La huelga general de 48 horas
La huelga general de 48 horas
La movilización popular del 19 y 20 de octubre fue conmocionante y sin precedentes desde la caída de la dictadura en 1974. El primer día de la huelga general, un enorme torrente popular -más de medio millón de manifestantes- ocupó las calles del centro de Atenas, y cientos de miles de personas irrumpieron en todas las demás ciudades de Grecia. Grandes y pequeñas empresas y comercios cesaron toda actividad durante la huelga general. Millones de trabajadores participaron activamente en la huelga, tanto en el sector público como en el privado. Ahora es totalmente indiscutible que este “gobierno” de lacayos de la troika FMI-UE-BCE ya no tiene la menor legitimidad. La huelga general fue un fuerte pronunciamiento político del pueblo griego: “La troika y su gobierno deben irse de inmediato”. Nada menos que eso. ¡La lucha continúa, la lucha crecerá aún más!
Es obvio que este gobierno no va a caer solo. No va a ser obligado a renunciar por la presión de los diputados de la mayoría, que patéticamente siguen ofreciendo su consenso, diciendo cada vez que es “la última vez”. Las contradicciones y peleas internas en el campo enemigo no son suficientes para derribar este régimen. El gobierno de Papandreu y el grupo parlamentario del Pasok ejecutan fielmente el contrato que han firmado, asesinando a la sociedad. Para cumplir su faena, se apoyan sólo en tres pilares: la troika extranjera, los intereses reaccionarios internos, y la represión sangrienta. El gobierno odiado por las masas populares caerá sólo mediante un levantamiento del pueblo griego. Es deber de todas y cada una de las fuerzas de la resistencia contribuir a ese levantamiento, a intensificar la lucha, a la construcción de un amplio frente político popular y social, que allanará el camino para la supervivencia del país y del pueblo.
El gobierno, las fuerzas policiales “antidisturbios” y los oscuros mecanismos para-estatales son responsables de la muerte del trabajador de la construcción Kozakidis Dimitris, miembro del sindicato PAME, en el segundo día de la huelga general. Esta vez, la transformación de Atenas en una cámara de gas químico tuvo un costo inadmisible. El despiadado gobierno de Papandreu declara abiertamente una vez más, ahora a través de este asesinato, que no le importa el costo humano para ejecutar el contrato de asesinato que ha firmado con la troika. La tristeza y la rabia por la muerte del manifestante de 53 años deben ser transformadas en tenacidad y voluntad de continuar la lucha. La brutal represión, que esta vez resultó en la pérdida de Dimitris Kozakidis, es una razón más para echar a este gobierno lo más rápido posible.
El movimiento popular de masas en estos días logró reunirse y manifestarse en las mismas calles, pese a la existencia de diferentes banderas, diferentes planes y tal vez diferentes objetivos. La unidad más amplia posible de todos aquellos que quieren luchar contra la troika y el gobierno es una necesidad absoluta. El movimiento de las plazas, los “indignados”, todos los partidos y agrupaciones de izquierda, todas las federaciones sindicales y sindicatos de base, todos los centros de estudiantes, todos y cada uno, deben reagruparse contra el actual curso de miseria y bancarrota. No debemos permitir que los violentos incidentes del jueves 20 de octubre [entre los sindicatos del PAME, afiliados al Partido Comunista KKE, y grupos de auto-proclamados “anarquistas”] impidan esta necesidad absoluta.
(…)
La muerte de un manifestante como consecuencia del “tratamiento químico” de las masas por el régimen, la violencia indiscriminada desatada una vez más por los mismos dudosos grupos, y la aprobación de la nueva legislación antipopular por la mayoría parlamentaria, crean una sensación amarga entre las masas en lucha. No hay razón para ocultarlo. Sin embargo, el hecho importante es que una vez más la gente ha expresado su espíritu de lucha y su fuerza; esto es algo que no se puede ocultar, distorsionar ni silenciar. Este régimen insiste en ejecutar el contrato de asesinato que ha firmado, pero en un contexto de absoluto repudio social y sin ningún tipo de legitimidad. Las ondas de la rebelión, desde el 5 de mayo de 2010, avanzan y luego se retraen, pero sólo para volver cada vez más grandes, hasta voltear a quienes han puesto como blanco el futuro de las generaciones de hoy y de mañana.
Este es el momento de la organización del pueblo, junto con la intensificación de la lucha política. En todos y cada uno de los lugares de trabajo, en cada escuela y universidad, en cada barrio, en cada ciudad, debemos reforzar la organización y la solidaridad popular. Debemos impulsar a todos los sectores en lucha, las luchas de los trabajadores, los movimientos de los jóvenes, las resistencias locales, los movimientos de desobediencia. Debemos multiplicar las iniciativas de unidad y coordinación entre las organizaciones políticas y sociales. ¡La lucha continúa, hasta el definitivo derrocamiento del gobierno, la troika y todo el sistema político cómplice!
Atenas, 21 de octubre 2011
Organización Comunista de Grecia KOE
