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30 de enero de 2019

Un comunista apasionado

Homenajes a Claudio Spiguel

Reproducimos extractos de algunos de los reconocimientos realizados al querido camarada Claudio Spiguel, responsable de la Comisión de educación, historiador y docente universitario, fallecido el 15 de enero.

Amigos, compañeros que trabajaron junto con Claudio en el Partido y en la Juventud, alumnos, instituciones de las que formó parte, historiadores e investigadores, detallaron sus grandes aportes y sobre todo coincidieron en su excepcional calidad humana.

Cristina Mateu
Claudio, hermano de la vida, compañero de militancia, de estudios, de investigaciones, de reflexiones, de risas, viajes, vacaciones, guitarreadas, de vinos, libros y arte. Te vamos a extrañar, te vamos a necesitar… podías ir como decías vos “al caracú” de las cosas. ¡Siempre voy a esperar tus extensas explicaciones que partían enfocando cualquier meollo desde los orígenes!
Gracias por haber sido todo eso, gracias por tu generosa compañía, gracias por tu humilde sabiduría.

Psicología Social de Tucumán
La cooperativa de trabajo “Primera Esc. de Psicología Social de Tucumán Enrique Pichón Riviere” Ltda. y el Instituto Superior de Psicología Social de Tucumán Dr. Enrique Pichón Riviere, sentimos con gran pesar el fallecimiento del profesor Claudio Spiguel.
Sabemos que esa pasión por transmitir la historia argentina, tenía un genuino origen en su conocimiento exhaustivo del marxismo. Teoría que nutrió su práctica, volviendo accesibles los más complejos conceptos. Abierto a todo conocimiento, nuestro profesor estudió y se formó como psicólogo social, sus aportes a la articulación de las dos disciplinas es hoy uno de los pilares para quienes hoy formamos a otras generaciones desde nuestras escuelas.

Malena: Al maestro con amor
Marquitos fue ante todo un entrañable maestro comunista. La clave estaba en la pasión con la que enseñaba y la pasión venía de las ideas…esas que abrazaba como tesoros y ofrecía generosamente a cada compañero.
La juventud fue siempre el centro de su actividad militante. Tuve el honor de desarrollar con él la tarea de Educación como responsable en la Juventud durante 15 años y por eso hoy quiero compartir algunos pasajes de los bellos momentos que vivimos con él, como un homenaje de los jóvenes de ayer, de los que participamos, organizamos y realizamos con su invalorable aporte los gloriosos campamentos de escuela de educación de la JCR durante tantos años.
Los Campamentos, febrero era el mes, El viaje estaba por empezar. En todos los rincones del país había compañeros preparando su bolso para viajar al Campamento Nacional de educación de la JCR. Entre esos compañeros estaba Marquitos, nuestro maestro, que se venía como un joven más con su ropaje, su bolsa de dormir, sus libros y canciones, sus risas y actuaciones estelares, con las que nos encandilaba toda la semana. Un grosso.
Fue un placer formarme con él al calor de realizar esa inmensa actividad que quedará grabada en el corazón y la identidad de cada compañero que participó. Saben de lo que hablo. Porque esos campamentos eran un viaje por la Comuna de París de Marx, por la Rusia socialista de Lenin, por la Italia antifascista de Gramsci, por la España republicana de la Pasionaria, por la China de Mao, por la Cuba del Che, por la Turquía de Fucik, por el México de Zapata y Villa, por las revoluciones de independencia americana de Juana Azurduy, Moreno, Artigas, San Martín y Bolívar. Allí entendíamos que nuestra lucha es parte de la lucha de otros pueblos, que la clase obrera es una sola en todo el mundo y que por eso somos internacionalistas.
En esos días aprendimos a valorar a nuestros queridos camaradas desaparecidos, asesinados o encarcelados previo al golpe y durante la dictadura. Conocimos como fueron las emblemáticas luchas obreras y populares como la del Smata Córdoba y las puebladas de la década del 70 que fueron forjando a nuestro Partido. En esos días de estudio colectivo pudimos apreciar a cada compañero en la trinchera desde la que peleaba, y a conmovernos con sus historias de vida y de lucha.
Y en los fogones ardían las canciones revolucionarias que llenaban de miradas, abrazos y alegrías el lugar: Bella Ciao, Por montañas y praderas, Los dos gallos, A la huelga, Carabina 30-30, Hasta Siempre, La Internacional, con las que las lecturas cobraban vida. No faltaban las cumbias, el rock y las canciones populares o los bailes que traían los compañeros.
En este viaje todos nos sentimos más hermanados que antes al comprender en profundidad por qué somos comunistas, por qué hay que hacer una Revolución para cambiarlo todo, por qué se necesita una organización revolucionaria en la que todos y cada uno, obreros, estudiantes, campesinos, desocupados, intelectuales, somos imprescindibles para el triunfo. Volvíamos cargados de futuro, de amor hacia los camaradas y el pueblo, orgullosos de ser comunistas.
Marquitos optó por enseñar la teoría revolucionaria del proletariado: el marxismo y los fundamentos teóricos de la línea del Partido, junto con la historia de la lucha de clases en la Argentina y en el mundo. Marquitos puso sus conocimientos y sus increíbles capacidades, entre las que se destacaba la memoria, al servicio del pueblo y del intelectual colectivo del que formó parte: el PCR.
Luchó incansablemente para que todos los compañeros se pudieran apropiar de esa teoría a la que consideraba imprescindible para analizar y transformar la realidad. En este sentido siempre recordaba que la práctica es ciega sin una teoría revolucionaria que la guíe y por eso debemos estudiarla. Como marxista sabía que la lucha de ideas es parte de la lucha de clases. Por eso motivaba a todos aquellos dedicados a la ciencia, la cultura, la historia, les daba su opinión o les sugería materiales para investigar y llegar al nudo de los problemas desde un punto de vista marxista.
Por esa teoría marxista que nos ayudaste a valorar como una guía de la acción revolucionaria de cada día.
Por esa entrega apasionada y militante. Por tu alegría infinita y tu optimismo histórico. Salute y hasta la victoria siempre querido maestro.

