El día anterior en la reunión de decanos que convoca el Rectorado, había acuerdo con lo que planteaba Azpiazu, que era aprobar la distribución y hacer un documento medio lavado para reclamar más presupuesto. En 30 minutos cambió la sesión, más allá de los intentos de manijeo y la oposición del rector respecto a la emergencia económica, se aprobó el proyecto.

—¿Cómo siguen ahora?
—Este es un paso muy importante y un golpe para la política K que presenta la educación superior como una panacea. Ahora sigue la pelea por la implementación, el comedor a $ 1 nos llevó años, y este gobierno es duro para entregar guita; pero con la FULP a la cabeza y desde abajo, desde cada curso, vamos a seguir luchando para que los albergues y el boleto sean un hecho.
Tres días después del Consejo, el viernes 28, se realizaron asambleas en cada sede del comedor. Allí se resolvió salir a la calle con las bandejas. Es el segundo corte coordinado de las 4 sedes (el primero fue hace 3 semanas), lo que demuestra que cuando tenemos audacia, línea e iniciativa, una parte importante de los estudiantes se vuelca a la lucha.
Este logro crea mejores condiciones y tonifica la lucha de estudiantes, docentes y no docentes frente a la política K. Esta es una polémica que tuvimos con los compañeros de Insurrectos, el MIU, el Cauce y parte del trotskismo. Ellos, partiendo de la idea de que ningún sector docente es ganable para la lucha presupuestaria, planteaban que nada podíamos sacar de este Consejo, e impulsaron pudrir la sesión.
El viernes 5 se realizó una marcha con la exigencia al gobierno K de urgente aumento de presupuesto, que terminó en el ex Campus Universitario, lugar que venimos exigiendo pase a funcionar como albergue.