El 29 de septiembre, cuando cumpliría 71 años y a los 6 meses de su fallecimiento, se le realizó un homenaje a la camarada Nuria. El acto se realizó en la Sala Dr. Néstor Chino Oliveri, en el Barrio María Elena, “su lugar en el mundo”, donde se colocó una placa recordatoria en la entrada de la sala junto a un mural pintado por su hija Silvia con las banderas paraguaya y argentina.
Nuria, junto con su compañero Ramón Aranda, fueron parte de los fundadores del barrio y de la Sala, con compañeros como Juan Carlos Alderete, Fredy Mariño, Gladys Roldan, Páez, entre otros. Fue un puntal, durante 36 años, en el sostenimiento de la sala; era una de las primeras en llegar a las 7 de la mañana y todo lo que les sucedía a los pacientes, sus necesidades diarias eran parte de su vida. Solidaria con sus vecinos, estaba siempre allí donde la solicitaran, con una palabra, un alimento que sacaba de su casa o un medicamento que podía conseguir. El sufrimiento ajeno no le era indiferente. Siempre presente en todas las luchas en las marchas y cortes, en los Encuentros de Mujeres, militante incondicional de nuestro partido, el Partido Comunista Revolucionario. Una comunista revolucionaria genuina que entregó su vida a su Partido hasta los últimos momentos, cuando atravesando una dolorosa enfermedad cumplía con su tarea en el frente de finanzas.
Miriam, su hija y camarada dijo durante el homenaje: “Nuria, mi madre y camarada tenía sueños, esperanzas y sobre todo un profundo amor por su clase, por nuestra clase, los más humildes, los desposeídos de la patria. Ella, que dejó su país natal, el Paraguay, en busca de calma, en sus primeros días en Argentina conoció a Ramón mi papá, y desde ese momento se enamoraron y sólo la muerte los separó; a pesar de la pérdida de su gran amor siguió adelante por nosotros, sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos con toda la ternura y la fuerza que tenía.
“Durante más de 36 años dedicó todos los días de su vida, en cada puesto que se necesitará en nuestra sala de salud. Estuvo al frente de la lucha por la construcción de este edificio de la Junta Vecinal desde el primer ladrillo, por eso, en el futuro, llevará su nombre. Fue un puntal en el armado de esta sala de primeros auxilios, que un gran médico clasista como el doctor Chino Oliveri supo llevar adelante hasta su muerte. Hoy, tras la huella que dejaron tanto Nuria como el Chino seguimos trabajando por la salud para nuestro pueblo”.
Estuvieron presentes en el acto vecinos, pacientes, trabajadores y trabajadoras de la Sala, su familia, hijos/as, nietos/as, bisnietos/as y camaradas del Partido de la zona, entre ellos Pedro Zamparolo, secretario político del Comité Zonal, y uno de los primeros médicos que atendió en la sala en forma solidaria, quien intervino recordando a Nuria.
Corresponsal
Hoy N° 1934 12/10/2022
