Pasadas las elecciones que le dieron un contundente triunfo, el gobierno de Cristina Fernández salió apresuradamente a tapar algunos agujeros por los que venía haciendo agua “el modelo”. En primer lugar, el drenaje de dólares que las restricciones a las importaciones no alcanzaban a frenar, enviando sus sabuesos a las casas de cambio y poniendo a la AFIP como árbitro que decide quien puede o no comprar dólares.
Pasadas las elecciones que le dieron un contundente triunfo, el gobierno de Cristina Fernández salió apresuradamente a tapar algunos agujeros por los que venía haciendo agua “el modelo”. En primer lugar, el drenaje de dólares que las restricciones a las importaciones no alcanzaban a frenar, enviando sus sabuesos a las casas de cambio y poniendo a la AFIP como árbitro que decide quien puede o no comprar dólares.
El otro flanco importante por el que “el modelo” hace agua es el del déficit fiscal que ha venido cubriendo con los fondos del Anses (vetando el 82%) y emisiones de pesos por el Banco Central, que alimentan la inflación. De ahí el apresuramiento con que salió a encarar el drenaje fiscal por los subsidios (transfiriendo su pago a los consumidores), aunque por ese apresuramiento no hayan todavía llegado a definir o no quieran manifestar hasta dónde va a llegar el ajuste (“reacomodamiento” lo llaman, como llaman a la inflación: “reacomodamiento de precios”), tratando de hacerlo pasar con operativos mediáticos dignos de mejor causa (ver “Las renuncias a los subsidios”). Parte también de esto es el reconocimiento del desbarajuste en Aerolíneas, que hasta la semana antes era “rentable”, y dónde la propia presidenta ha tenido que salir a dar la cara, chantajeando a los trabajadores aeronáuticos como si ellos fueran los responsables, no solo con la intervención militar sino también con el futuro de la empresa, con palabras que a algunos recordó aquella frase de Menem: “ramal que para, ramal que cierra”, cuando realizó el desmantelamiento de los ferrocarriles, de los que el kirchnerismo no ha dado cuenta en los “8 años y medio que lleva este gobierno”.