Las mujeres de Villa Gdor. Gálvez, las mujeres de la casita de Amas de Casa, dijimos presente en el homenaje a la Gra. No queremos dejar de decir que nuestra tarea ininterrumpida de hace más de 12 años tuvo mucho que ver ella.
En el acto estuvimos muy emocionadas por tantas palabras y recuerdos de sus luchas en los distintos espacios.
Las mujeres de Villa Gdor. Gálvez, las mujeres de la casita de Amas de Casa, dijimos presente en el homenaje a la Gra. No queremos dejar de decir que nuestra tarea ininterrumpida de hace más de 12 años tuvo mucho que ver ella.
En el acto estuvimos muy emocionadas por tantas palabras y recuerdos de sus luchas en los distintos espacios.
Una de nuestras compañeras “Chana” escribió y reflejó lo que pensamos: “Con el corazón arrugado como un bollito de papel, con una extraña mezcla de tristeza y alegría, vamos recorriendo los senderos que Gra, con tanta paciencia y convicción, nos ayudó a construir. Con su energía impetuosa, espíritu atrevido, y firme voluntad, fue labrando una siembra revolucionaria, donde las mujeres ya no queremos ocupar un mejor lugar en esta realidad, sino transformarnos y transformarla. Siempre dispuesta a escucharnos, nuestras voces ganaron espacios de lucha, y, cuando luchamos y nos juntamos con otras, nos fortalecemos… y después, ya nada vuelve a ser como antes… Todo nos conmueve de Gra, su audacia y entrega en la lucha contra la injusticia, contra la impunidad, contra la violencia de género, por todas nuestras reivindicaciones específicas, por la libertad de Romina, por los encuentros de Mujeres, por el juicio y castigo a los asesinos de Enriquito… Por “meter las patas en el barro” con las más humildes, con las obreras, las piqueteras, con todas. Por tanto mate compartido donde viejas ideas dejaron paso a las nuevas, y pudimos empezar a mirarnos y pensarnos no sólo como mamás y esposas. Se nos escabulló de entre las manos como el agua fresca, pero en su legado abundan las semillas fértiles que florecen día a día y nos acompañan y nos guían. Tenemos el compromiso de recoger el guante porque todavía, hay mucho que hacer… Evocarla nos dignifica, la queremos y las extrañamos mucho”.
