Mendoza ha perdido miles de puestos de trabajo con la importación de frutas, verduras y vino. Mientras Milei trata de reacomodarse del golpazo sufrido por el escándalo cripto, aquí en la provincia avanzan dos procesos en paralelo, por un lado se destruye la producción agroalimentaria, llegando a la triste situación de ver producción que queda tirada en la chacra por no tener valor y es destruida por la rastra del tractor, y por el otro avanzan los negocios privatizadores del agua con la firma de convenios entre la provincia y la empresa Mekorot. El proyecto de succión de riquezas (oro y cobre) avanza. Empresarios locales, medios de comunicación, y políticos enganchados en esos negocios es el paisaje a la vista. En el marco de la fiesta de la vendimia se expresará seguramente un fuerte rechazo a esa política nacional y provincial.
Del escándalo/estafa de Milei surge algo que muestra el rumbo cipayo de este gobierno. Cuando Milei hace su descargo de lo sucedido en la entrevista de Joni Viale ocupa muchos minutos diciendo que él quería ayudar a un grupo de emprendedores tecnológicos que suelen estar en la informalidad y necesitan de una mano. Y al mismo tiempo y sin sonrojarse, desde su gobierno recorta el presupuesto en Ciencia y Tecnología, y abre las importaciones destruyendo la industria nacional golpeando más fuerte en las industrias de mayor valor agregado, o sea, las tecnológicas. El recorte de presupuesto en estas áreas ha sido en promedio un 30% (fuente: https://ciicti.org/). En sentido inverso, en los EEUU el Estado invierte como nunca en la industria tecnológica (700.000 millones de dólares por ley del Congreso).
A Mendoza le pega de lleno la importación de frutas, verduras y vino del exterior. Entre 2023 y 2024 el vino importado pasó de 8.923 a 43.885 hectolitros (fuente: INV), y el tomate de 7.899 a 23.492 toneladas, sólo por nombrar dos productos. Cuentan productores que el zapallo que entró de Brasil hace un mes hizo que el zapallo mendocino de la zona de Fray Luis Beltrán quedara tirado en las fincas. Eso repercute en que la construcción en las zonas rurales está paralizada, ya que los ingresos de los productores se destinan a mejoras en la construcción en forma inmediata. Esa es la Mendoza de Milei y Cornejo.
Lo que estamos viviendo es como el baile de la silla en los cumpleaños de los niños, cuando se para la música, uno de los participantes se queda sin silla y sale del juego. Bueno, ahora se paró la música y sale del juego la industria alimenticia mendocina. Antes, salieron los salarios de los empleados públicos, y antes, los jubilados. Y antes las universidades públicas, y así.
La cantidad de tomate que ha sido desplazada ronda las 16.000 toneladas. Serán desplazadas por trabajo importado. Con estas medidas no sólo pierden plata los productores de tomates, sino que se desarman cadenas productivas completas: persona que abandona una actividad productiva es conocimiento perdido, es tierra ociosa, es una familia más en la calle. Difícil es medir la pérdida cuando se habla de economía productiva. La historia muestra que economías que se primarizan se acercan al modelo de algunos países africanos, de clases altas aristocráticas y mayorías miserables. En el medio una pequeña clase media con trabajo formal. Es el modelo de sociedades fragmentadas, segregadas, formadas por islas.
Algunos empresarios, viendo sólo el lado lleno del vaso, se entusiasman con quedarse con más porción de la torta del mercado cuando sus colegas van cayendo. No ven, sus bolsillos les tapan los ojos, que a largo plazo un mercado interno deprimido y con una población segregada con mayorías empobrecidas son la verdadera traba para el desarrollo de sus negocios. Es llamativo que muchas cámaras empresarias se muestran preocupadas por las importaciones, pero a reglón seguido piden reducción de impuestos y reforma laboral para abaratar por el lado de los salarios. Apuntan sus lanzas a sus mismos pies. Esto es una demostración más de que la ideología de cada clase se forma desde su posición en el modelo productivo, como ya lo dijera Carlos Marx. Los que tienen el timón del barco piensan sólo en hacer más plata, y no les importa estrellar la nave, porque ellos tienen botes privados.
En el plano ideológico los libertarios te hacen creer que te salvás solo, y que tus enemigos son los que valoran la comunidad organizada, lo social, lo gremial, lo colectivo. En ese sentido trabajan tu identidad como consumidor, mostrando las bondades de la importación libre, sin aranceles, y te hacen olvidar que además, y fundamentalmente, sos productor, sos trabajador, ya que estás brindando tus servicios en un mercado productivo y dependés de que a todos les vaya bien para que a vos te vaya bien. Si el país no tiene industria nacional, vos deberás conformarte con trabajos precarios y sin derechos. Esa es la batalla cultural y política en curso.
Escribe Nicolás Guillén, presidente del PTP Mendoza
hoy N° 2048 26/02/2025