A las 23.15 del 14 de junio, sonaba el altavoz del Hospital Perrando de Resistencia, llamando a los familiares de Mártires López. Unos 30 compañeros, entre familiares, amigos y camaradas que velaron por su vida esos dos días de agonía, acudieron rápidamente, en silencio, esperando con desesperación el informe médico que ya pronosticaba un final trágico. Habían pasado 48 horas de su internación con un traslado de urgencia desde General San Martín, para encontrarse con el tomógrafo fuera de funcionamiento, sin lugar en la abarrotada terapia intensiva, ni oxígeno en la sala de emergencias y con un esforzado personal que no daba abasto.
Las doctoras, asombradas por la cantidad de personas en el pasillo de terapia intensiva, con respeto y serenidad explicaron que hicieron todo lo posible por salvarle la vida, después de la neurocirugía para extraerle el coágulo de más de 3 centímetros de espesor, formado a causa del impacto que le fracturó el cráneo. Su cuerpo no respondía a la drogas y se comprometieron sus pulmones y el corazón, culminando en un paro cardiorespiratorio que terminó con su vida. Cualquier persona que sufriera semejante golpe en la cabeza, hubiera muerto al instante, pero el compañero Mártires con su fortaleza característica, resistió peleando por sobrevivir.
Su compañera, Nora Francia, había dado a luz diez días antes en ese mismo hospital, cuando aún no se levantaba el acampe de la marcha de El Impenetrable en Juan José Castelli. Es la décima de los hijos de la pareja, una niña de nacimiento prematuro que llegó a pesar 1,800kg y que se llama María Luz Angélica.
La noche trágica, el compañero Mártires traía en sus bolsos ropas y abrigos para Nora y María Luz, y en su maletín revistas PyT y otros libros que solía leer en medio de la lucha y el trabajo, porque siempre fue un estudioso de las teorías que beneficiaban a su pueblo, un estudioso práctico de la revolución.
Inmediatamente después de su fallecimiento, con profundo dolor, compañeros del PCR, la CCC, Unión Campesina, Comisión Zonal de Tierras, Asociación Cacique Taigoyic, junto a sus familiares, nos pusimos a preparar el traslado hasta Pampa del Indio para el velatorio; y al día siguiente, hubo que cortar las calles una hora y media frente a Casa de Gobierno, con las coronas de flores y banderas, para garantizar los colectivos.
Unas mil personas asistieron al velatorio en su casa, paraje rural de Pampa del Indio. Compañeros campesinos pobres originarios y criollos, desocupados de toda la provincia, delegaciones nacionales, vecinos, comerciantes, estudiantes, maestros, funcionarios locales y provinciales.
Todo el pueblo sumido en un profundo dolor
El silencio triste reinaba en Campo Medina, las escuelas tenían sus banderas a media asta, ante la pérdida de un dirigente que encabezó las más grandes luchas por su pueblo; porque “Mártires era una autoridad en el pueblo, cuando venían los gobernantes le tenían miedo, porque le tenían un respeto por sus palabras que eran tan fuertes, que siempre decían la verdad de los sufrimientos del pueblo…” decían los pastores cuando elevaban plegarias frente a su cuerpo velado en su humilde rancho de palo a pique y barro.
En la Cámara de Diputados de la provincia, en una Resolución tratada sobre tablas, por unanimidad resolvieron destacar “su compromiso con la defensa de los derechos de los pequeños campesinos y de los pueblos originarios en la provincia del Chaco” y el reconocimiento a su organización, la Unión Campesina. Por escrito la hicieron llegar a su familia a través del diputado qom, Egidio García que presentó la iniciativa y a pedido de éste, fue leída en el velatorio por el compañero Rodolfo Schwartz, ante los participantes del culto que se desarrollaba en ese momento.
Se sentía tristeza y a la vez gran firmeza y aliento para continuar la lucha y seguir recorriendo el camino que nos enseñó en todos estos años. Continuar su ejemplo de lucha fortaleciendo la organización y estar más unidos.
Se expresaban también grandes sospechas sobre las causas reales del supuesto accidente, ya que no hay información precisa sobre el mismo. Hay varias versiones y elementos dudosos y se da en un momento de lucha histórica, después de sólo seis días de haber levantado el acampe donde pudimos unir por primera vez a originarios qom, wichis y criollos, logrando un gran triunfo. Para ello iniciamos nuestra propia investigación y coordinaremos en los próximos días, movilizaciones provinciales y nacionales, exigiendo al gobierno nacional, provincial y municipal, la investigación, el esclarecimiento de los hechos y justicia.
Palabras de despedida
Antes de cerrar el cajón, el pastor le pidió al compañero Rodolfo Schwartz que dijera unas palabras (Ver aparte). Posteriormente una multitudinaria, apretada y corta marcha, envolvió el cajón del compañero Mártires. Sostenido por pastores y familiares, que caminaban con cantos, oraciones y alabanzas, expresando un profundo dolor, llantos y congoja, avanzaron hacia el foso que había sido construido por los compañeros albañiles, debajo del mapic (algarrobo), en la tierra de su propia casa.
Daniel Benítez, secretario de la Federación Nacional Campesina de la provincia, condujo la ceremonia final y dio las emotivas y firmes iniciales palabras de despedida.
Antes de ceder la palabra a otros representantes, en acuerdo con la familia de Mártires, los compañeros Víctor Gómez de la Comisión Zonal de Tierras, Luis Benegas de la Asociación Cacique Taigoyic, Roberto Romero de la Unión Campesina de San Martín y Alberto Estrada de la Unión Campesina de Bermejito, colocaron sobre el ataúd la bandera argentina. La bandera del PCR fue colocada por los compañeros Carlos Aramayo y Rodolfo Schwartz, en representación del Comité Central y del Comité Zonal, al que Mártires había pertenecido, realizando invalorables aportes.
Pronunciaron cálidas palabras de despedida el compañero Carlos Aramayo, trayendo el saludo y condolencias de Otto Vargas, secretario general del PCR de Argentina. Continuaron los compañeros Roberto Romero por la Unión Campesina de San Martín, Reina Gómez por la CCC del Chaco, Luis Benegas, presidente de la Asociación Cacique Taigoyic, Víctor Gómez presidente de la Comisión Zonal de Tierras y vicepresidente de la FNC Distrito Chaco, Alberto Estrada por la Unión Campesina del Interfluvio Teuco-Bermejito, Agustín Romero por los técnicos de Arquitectura y la JCR, Gumersindo Gómez de Asoma de La Plata, Ramona Pinay por la CCC Aborigen, y Rodolfo Schwartz por el PCR de Chaco.
Finalizadas las palabras de despedida, las banderas fueron entregadas a la familia del compañero Mártires. El pastor Largo Espifanio cerró la ceremonia. Desde los centenares de compañeros presentes se escuchó a viva voz, tres veces: ¡Mártires López, presente, ahora y siempre!
Su cuerpo fue sepultado con alabanzas y prolongados abrazos de emoción y dolor de los compañeros que en la despedida, una y otra vez reafirmaban la necesidad de profundizar y ampliar el camino de unidad y de lucha que Mártires nos enseñó. ¡Hasta la victoria siempre compañero, te llevaremos en el corazón y en cada una de ellas!