Haber derrotado en las últimas elecciones del sindicato a la conducción que había traicionado la lucha del 2007 contra el trabajo en negro, que había avalado la entrega del recurso que significó la aprobación de las Cuotas transferibles individuales de pesca (CTIP), que no sólo privatiza nuestro recurso, sino que garantiza a mediano plazo la concentración de la pesca en pocas manos; conducción que había traicionado el reclamo histórico de la lucha por el convenio 162/75, generó muy buenas condiciones para la unidad del gremio. Después de mucho tiempo, trabajadores efectivos y de cooperativas se unieron y demostraron que éste es el único camino para garantizar el paro total de las fábricas. También el corte de los accesos, modalidad de lucha desarrollada durante la lucha larga del 2007, se consolidó como un recurso clave para garantizar la medida de fuerza. En este momento, a solo una semana de semana santa, en las bodegas y los depósitos hay más de 60.000 cajones.
La pesca ha sido durante estos años uno de los negocios más rentables del modelo kirchnerista.
El 95% de las capturas de pescado y mariscos se exportan. Las retenciones a la exportación son inferiores al 5%. Los empresarios reciben distintos subsidios y exenciones por parte del Estado: gasoil, devoluciones del IVA, planes Repro, etc. El 50% de los trabajadores de la industria trabaja en negro (sin cobertura social, sin garantía horaria, sin seguro ni aportes) y el resto lo hace en su mayoría bajo convenios basura (Pymes), sólo un porcentaje muy pequeño mantiene el convenio 162/75.
Por un paro regional
Durante el desarrollo del conflicto fueron llegando las adhesiones de distintos sectores gremiales y políticos: la CTA, Movimiento Proyecto Sur, gremios del puerto que integran la mesa del salario, centros de estudiantes, etc. Hay condiciones para imponer un paro regional que le quiebre el brazo a los empresarios y al gobierno y genere mejores condiciones para las peleas salariales que están en curso: Navales, marineros, judiciales, textiles, etc.
El paro del SOIP que surgió desde abajo demuestra que hay muy buenas condiciones para desbordar y romper el tope salarial que impuso la CGT el gobierno.
