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27 de septiembre de 2023

Reclaman 40% de aumento salarial en cuatro años

Gran huelga en las automotrices de Estados Unidos

Como habíamos anunciado en el hoy del 6 de septiembre, el 15 de septiembre estalló la huelga contra los tres grandes fabricantes de Detroit. La huelga de la UAW (United Auto Workers, (Unión Sindical de Trabajadores de Automotrices y Autopartistas) es la acción sindical más importante en EEUU en décadas.

Nunca como ahora han parado simultáneamente fábricas de las llamadas “Tres Grandes”: General Motors (Wentsville), Ford (Michigan) y Stellantis (Lancia Jeep–Chrysler– (Toledo). Aproximadamente,12.700 obreros están en paro, de los cerca de 150.000 afiliados. En lugar de lanzar una huelga total con sus 146.000 miembros, el sindicato optó por concentrarse en tres fábricas -una en cada automotriz- para que el fondo de huelga de 825 millones de dólares del sindicato dure más.

Se demanda el 40% de incremento salarial prorrateado en los cuatro años de duración de sus contratos colectivos  y un acuerdo para que la industria automotriz electrificada del futuro, sea cubierta por la UAW y las firmas vía contratos sectoriales; fin del abuso de los trabajadores temporales y derecho de huelga por el cierre de plantas; una semana laboral de 32 horas sin reducción salarial; restablecimiento del ajuste por costo de la vida  para garantizar que los salarios sigan el ritmo de la inflación; la eliminación de los distintos niveles salariales para los puestos en las fábricas; la recuperación de las pensiones tradicionales de prestación definida para las nuevas contrataciones, que ahora reciben planes de jubilación precarios e incrementos en las pensiones de los jubilados.

Son cifras que corresponden a la inflación alta de estos años en Estados Unidos, de 7 y 6.5% en 2021 y 2022, respectivamente, y un previsible 4% en 2023.

Más aún, son cifras que están en relación con las ganancias récord que han alcanzado las firmas en estos años. Sólo el primer semestre de 2023 fueron cerca de 23.000 millones de dólares, esto es 80% más que en 2022, que fue también un año de grandes ganancias.

Vista la década en retrospectiva, las empresas han ganado 250.000 millones de dólares, y les pagaron a sus CEOs entre 21 millones de dólares (Stellantis) y 29 millones de dólares (GM). El razonamiento de UAW es simple: sí se ha podido obtener este nivel de ganancias y se han podido aumentar los salarios de los altos gerentes en 40%, ¿por qué no ir por un 40% prorrateado en cuatro años para los trabajadores?

En una señal del potencial económico y político de una huelga prolongada, el presidente Joe Biden enviará a dos altos funcionarios de su gobierno a Detroit para reunirse con ambas partes. Biden se puso del lado del sindicato en breves comentarios públicos, diciendo que los fabricantes de automóviles no han compartido de manera justa sus ganancias récord con los trabajadores.

A su vez, el presidente del UAW, Shawn Fain, dijo que el gobierno de Biden no negociará un acuerdo. “Esta es nuestra batalla. Nuestros miembros están ahí a cargo de las protestas”, “Esta batalla no se trata del presidente ni se trata del expresidente”. Pero Fain además dijo que más plantas podrían sumarse si las automotrices no mejoran sus ofertas.

Criticó los comunicados corporativos que apuntaron que los costosos acuerdos les obligarían a incrementar el precio de los vehículos y alegó que la mano de obra representa apenas entre el 4 y el 5% del costo del producto final.

Podrían duplicar nuestros salarios y no subir el precio de los autos y seguirían obteniendo millones de dólares en beneficios”, aseveró Fain. “El problema no somos nosotros”.

Estas acciones se producen en un contexto en el que la población en general simpatiza con los sindicatos (el 71% de los estadounidenses apoya a los sindicatos según una encuesta Gallup de 2022) y los derechos de los trabajadores, sobre todo después de la pandemia de Covid-19, durante la cual los grandes ricos se hicieron aún más ricos mientras los trabajadores esenciales mantenían la economía a flote, a menudo en condiciones inseguras. La huelga de la UAW tiene gran apoyo entre los trabajadores y la población en general. Según una encuesta de Gallup actual, el 75% de los encuestados apoyan la huelga de la UAW.

El sindicato insiste en que está dispuesto a ampliar la huelga a otras plantas a menos que las empresas mejoren sus ofertas en negociaciones posteriores, cuando esas conversaciones se reanuden. «Estamos listos para que la huelga dure el tiempo que sea necesario», dijo Fain. El senador Bernie Sanders se manifestó en un acto en completo apoyo a los trabajadores.

Las empresas automotrices están atacando a los trabajadores con despidos, informes de la planta de producción en los que la dirección se muestra más agresiva y hostil y una mayor disciplina en las plantas que actualmente no están en huelga.

Recordemos que además de los trabajadores automotrices, continúa la huelga de los guionistas y actores de Hollywood, miles de trabajadores hoteleros de Los Ángeles están en paro En todo el país hubo cientos de acciones más pequeñas. El diario Wall Street Journal calcula que sólo en agosto se perdieron 4,1 millones de días de trabajo por huelgas, sumando los días de trabajo de la totalidad de trabajadores que participaron en los paros. La clase trabajadora está en el centro de la política nacional, y sus expectativas van en aumento.

Desde que se convocó la huelga hubo una extraordinaria muestra de solidaridad. Los teamsters (camioneros) se comprometieron a no romper los piquetes. Cientos de personas, entre ellas muchos jóvenes, participan de los piquetes y las concentraciones. Incluso organizaciones de movimientos sociales llamaron a la gente a unirse a la huelga. Se llama a garantizar apoyo material, dinero para el fondo de huelga, y celebrar acciones en solidaridad y reuniones para hacer crecer el apoyo público. Hay otros hechos también de gran peso de por medio. El gobierno y los trabajadores automotrices fueron generosos y solidarios sin discusión con las D-3, cuando en 2008 y 2009 el gobierno inyectó 700.000 millones dólares para su rescate de una quiebra segura. Por más de una década –previa y posterior a dicho rescate- la UAW y los trabajadores aceptaron congelamientos salariales para apoyar su salida de la bancarrota.

La huelga se amplió el viernes 22 con el cese de actividades en 38 centros de repuestos de General Motors y Stellantis. Ford empezó a hacer concesiones importantes en las negociaciones, por eso no fue afectada.

Escribe Alicia Sourges

Hoy N° 1980 27/09/2023