Rita Segato, doctora en antropología e investigadora
Yo no tengo palabras. Las busco y las busco, y a mí que siempre me sobran, hoy me abandonaron.

Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (Adhilac)
Nuestro amigo Claudio Spiguel fue un intelectual, historiador y profesor destacado, pero ante todo un compañero solidario y un amigo. Orgulloso de haberse formado en la escuela pública egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Lo conocí en las escaleras del colegio, muy delgadito, con una larga bufanda y un cierto parecido al Principito de Antoine de Saint-Exupery. Me lo presentó mi hermana Lila que había compartido con Claudio el gusto de cantar en el coro del secundario
Nunca perdió su pasión por conocer e interpretar la realidad, ni su firmeza en sus convicciones más profundas, pero superó el sectarismo divisionista de la sociedad argentina.
En lo personal tengo mucho por agradecerle, por su infinita paciencia para leer, evaluar y criticar de manera constructiva alguno de mis trabajos, por acompañar el impulso de la Adhilac Argentina (miembro fundador), por colaborar y cofundar Ariadna Tucma Revista Latinoamericana (www.ariadnatucma.com.ar).
Carolina Crisorio. UBA. Secretaria Ejecutiva de Adhilac Internacional

Gabriela Gresores
Se nos murió Claudio Spiguel. Digo, se nos murió a todos. A aquellos que compartimos la vida y los que no lo conocieron. Todos los que buscan huellas de un futuro más humano; los que se preguntan sin descanso; los que construyen cada día Tebas de las Siete Puertas. Todos llevamos puesto algo de él, porque de él nos nutrimos y es nuestro.
Era tan, tan sabio y tan bueno que no tenía ni idea. Siempre le parecía que hacía poco, que su ayuda era insuficiente; que su aporte no alcanzaba. Pero no era así, era un torrente desbordando de alegría, amistad, saberes, canciones, belleza y más belleza para un mundo que se empeña en triturarla de manera incesante…
Tenía un defecto… no le gustaba el dulce de leche. ¿A quién se le ocurre?
Claudio Spiguel: nuestro Maestro, nuestro hermano, comunista desenchalecado, como debe ser, inagotable cantor y contador de historias; como un duende.
Por un rato las historias detendrán sus preguntas para acompañar nuestro silencio, y después seguirán, para que continuemos su tarea.

Ariel, JCR Chaco
Me acaban de dar una noticia muy triste, murió Claudio Spiegel. Tengo mucho dolor, ya que tuve la oportunidad de conocerlo en esa semana hace 2 años atrás, fue la mejor experiencia que tuve. Poder haber compartido con el profe me ha dado la oportunidad de entender otras realidades y poder unirme a un camino…
Soy Ariel Martínez, tengo 30 años, soy de la provincia del Chaco, originario mestizo, toba, mocoví, vilelas, guaraníes, criollos. Entender esto, me dio la oportunidad de querer saber de dónde venimos. Esta es mi sangre que tiene variedades de culturas y de naciones. Claudio me dio identidad.
Lo voy a extrañar y lo llevaré conmigo siempre. En cada lucha, en cada clase va a estar conmigo. ¡Hasta la victoria siempre Claudio!

Mariana Vargas
“Pasión” la palabra con la que siempre te recordé a la distancia. Hasta para analizar la película Volver al Futuro 1, para cantar cada canción, para enseñar… Y hoy te vamos a extrañar infinito Claudio Spiguel. Hasta la victoria siempre.

Andrés (Mosquito)
La noticia me llegó como una puñalada al bajar de la cordillera. Esa mañana los 6.000 metros me pasaban factura y el aire apenas entraba a los pulmones ya llenos de fluidos. A gatas caminé hacia abajo.
Cuando recuperé señal me di con que Marquitos, Claudio, ya no estaba. Sabés por demás lo tanto que sembró en muchos de nosotros. Me quedo con su sonrisa, su calidez, su musicalidad. Me quedo con la imagen del actor que reinterpretaba a Einsenstein mientras las imágenes de Octubre transcurrían en la pantalla. Me quedo con quien logró que lea más de un capítulo de un libro, que logró que quiera buscar las herramientas para transformar la realidad.
Te mando un beso enorme.

Hoy N° 1752 30/01/2019