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04 de mayo de 2011

Extractado de una nota publicada por el portal de Río Bravo.

Gualeguaychú sigue de pie

Hoy 1367 / El día de la Participación Ciudadana

El sábado 30, alrededor de 300 gualeguaychuenses volvieron a movilizarse hasta Arroyo Verde contra la pastera contaminante y los gobiernos cómplices. El conflicto sigue abierto, y de este modo los vecinos lo expresaron.

El sábado 30, alrededor de 300 gualeguaychuenses volvieron a movilizarse hasta Arroyo Verde contra la pastera contaminante y los gobiernos cómplices. El conflicto sigue abierto, y de este modo los vecinos lo expresaron.
La concentración se realizó a las 14 hs en la intersección de las rutas 136 y 20, desde donde se movilizaron en caravana el lugar donde estuvo emplazado el histórico piquete en Arroyo Verde. La manifestación tuvo lugar en este día, al cumplirse 7 años del primer Abrazo al Río Uruguay, por el cual ha sido declarado al 30 de abril como el “Día de la participación ciudadana” (ley provincial 9789).
La solicitada publicada en los diarios de la ciudad, firmada por más de 200 vecinos, plantea claramente los ejes por los cuales el conflicto de ninguna manera está cerrado, y critica las traiciones de los gobiernos nacional y provincial al respecto. En la solicitada se plantea que: “Creemos que es justo que como afectados por la permanente contaminación de la ilegal Botnia – UPM nos expresemos en todos los sentidos, pese a las diferencias y a las traiciones probadas de nuestros gobiernos y algunos vecinos.
“El presidente José Mujica y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nos dan discursos desde la humillación; y faltan a la verdad cuando dicen que el conflicto está solucionado. Porque mientras nuestros hijos respiren la contaminación que produce la empresa, mientras el río Uruguay esté siendo dañado irreversiblemente, mientras Botnia-UPM continúe funcionando en la región, el conflicto no estará solucionado, y las heridas en nuestros pueblos permanecerán abiertas. Pero para los gobiernos el conflicto era Arroyo Verde y vinieron por la fuerza y como no pudieron, usaron los intereses mezquinos de algunos, y la buena fe de mucha gente, que creyó genuinamente en quienes auguraban la pronta apertura del diálogo con el Gobierno Nacional y el inicio de gestiones de éste con el Gobierno Uruguayo: por supuesto, nada de esto ocurrió. Y quienes trabajaron para desactivar la acción diaria, que era el corte ‘vigía’ en la ruta 136, como así también todo el pueblo de Gualeguaychú, no hemos visto aún cumplir ni uno solo de todos los puntos que se leyeron sobre la ruta como pedido frente al gesto de corrernos.
“Lo único que pedimos, desde el inicio, fue que no nos sometan a la política de los hechos consumados, que defiendan nuestra soberanía, argentina y latinoamericana, que tengan la valentía que demostró tener Gualeguaychú. Y el matrimonio Kirchner nos respondió con palmadas en la espalda, cooptando compañeros, persuadiendo y utilizando a vecinos que denunciaron a un grupo de asambleístas, siendo serviles a los intereses de Botnia-UPM y del gobierno nacional que iniciaba así la judicializacion de nuestro genuino reclamo: la misma receta que aplicó en los conflictos ambientales y sociales de todo el país, con más de 5.000 procesados por luchar. Algunos compañeros han sucumbido a los “cantos de sirenas” y han perdido el rumbo, pero lo que no puede ocurrir es que la comunidad pierda el objetivo, que se resigne: nada vale más que nuestra vida; la gestión de ningún político es más importante, ningún negocio, o ruta abierta ha sido ni será más imprescindible que lograr que Botnia-UPM sea desmantelada…
Sentimos dolor y bronca, pero no nos sentimos derrotados. Sabemos que la dilatación de los tiempos y las falsas expectativas que se encubren en nombre de la ciencia cuando el problema requería desde su comienzo una solución política, solo buscan la mayor permanencia de la ilegal Botnia-UPM en la cuenca del río Uruguay; pero los mismos principios que nos congregaron desde el inicio de esta lucha son en los que seguimos creyendo: el derecho fundamental a la vida, privilegiándolo antes que cualquier interés político u económico, a elegir cómo y dónde vivir, a la licencia social y a decir No. Esta lucha que conmovió al mundo, desde aquellas multitudinarias asambleas en Arroyo Verde, debe volver a conmovernos como ciudadanos e impulsarnos a seguirla hasta el final, que sólo será cuando Botnia-UPM sea desmantelada. ¿Cómo? Movilizados, pensando entre todos, como siempre hicimos; ese pensar y decidir juntos fue siempre la única garantía para ir hacia delante.
Como ciudadanos responsables no confiamos, no delegamos y bajo ningún punto de vista nos resignamos a la contaminación permanente e irreparable de Botnia-UPM.
¡Uruguay violador! ¡Finlandia culpable! ¡Fuera Botnia de la cuenca del Rio Uruguay! ¡Sí a la vida! ¡no a las papeleras!”