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31 de octubre de 2018

A 238 años de la histórica rebelión

Homenaje a Túpac Amaru

El sábado 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru, cacique de Pampamarca, Tungasuca y Surimana lanzó el grito de rebelión contra el dominio de la Corona de España. Lo hizo con fina ironía revolucionaria porque era el día de cumpleaños del Rey Carlos III: “el sentido era enervar y sorprender” destaca Carlos Valcárcel, historiador peruano que escribió sobre “El Precursor de la Independencia”. En la localidad de Tinta apresó al Corregidor Juan de Arriaga y el 10 de noviembre lo ejecutó en Tungasuca.
El 16 de noviembre Túpac Amaru firmó su famoso Bando de Libertad de los esclavos, el primer documento antiesclavista de la historia del Perú que “precedió en el tiempo a otros próceres como Touisant Loverture, Bolívar, San Martín, Castilla y Lincoln”. Decía en el “Bando de Libertad de los Esclavos”: “Y como cada uno de por sí tiene experimentado el riguroso trato Europeo, en esta virtud han de concurrir , sin excepción de personas a fortalecer la mía, desamparando totalmente a los Chapetones (el mismo nombre fue usado por el General San Martín) y aunque Esclavos a su Amos con aditamento de que quedaran libres de la servidumbre y esclavitud en que estaban y faltando a lo que aquí se promulga, experimentaran los contraventores el rigor más severo a causa de la desidia indefectiblemente sea Clérigos, Frailes o de otra cualquier calidad y carácter”. El programa que levantó José Gabriel Condorcanqui fue de justicia social y de ruptura con el dominio español, agrega Valcárcel que “también acabó con los repartos mercantiles, sistema expoliador de comercio que hacía obligatoria la compra de mercadería buena o mala, deteriorada o innecesaria (…) y contra la lacra de la época que eran los odiadísimos obrajes (…) establecimientos de penosa e indignante explotación, donde se desarrollaba la incipiente industria textil”. La otra gran medida revolucionaria fue prohibir el envío de indígenas desde muy temprana edad como mitayos a la mina de Potosí.
Señala Otto Vargas en su libro Sobre el modo de producción dominante en el Río de la Plata respecto a la insurrección de Túpac Amaru, citando a Boleslao Lewin: “En 1870 un furioso estallido de masas ‘conmovió hasta sus cimientos más profundos el régimen colonial y fue uno de los jalones más importantes en el camino hacia la independencia de Hispanoamérica’”.
Para dirigir el levantamiento Túpac formó su Estado Mayor que se conoció como “Consejo de los Cinco”, entre los que estaban su compañera Micaela Bastidas y Antonio López de Sosa, uno de los curas que lo había educado. Tras cinco meses de combate el líder revolucionario es sorpresivamente capturado por un traidor, al igual que su esposa; no obstante siguieron los combates en la región del Cusco y de La Paz. El 18 de mayo de 1781 Túpac Amaru es asesinado por descuartizamiento en la Plaza del Wacaypata en el Cusco, junto a su esposa, hijo mayor y algunos de sus capitanes. La crueldad de los españoles era propia de quienes vieron peligrar su poder en América. Tras el suplicio de Túpac Amaru el revanchismo español hizo más penosa la situación de las masas indígenas, negros y criollos pobres.
En este aniversario queremos reiterar nuestro homenaje en honor a su memoria y al mismo tiempo recordar que el levantamiento revolucionario llegó hasta lo que hoy es Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. En nuestro país sus partidarios de Jujuy dirigidos por José Quiroga estuvieron a punto de tomar la ciudad de San Salvador de Jujuy y no lo pudieron hacer, también, por la traición de uno de los suyos.
Al inicio de la rebelión en Ledesma, un parte realista del 19 de febrero de 1781 señala: “no solo los indios son los indispuestos, sino hasta los mismos españoles según se reconoce” y que “los indios tobas ya dicen que el Rey de los españoles no gobierna sino un pariente suyo”. Ejecutaron al teniente comandante Francisco Rodríguez, jefe de la reducción de indígenas del lugar.
Tras la traición y la derrota en abril de 1781 los realistas asesinaron a 14 de los sublevados. En premio a la tarea cumplida por sus gobernantes para ahogar en sangre la rebelión de los seguidores de Túpac Amaru la ciudad de San Salvador de Jujuy fue “condecorada” por el rey con el título de “Mui Leal i Constante”.
Los mártires de Jujuy que siguieron a Túpac Amaru nunca figuran en los nombres de calles o lugares públicos y jamás se recuerda la gesta precursora de la Revolución de 1810.

Escribe José Puca

Hoy N° 1741 31/10/2018