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11 de enero de 2017

Nicola Corradi, uno de los sacerdotes detenidos, había sido acusado junto a otros curas de abusos en Verona, Italia, en los años ‘60. En lugar de ser expulsados, fueron reubicados en La Plata y Mendoza.

Horror en el Instituto Próvolo de Mendoza

Lo que la iglesia tapó

La noticia fue horrorosa, y desde entonces siguen apareciendo testigos y víctimas de abusos sexuales. Horas interminables de testimonios, ya son 25 las víctimas, y la causa ya cuenta con cinco detenidos: los dos curas, Nicola Corradi y Horacio Corbacho; el monaguillo Jorge Bordón; y los dos empleados administrativos que también cumplían funciones de jardinería, José Luis Ojeda (que sería quien habría cometido actos zoofílicos) y Armando Gómez. 

La noticia fue horrorosa, y desde entonces siguen apareciendo testigos y víctimas de abusos sexuales. Horas interminables de testimonios, ya son 25 las víctimas, y la causa ya cuenta con cinco detenidos: los dos curas, Nicola Corradi y Horacio Corbacho; el monaguillo Jorge Bordón; y los dos empleados administrativos que también cumplían funciones de jardinería, José Luis Ojeda (que sería quien habría cometido actos zoofílicos) y Armando Gómez. 
La denuncia de la mamá de un alumno del instituto, quien dijo que su hijo fue obligado a tener sexo oral, demuestra que desde el 2008 había ya testimonios de lo que allí pasaba, pero la causa nunca avanzó. La iglesia tapó todo. 
Toda la sociedad es víctima de la impunidad y el silencio cómplice del Estado (Ministerio de Educación por ejemplo) y del Arzobispado de Mendoza. Los diputados tienen que ir al mismo para escuchar declaraciones, y no al revés, es decir que miembros del Arzobispado vayan a la Legislatura a dar explicaciones. No puede entenderse que recién ahora salgan a la luz los traslados de los pedófilos desde Verona a La Plata y Mendoza.
Reflexionemos sobre nuestra Constitución ¿Estado laico? ¿Enseñanza laica? Basta de tirarse la pelota y de deslindar responsabilidades. Tanto el Estado como la Iglesia son cómplices de ésta y de todas las situaciones de abusos que aún no salen a la luz. Son tan controladores de los trabajadores, pero el control sobre la seguridad y la educación de nuestros niños nada. 
Exigimos que se haga justicia. Como son delitos civiles, deben ser juzgados por los fueros legales correspondientes y no por el derecho canónico. De esto ya hay antecedentes con los juicios de lesa humanidad, que por la lucha del pueblo se logró juzgar a los militares por los fueros civiles, y no militares. 
Si no hubiesen silenciado desde la impunidad, tanto horror, y desde el Estado se hubiese ejercido el contralor político de la Constitución Nacional sobre estas instituciones (que se las deja operar como feudos), estos abusos podrían haberse evitado. No se debe dejar a las instituciones religiosas ejercer la educación como ellos quieran, no. 
Seguiremos luchando por justicia, seguiremos exigiendo un Estado laico, seguiremos exigiendo cárcel común a todos los violadores, no importa la religión, ni el color, nada.