El 1º de diciembre de 1916 los trabajadores marítimos declararon una huelga general en el Puerto de Buenos Aires. Fue la primera lucha obrera que enfrentó el recién asumido gobierno de Hipólito Yrigoyen –se la considera el inicio de un auge que duró varios años– y tuvo una magnitud nunca vista en nuestro país.
El 1º de diciembre de 1916 los trabajadores marítimos declararon una huelga general en el Puerto de Buenos Aires. Fue la primera lucha obrera que enfrentó el recién asumido gobierno de Hipólito Yrigoyen –se la considera el inicio de un auge que duró varios años– y tuvo una magnitud nunca vista en nuestro país.
El Puerto de Buenos Aires era ya el mayor de la Argentina y concentraba tanto la exportación de la producción agropecuaria, como las principales importaciones. Según el censo de 1914, había unos 13.585 marineros en todo el país, de los que 5.609 trabajaban en el Puerto de Buenos Aires.
Hacia el momento del conflicto, la compañía Mihanovich era claramente la principal en el puerto. Fundada en 1898, la Sociedad de Navegación a Vapor Nicolás Mihanovich ya a principios de siglo 20 controlaba el servicio de fluvial de cabotaje y hacia los países limítrofes. En 1909 pasó a llamarse The Argentine Navigation Company Nicolás Mihanovich Limited, con el ingreso de capitales ingleses, quedando los Mihanovich con un tercio de las acciones. Esta empresa fue una de las principales impulsoras de la Ley de Cabotaje Nº 7.049 sancionada en 1910, que fijó que sólo buques de bandera nacional podían transportar mercaderías entre los puertos interiores, debiendo cumplir con un porcentaje mínimo de tripulación nacida en el país o naturalizada. A la vez esto permitía a los empresarios embarcar trabajadores de países vecinos, lo que actuó como factor de conflicto con la FOM durante la huelga ya que, tanto Mihanovich como otros pretendieron reemplazar a los huelguistas por trabajadores de estas nacionalidades.
Las tripulaciones estaban divididas en tres secciones: cubierta, máquinas y cámara o cocina. En la cubierta estaban los marineros, contramaestres, bodegueros, calafates, timoneles, lustrabronces, encargados de carga y descarga, limpieza y mantenimiento. En sala de máquinas trabajaban foguistas, carboneros y caldereros, pañoleros, electricistas, engrasadores, mecánicos y ayudantes; y en la sección de cámara, se contaban mozos, cocineros y ayudantes.
La situación de los trabajadores había empeorado en el curso de la guerra mundial, y las empresas habían aumentado los despidos (cerca de 1600), y la superexplotación. Además, cambios tecnológicos eliminaron algunos oficios, como los calafates (que sellaban las juntas de las maderas de las naves con estopa y brea para que no entre el agua). Por esto se sucedían las asambleas y los reclamos, preparando la huelga, que estalló el 1 de diciembre, ante la negativa patronal de aceptar los reclamos.