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29 de noviembre de 2017

El viernes 24, el Centro de Estudiantes de Agronomía de la UBA (Ceaba), realizó un homenaje a nuestro compañero Gabriel Porta, poniéndole su nombre al Centro. Gabriel era estudiante de la Facultad, trabajó en el Centro de Estudiantes y fue secuestrado el 25 de noviembre de 1976, tras denunciar que los interventores de la dictadura se quedaron con dinero del Centro. 

Homenaje a Gabriel Porta

El Centro de Estudiantes de Agronomía de la UBA lleva su nombre

En el predio de la Facultad de Agronomía, donde se encuentra el local del Ceaba se reunieron familiares, numerosos compañeros de cursada y de militancia de Gabriel y estudiantes de la Facultad para homenajear a este estudiante y militante del PCR, secuestrado hace 40 años por la dictadura videlista.

En el predio de la Facultad de Agronomía, donde se encuentra el local del Ceaba se reunieron familiares, numerosos compañeros de cursada y de militancia de Gabriel y estudiantes de la Facultad para homenajear a este estudiante y militante del PCR, secuestrado hace 40 años por la dictadura videlista.
Los integrantes del Centro contaron de su trabajo de años por levantar las banderas de memoria, verdad y justicia, junto a estudiantes, docentes, graduados, no-docentes y familiares. Agradecieron la presencia de las hermanas de Gabriel, Silvia y Miriam, y de tantos compañeros que cursaban en aquella época con él, para compartir historias y relatos. 
 
“Gabriel se jugó por el Centro, por los estudiantes”
Una docente de Agronomía, expresó que “este es un momento muy importante para nosotros que fuimos compañeros de Gabriel. Agradecemos a todos los presentes y muy especialmente a los compañeros del FANA, por este acto de democracia y profundamente reparador porque nos permite devolver a Gabriel a este Centro de Estudiantes del que nunca lo debieron haber sacado. Entre todos lo volvemos a traer al Centro, y es reparador porque la dictadura genocida nos silenció por muchos años, dejamos de vernos, y hoy nos encontramos nuevamente. Y esto les puede servir a muchos de los que hoy seguimos luchando por una Facultad de Agronomía y un país un poco mejor”. 
Un compañero, Lito, con mucha emoción recordaba a la mamá de Gabriel: “estos genocidas eran perversos, y la mamá de Gabriel no se amilanó, buscó, entró a despachos, peleó… por algo Gabriel era como era”, y lo describió como un joven con sentido de justicia y muy noble. 
Seguidamente habló Miriam, la hermana menor de Gabriel, que al momento del secuestro tenía 9 años. “Era mi compinche, un joven que quería cambiar el mundo. Fue una época muy cruel. Para hacer lo que hizo mi hermano había que tener agallas. En el Centro habían juntado un dinero y cuando llegó el interventor de la Facultad le solicitó que lo pusiera a nombre de él. Gabriel abrió un expediente y dijo que ese dinero era del Centro, de los estudiantes… Él tenía una idea política, luchaba por el centro de estudiantes, por el derecho de todos. Este reconocimiento de hoy para nosotros es muy importante porque él se jugó por los chicos, por la Facultad”.
Silvia, la hermana mayor, recordó a Gabriel como “un tipo justiciero, idealista, que se jugó por el Centro, por los estudiantes, dio la vida por eso, no hay otra historia que contar” afirmó. Agradeció el homenaje, que era muy esperado por la familia. “A Gabriel no terminaron de llevárselo nunca, está en ella, en él, en los árboles, en la tierra…. Para que tengan una idea de cómo era Gabriel, por una chica que estuvo detenida con él sabemos que estuvo vivo hasta abril de 1977 y que Gabriel se acercaba a los nuevos detenidos y era el que les curaba las heridas, los consolaba. Él hacía todo por los demás. Hasta el día de su cumpleaños, el 6 de diciembre, para levantarles el ánimo, brindaron con mate cocido y les hizo que le cantaran el feliz cumpleaños”.
Los integrantes del Centro entregaron a los familiares una copia del legajo de Gabriel que recopilaron desde la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad. Y se procedió a descubrir la placa, donde se resume quién era Gabriel y por qué el Centro va a llevar su nombre.
Se leyó una carta de Luis Poloto, ex detenido, que estuvo con Gabriel en el Centro Clandestino de Detención “Garage Azopardo”: “Allí estaba Gabriel, encapuchado y encadenado, como todos los que fuimos llegando a ese lugar de terror… Me fue contando parte de su historia, siempre mantuvo la entereza que se podía tener en esas condiciones y la esperanza de quien podría salir de allí”. 
 
“Gabriel es lo que hizo”
 A continuación se abrió el micrófono para quienes quisieran expresarse. Un compañero de militancia de Gabriel, Manolo, destacó su integridad y que “merece nuestro reconocimiento porque no delató a ningún compañero, soportó las torturas en el centro clandestino, preservando nuestra integridad”. Una compañera de Gabriel, docente de la Facultad, se refirió a la década del 70, de profundas luchas, del ejemplo del Che y de la Revolución Rusa, la China y la Cubana para nosotros, para el PCR.
En nombre del PCR habló Ricardo Ríos, quien agradeció en nombre del Partido en el que militaba Gabriel, a los compañeros del FANA y del Centro de Estudiantes, y a las autoridades de la Facultad que de una u otra manera “hacen este reconocimiento, que entendemos es a todos los compañeros desaparecidos de Agronomía y a los 30.000 detenidos desaparecidos”.
“El relato de la familia y de los compañeros del momento, grafican lo que fue Gabriel… Gabriel es lo que hizo, que es defender una organización de la cual él era parte y de la cual dependían cientos de estudiantes, y él la defendió frente a la dictadura”. 
Hablaron también Lucio, muralista, militante comunitario de los 70, quien colaboró con el mural que cubre el frente del local del Ceaba, y Facundo, de la JCR. Una propuesta muy aplaudida fue que se devuelva lo sustraído por la dictadura al Ceaba. Se recibieron adhesiones de AGD UBA-Conadu H, del Mocase-Vía Campesina, de la agrupación estudiantil “Abriendo caminos”, de la Corriente Nacional de Arquitectos y Diseñadores Populares Raúl Molina.