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10 de enero de 2018

Gran repudio a Etchecolatz en Mar del Plata

El único lugar para un genocida es la cárcel

Desde temprano, a pesar de un sol radiante, se empezaron a concentrar distintas organizaciones tanto en el Tribunal Federal como en la plaza San Martín. Si bien en la semana habían reinado las discusiones entre las diferentes fuerzas políticas sobre las formas y los contenidos de la movilización, el objetivo era claro: Repudiar la prisión domiciliaria a Miguel Etchecolatz. Este violador, torturador, asesino, con seis condenas por delitos de lesa humanidad, cuatro cadenas perpetuas, 21 centros clandestinos de detención a su cargo y más de 960 víctimas, para la Justicia es un anciano que debe vivir en su casa en paz. Ni los alemanes tuvieron compasión con los nazis, ante los pedidos humanitarios por su ancianidad.
Los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero del Tribunal Oral Federal Nº6, en una clara provocación y ante el silencio cómplice del presidente Mauricio Macri deciden esta aberración a los derechos humanos, la justicia y la memoria de todo un pueblo.
Es por eso que decenas de miles colmaron las calles marplatenses con un claro mensaje de que no vamos a parar hasta que este genocida esté preso de nuevo en una cárcel común. 
Para participar de la marcha, llegaron a Mar del Plata, dirigentes de partidos políticos y referentes de derechos humanos nacionales, como el caso de Nora Cortiñas, Rubén López (hijo de Julio López), María del Carmen Verdú de Correpi, Taty Almeida, entre otros. La marcha conmocionó a turistas y locales que veían cómo el centro de la ciudad se llenaba de nutridas columnas de manifestantes. La misma fue encabezada por los organismos de DDHH. Luego unos metros más atrás, avanzaba una cabecera donde se destacaba la presencia de la CTA A, la CCC, CTEP y Barrios de Pie. A la vez, se sumaron a ésta, otros organismos de DDHH como Madres Línea Fundadora con Nora Cortiñas a la cabeza, algunos sectores de Hijos, Liberpueblo y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, entre otras. También dirigentes de ATE como Cachorro Godoy y Graciela Iturraspe.
Las columnas de la CCC, que ha crecido enormemente, junto a las del PCR y JCR, fueron muy grandes y llamativas con banderas, banderines, pancartas y una cadena de letras que ocupaba casi toda la calle con la consigna “Cárcel común a genocidas”. Se avanzó por las calles de la ciudad hasta terminar en la emblemática Rambla local. Ahí la postal que recorrió los medios fue impactante. También las cifras que estos mismos largaban: entre 30.000 y 40.000 personas habían dicho “No a la prisión domiciliaria a Miguel Etchecolatz”.
En el escenario estuvieron presentes abuelas, madres, familiares y dirigentes de derechos humanos. También, algunos figurines de un sector del kirchnerismo aprovecharon la relación con los derechos humanos o su relación familiar con víctimas de la dictadura para subir al escenario. El resto de las organizaciones que habían sido parte del armado de la marcha estuvieron abajo. Fue emocionante escuchar a Nora Cortiñas dejando en claro que la lucha de los derechos humanos no va a parar hasta que esté genocida esté preso de nuevo: “Esta ciudad tan linda tiene un lugar para este asesino… ¡la cárcel de Batán!”
Hablaron la mayoría de las madres y abuelas presentes. También hizo uso de la palabra Rubén López, hijo de Julio, que lanzó entre lágrimas un emocionante mensaje “hace poco entendí la lucha de mi viejo. Y ahora qué mi mamá está con él, sé que los dos estarían orgullosos de ver que estamos acá”. Por último, Ledda Barreiro responsable de Abuelas Mar del Plata cerró el acto exigiéndole a Macri: “Miguel Etchecolatz sabe a dónde tiraron a mi hija, y a quién entregaron a mi nieto, y no lo dice ¡Que quede claro, el único lugar para un genocida es la cárcel!”
Esta movilización es parte de las distintas actividades que se están realizando para repudiar la presencia de Etchecolatz. Los vecinos organizaron una caravana, Hijos y la CTA-A armaron un siluetazo donde se pusieron figuras de cartón enmarcando desde la entrada del bosque a la casa donde descansa el genocida. Con la idea de que sean miles los que sepan donde vive y no dejarlo en paz. En este marco el Partido y la Juventud estuvieron presentes dejando en claro que es una lucha clave en la búsqueda de memoria, verdad y justicia y sobre todo en ponerle un freno a la política de miedo y represión del gobierno de Mauricio Macri.