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03 de octubre de 2010

El domingo 4 se realizó un emotivo homenaje a la camarada Graciela Vega, dirigente de la CCC y el PCR de la Zona Norte del Gran Buenos Aires.

Homenaje a Graciela Vega

A un año de su fallecimiento

Cerca de 500 personas marcharon más de 50 cuadras, desde la localidad de Tortuguitas hasta el cementerio de Grand Bourg, donde se realizó un acto en el primer aniversario de la muerte de la querida compañera Graciela Vega, fallecida el 4 de noviembre de 2006 luego de una larga enfermedad.
En la gran columna, encabezada por los familiares, decenas de compañeras y compañeros enarbolaron pancartas y carteles recordando a Graciela, así como las banderas que identifican a los distintos barrios de la CCC, el MIJP, y las rojas del PCR y la JCR.
Estuvieron presentes delegaciones de la Capital Federal, La Matanza, La Plata y Zona Oeste de la CCC y el PCR. También dirigentes de la CTA y el Suteba de Pilar, de la Comisión Interna de Terrabusi, de Amas de Casa del País, el director del cementerio de Grand Bourg, y la dirección del PCR zonal, encabezada por su secretario Mario Segovia.
Enviaron sus adhesiones la Cooperativa de Tortuguitas; el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro; el Centro Comercial de Manuel Alberti; el padre Tomás Llorente de la parroquia Santa Rosa de Lima de Manuel Alberti; el Foro de Seguridad Pilar 4°; y el diario Tiempo de Tortuguitas.

Aprender de la rebeldía de Graciela
Frente al cementerio se desarrolló un sentido acto. Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional, la primera oradora fue Genoveva, dirigente femenina de la CCC de la Zona Norte, quien recordó que Graciela “nos enseñó el camino de la lucha, camino que no vamos a dejar”, fue “una compañera que dio su vida por este movimiento y su partido. Estoy orgullosa de estar en ese mismo partido, y de haber estado junto a esta compañera que me enseñó muchas cosas, a ser clasista, a unir, no a juntarse para el chusmerío”, afirmó Genoveva.
Maira, una de las hijas de Graciela, agradeció la presencia de los compañeros e hizo emocionar a todos cuando afirmó “quiero decirle a los jóvenes y a las mamás, que sigan su ejemplo, porque ella se quedó sola con nosotras muy chiquitas y la peleó para salir adelante… en su camino se cruzó a esa gran persona que es mi papá… gracias a su lucha pude salir un poquito de eso tan terrible que es la droga… Por eso me pongo a pensar y digo que fue una gran persona, una gran mamá. Que tengo que seguir su ejemplo como mujer…”.
Luis Cubilla, “compañero en la vida de Graciela”, dirigente del movimiento de desocupados de la Zona Norte y miembro de la dirección zonal del PCR, agradeció a los compañeros del movimiento “por la contención en este año tan duro que nos tocó vivir a sus hijas y a mí”. Recordó aspectos de esta tucumana valerosa: “su rebeldía, igual a la que tienen muchos de ustedes contra la injusticia, el hambre, la droga… Graciela siempre fue rebelde, desde chica. Ella empieza a cambiar a partir de que se transforma en comunista revolucionaria, cuando abraza las ideas de un partido que te va  educando, te va formando, que te reta cuando te equivocás, pero que nunca te abandona, que siempre te apoya, y que tiene objetivos nobles, de terminar con esta realidad de hambre y de injusticia, pero en serio… Tenemos que aprender de Graciela a canalizar esta rebeldía para golpear a los enemigos que tenemos que golpear, y no pelearnos entre nosotros… porque da mucha bronca tanta promesa no cumplida, y quiero agradecer nuevamente a todos los que nos han ayudado a sortear este año esta pérdida irreparable… el único camino posible es la lucha revolucionaria, esa es la enseñanza de Graciela, y hasta no lograr esos objetivos no vamos a parar”.
Jacinto Roldán, en nombre del Comité Central del PCR, trajo el saludo del secretario del Partido, Otto Vargas, y recordó la trayectoria de Graciela “una compañera sencilla, humilde, que tuvo una vida dura, como es la vida de millones de pobres y explotados de nuestra patria… Graciela era una compañera inflexible frente al enemigo, derecha, solidaria y abnegada con los compañeros y compañeras. Era una compañera que decía lo que pensaba”.
Destacó Roldán la iniciativa de Graciela en la lucha por la libertad de Romina Tejerina, y cómo comprendía “la importancia de la autodefensa para foguearse en la lucha y construir esa fuerza, ese ejército que los explotados y oprimidos necesitamos organizar para el triunfo de la revolución en la Argentina… Nosotros, los comunistas revolucionarios y los clasistas, velamos y rendimos homenaje a nuestros muertos, a nuestros mártires queridos y peleamos porque miles de brazos hagan suyas las banderas que ellos levantaron”.
Roldán finalizó afirmando que “venimos de realizar una campaña electoral por el voto bronca. El 28 de octubre ganó Cristina pero el voto bronca se hizo sentir con fuerza en todo el país. La pulseada es grande y no va a ser fácil… Nuestro mejor homenaje es aprender de Graciela y seguir por ese camino… con un objetivo grande, que con las banderas del clasismo y el comunismo revolucionario estemos a la cabeza de las luchas y seamos artífices de la unidad popular, patriótica y democrática de los trabajadores y el pueblo, para avanzar en la conquista de la liberación nacional y social que tanto necesitan millones de argentinos. Y entonces, cuando la revolución triunfe, podamos decir: ¡Graciela Vega, presente! ¡Hemos cumplido!”.
Luego del acto, los centenares de compañeros marcharon hasta la tumba de Graciela, donde se depositaron palmas y flores, y se descubrió una placa en este primer aniversario de la muerte de esta querida “clasista, patriota y revolucionaria”.