Los pueblos de América Latina viven tiempos de protagonismo y lucha, y logran avances de carácter democrático. Las calles de Perú, Chile, Colombia, Paraguay, Guatemala y otros países latinoamericanos son escenarios de importantes luchas y conquistas; también cruzando los océanos, como en Líbano, Polonia, Bielorrusia o Hong Kong. En cada lugar por sus propios motivos, pero marcando la pauta y expresando el cansancio o malestar de toda una sociedad.
En Guatemala, hace cinco años manifestaciones multitudinarias sacaron del poder a su presidente y vicepresidente, Pérez Molina y Roxana Baldetti respectivamente, hoy en día en prisión y a la espera de juicio.
El pueblo guatemalteco aprende de sus luchas, y sabe que unido jamás será vencido. Es así como el fin de semana del 21/11 hubo nuevas y masivas protestas contra el actual presidente Alejandro Giammattei. El motivo principal de las protestas fue la aprobación sin discusiones y con carácter de urgencia, del presupuesto para el año próximo en el Congreso, en un contexto donde la pandemia por el Covid-19 deja más de 4.000 muertos y casi 120.000 contagios en el país.
En este presupuesto aumentaron las partidas para infraestructuras en concesiones para el sector privado (principalmente constructoras), mientras se deja de lado el combate a la pobreza, (más 59% de la población guatemalteca es pobre, superando las 17 millones de personas) y desnutrición infantil, y se disminuyen las partidas destinadas a educación y la salud. Y se aprueban pedidos de préstamos a organismos internacionales, sólo para favorecer la usura financiera.
La indignación y sed de justicia en el pueblo fue tan grande, que las enormes movilizaciones terminaron con la quema de algunas oficinas del Congreso. Luego de estas luchas, la Junta Legislativa tuvo que dar marcha atrás con esa aprobación.
La gran mayoría de los participantes en las movilizaciones fueron jóvenes. Pero es importante remarcar la participación de pueblos originarios mayas, xinkas y garífunas, que sumaron sus protestas frente a la sede del Gobierno y del Congreso con pancartas en las cuales se leía: «No somos un país pobre, somos un país empobrecido» y «No se juega con las necesidades del pueblo».
Otras de las quejas más escuchadas en las protestas fueron las que acusan a las autoridades de corrupción. El presidente Giammattei tiene un pasado marcado por la violación a los derechos humanos, cuando en 2010 estuvo más de 10 meses en la cárcel al ser acusado de la ejecución de siete prisioneros en 2006, cuando era director del sistema penitenciario. Quedó en libertad luego de que la Fiscalía no pudiera comprobar su participación en el caso.
El actual vicepresidente de Guatemala, Guillermo Castillo, le sugirió al presidente presentar la renuncia a sus cargos en conjunto para “oxigenar” a Guatemala, ya que el país no está “bien”.
Desde Argentina saludamos la lucha del pueblo de Guatemala, celebrando los vientos de cambios que atraviesan a los pueblos del mundo que luchan contra el imperialismo.
Hoy N° 1843 02/12/2020