Un enorme sector del movimiento obrero, junto a importantes sectores populares, realizaron el tercer paro nacional, multisectorial y activo contra la política del gobierno kirchnerista de descargar la crisis, la inflación, el pago de deudas ilegítimas, la inseguridad y la corrupción sobre los trabajadores y el pueblo.
Un enorme sector del movimiento obrero, junto a importantes sectores populares, realizaron el tercer paro nacional, multisectorial y activo contra la política del gobierno kirchnerista de descargar la crisis, la inflación, el pago de deudas ilegítimas, la inseguridad y la corrupción sobre los trabajadores y el pueblo.
Crecen el hambre, las suspensiones, los despidos y cierres de plantas, se agrava la situación agraria y la crisis de la educación y la salud públicas, frente a las urgencias de vivienda popular el gobierno nacional y el de la Capital responden con brutales represiones. El gobierno le roba a los trabajadores ocupados parte del salario con el impuesto a las ganancias; a los mayores los condena a jubilaciones de miseria, les niega el 82% móvil, y les saquea los fondos de la Anses; a los desocupados les congela sus planes sociales o se los quita; y esos tres afluentes del movimiento obrero deben pagar el 21% de IVA en cada compra. Al mismo tiempo, el gobierno no le cobra impuestos a los empresarios del juego, y las megamineras imperialistas que ganan fortunas y contaminan las aguas y las tierras pagan un impuesto ridículo.
Frente a esa realidad, que nada tiene que ver con la mentira del “relato” oficial, el paro nacional ha colocado en el centro de la política nacional los reclamos de los trabajadores y el pueblo: ley que prohíba las suspensiones y despidos, fábrica que cierra se estatiza con control de los trabajadores, reapertura de las paritarias, eliminación del impuesto a los salarios (ganancias), aumento de emergencia a los jubilados en marcha al 82% móvil, amnistía o desprocesamiento de los 5.000 luchadores populares procesados, libertad a los presos políticos, derogación de la ley antiterrorista, suspensión de la deuda para su investigación y el no pago de las que son ilegítimas, etc.
El paro nacional expresó la unidad de acción de tres centrales de trabajadores, la Confederación General del Trabajo, la CGT Azul y Blanca y la Central de Trabajadores de la Argentina; y de la Multisectorial que integran la CTA, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pié, MST Teresa Vive, Organización de Trabajadores Radicales, Federación Agraria Argentina, Federación Nacional Campesina, Movimientos de Pueblos Originarios en Lucha, Federación Universitaria Argentina y Federación Universitaria de Buenos Aires.
Esa unidad de acción permitió iniciar el paro de 36 horas, con piquetes y una gran movilización de Plaza de Mayo al acto en Congreso, y garantizó la masividad del paro del 28 y la combatividad de los piquetes. Permitió, también, crear las condiciones para dar respuesta al chantaje político del gobierno y el apriete de las patronales y los jerarcas sindicales carneros.
La voluntad de parar se extendió más allá de las organizaciones convocantes. La división del encuadramiento sindical en las grandes empresas le jugó en contra a muchos monopolios. El paro de los gastronómicos de esas empresas, del transporte de cargas automotor y ferroviario que las abastece, y de los puertos, forzó a muchas patronales a cerrar las plantas, facilitando ejercer sus derechos a muchos obreros con voluntad de parar, amenazados de despido por sus patrones y dirigentes carneros como Pignanelli y Caló. También, la amplitud del paro en los docentes dejó en el aire al carnero Yasky.
La decisión de la Multisectorial de ser parte del paro, permitió que importantes sectores de campesinos pobres, pequeños y medianos productores rurales, originarios, y estudiantes, se unieran al movimiento obrero en la protesta.
Ha sido una feroz lucha política la realización de este paro. El gobierno kirchnerista subestimó el paro del 10 de abril. Ahora no repitió ese error: trabajó activamente, con múltiples medidas, para debilitarlo. Expresión de esto fue la feroz campaña de chantaje político con la amenaza de pérdida del puesto de trabajo. También el “apriete” a la UTA y el acuerdo con su dirección, y las de otros sindicatos, para que no pararan. Además, hizo un trabajo minucioso para intrigar y dividir a la Multisectorial que es clave para la unidad del movimiento obrero con el pueblo. Y promediando el paro, lanzó una campaña gorila para minimizarlo. Está claro que el gobierno ha usado y usará todas las herramientas que dispone para aislar, dividir y tratar de aplastar al sector de la clase obrera y el pueblo que, por tercera vez, se le ha plantado. Lo que muestra la necesidad de profundizar la lucha política, que ahora pasa por el balance del paro, encabezar las luchas y rodearlas de solidaridad. Y redoblar la batalla política para garantizar un plan de lucha hasta torcerle el brazo a la política del gobierno kirchnerista, que beneficia a los grandes terratenientes y monopolios, y refuerza la dependencia nacional de la usura “buitre y no buitre”, abriendo las puertas a la penetración de viejos y nuevos imperialismos.
El PTP y el PCR, junto a las corrientes que integran en el movimiento obrero, campesino, originario, estudiantil y popular, han sido parte activa para garantizar el paro, en las asambleas, cuerpos de delegados y sindicatos, los piquetes, las movilizaciones y los actos, así como en promover y defender la unidad de acción y la Multisectorial de organizaciones de trabajadores, campesinos, originarios y estudiantes. Felicitamos a todos los compañeros por su gran trabajo, y nos comprometemos a seguirlo, para continuar el plan de lucha, para que paguen la crisis los que la causaron, y “juntaron la plata con pala” en esta década kirchnerista.
Partido del Trabajo y del Pueblo
Partido Comunista Revolucionario
28/08/2014
