Se evitó el incendio financiero inmediato de Grecia. Pero eso no implica que haya sido resuelta la crisis, menos en los terrenos económico, social y político.
Se evitó el incendio financiero inmediato de Grecia. Pero eso no implica que haya sido resuelta la crisis, menos en los terrenos económico, social y político.
Las principales potencias imperialistas de la Eurozona (Alemania y Francia) llegaron finalmente a un acuerdo para refinanciar el endeudamiento de Grecia a largo plazo, endeudando aun más al conjunto de la Eurozona y forzando a sus bancos imperialistas a asumir parte del costo en lo que se califica como un default o impago selectivo (encubierto o implícito). Una pócima difícil de digerir no sólo para Grecia (por los costos en ajuste y pérdida de soberanía que implica), sino para muchos otros países, en particular Portugal, Irlanda, España e Italia.
En cuanto a la posibilidad de una salida económica para Grecia, baste decir que para poder bajar su relación deuda-PBI (producto interno bruto) del actual 142% a 60%, porcentaje que exige el tratado de Maastricht para ser parte de la Unión Europea (UE), según cálculos de analistas privados la economía griega debería crecer a un sostenido 8,4% anual en los próximos 20 años.
El problema es que Grecia no tiene muchos recursos para crecer, y las medidas de ajuste que se le exigen para “postergar” su deuda, son un salvavidas de plomo para su economía; en una situación en que la débil recuperación viene perdiendo fuerza, no sólo en Europa sino en el conjunto de la economía mundial.
El sector público representa el 40% del PIB. El último plan de ajuste obliga al gobierno a despedir un 25% de los empleados públicos, y a privatizar empresas estatales por más de 50.000 millones de dólares, con lo que eso implica de extranjerización de su economía.
El turismo es la principal fuente de ingresos. Equivale al 15% del PIB. Le sigue la construcción naval. La llamada ayuda de la UE (4% del PIB) ha sido otra gran fuente de ingresos. De esa manera, Atenas fue sede de los Juegos Olímpicos, se hicieron obras de infraestructura y el país ingresó al selecto grupo de países con una misma moneda. Cuestión que fue aprovechada por los monopolios imperialistas para ampliar su mercado, incluso de sofisticados armamentos, promoviendo su colosal endeudamiento.
Pero, cuando pasó todo este viento de cola y “apareció” la crisis de la deuda, la economía griega se contrajo 2% en 2009, 4,8% en 2010 y 5,5% en los primeros tres meses de este año. En tanto, su déficit fiscal había pasado de 3% del PBI en 2000 al 15% en 2009.
Hoy el desempleo llega al 20% y la protesta social se siente en las calles desde cuando comenzó la crisis de deuda hace ya 18 meses.
Las posibilidades exportadoras de Grecia son muy limitadas. En 2010 vendió al exterior por 21 mil millones de dólares y compró por 45 mil millones.
Un 12% de la población activa de Grecia trabaja en la agricultura, que constituye el 5% del (PIB). Pero su productividad es muy baja. Las explotaciones son pequeñas (3,4 ha. de media) lo que dificulta el uso eficaz de equipos mecánicos. Además, el rendimiento también es bajo a causa de la sequía y la erosión de los suelos. El tabaco es el cultivo principal y aporta cerca del 3% de los ingresos por exportación.
Por ahora, como parte del actual segundo rescate, se postergarán vencimientos de corto plazo y se canjearán bonos. Pero, antes o después, no se sabe de dónde Grecia podrá contar con los recursos para pagar sus 500 mil millones de dólares de deuda.