La Comisión Nacional de Valores (CNV) tomó la semana pasada una decisión –Resolución General 646– que obliga a que los activos de los fondos comunes de inversión (FCI) que se negocien en el exterior sean valuados en moneda de curso legal al tipo de cambio del Banco Nación del dólar oficial. Súbitamente, quienes habían ahorrado en dólares en cualesquiera de estos fondos comunes de inversión pensando que al momento de liquidarse su inversión, obtendrían el valor del contado con liquidación, de golpe y porrazo se enfrentan con la realidad que se les fija como valor para la cuantificación de su crédito el valor del dólar oficial, y no el esperado, con lo cual su ahorro, de la noche a la mañana, se ve disminuido en alrededor de un 30% de su valor de mercado.
Axel Kicillof que, por un lado, dice que el dólar paralelo es “irrelevante” (“la nada”) y manda gendarmes a la calle Florida, por otro, ordenó esta medida para acallar al precio del dólar llamado “contado con liquidación”, diciendo también que es un mercado “insignificante”. Anticipó la resolución de la medida pero no la fecha de entrada en vigencia con lo que, lógicamente, desató una fuerte ola vendedora que afectó en forma considerable a los tenedores de cuota-partes de los fondos.
Típico de la Argentina, un funcionario que tiene la información dispone una medida que provoca una fuerte pérdida de riqueza de unos tenedores de bonos que, al día siguiente, otros recuperan por comprar bonos a precios mucho más baratos. ¿Alguien además de Kicillof conocía esta brusca maniobra propia de la “patria financiera”?
La resolución, conocida el martes por la noche y publicada sin cambios recién el viernes en el Boletín Oficial, provocó un terremoto financiero, con una fuerte caída de los precios de los títulos públicos y las acciones.
Ocurre que los fondos comunes tenían valuados los títulos al precio de mercado –que refleja la brecha entre el dólar oficial de $9,40 y el precio de “contado con liqui”–, que estaba a $14,10 al día de conocerse esta explosiva medida.
Conocida la norma, los FCI salieron a desprenderse de esos bonos lo más rápido posible, provocando el desplome de precios, por lo que se conoce como “efecto Puerta 12”, que se genera cuando todo el mundo quiere vender un activo, en este caso los bonos en dólares.
La sorpresiva (¿para todos?) decisión de obligar a los fondos de inversión a contabilizar sus tenencias de bonos en dólares a la cotización del oficial y no al valor de mercado del dólar Bolsa tiene excusas cortas y sospechas largas. Para Kicillof “la medida defiende a los pequeños ahorristas de abusos del sector financiero”.
Lo concreto es que los “pequeños ahorristas” ven que los bonos valen menos que antes y sus cuota-partes en los fondos comunes también. De pronto pierden hasta 30%, una rara intervención en su defensa.
Funcionarios del Palacio de Hacienda habrían anticipado a algunos operadores del mercado información confidencial de las medidas sobre la nueva valuación de activos en los fondos de inversión.
La filtración permitió que algunos financistas y banqueros utilizaran esos datos para realizar maniobras especulativas y grandes ganancias. Entre los operadores circula la información que hubo una casa de cambio muy importante y dos bancos de inversión que le anticiparon a sus clientes las medidas que después anunció Kicillof. Entre ellos se menciona al Deustche Bank, al fondo buitre Owl Creek, y hasta al Fondo de Inversión Latam Securities del argentino Diego Marynberg, amigo de Kicillof.
Brutal transferencia de riqueza
Lo que el Gobierno logró fue una brutal transferencia de riqueza. Perdieron en lo inmediato los cuotapartistas de los Fondos Comunes de Inversión, ganaron los que se prepararon para comprar bonos en dólares a precios regalados.
“La medida que se tomó es muy chiquita en el efecto sobre el mercado argentino, ya que afecta sólo a los fondos comunes de inversión, no a los plazos fijos, ni tenencias de bonos ni nada por el estilo”, aseguró Kicillof. Lo que hace temer a muchos, que después no vaya precisamente por los plazos fijos y las tenencias de bonos.