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04 de abril de 2012

La primera huelga general contra la política del gobierno de Rajoy en España, fue de gran magnitud, y cerca de dos millones de personas salieron a las calles en la mayoría de las ciudades.

Huelga general en España

Hoy 1413 / Contra la “reforma laboral” y el ajuste

La huelga fue convocada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras(CCOO), las dos centrales obreras, y también tomada por una parte del movimiento de los “indignados” que surgió el año pasado.

La huelga fue convocada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras(CCOO), las dos centrales obreras, y también tomada por una parte del movimiento de los “indignados” que surgió el año pasado.
En una demostración de que éste fue tan solo un round en una larga batalla, al día siguiente de la huelga el gobierno de Rajoy tomó nuevas medidas de ajuste, congelando los empleos públicos, y subiendo tarifas de electricidad y gas. La huelga se hizo sentir en el sector industrial y en trasportes, y en algunas ciudades como Barcelona, hubo fuertes enfrentamientos con la policía, con decenas de heridos y detenidos. La huelga afectó incluso algunos medios de comunicación. Las organizaciones convocantes calculan en 10 millones los que no fueron a trabajar el 29 de marzo.    
Además de la gigantesca concentración en Madrid, los reportes indican masivas concentraciones en Castilla, Andalucía, León, Cataluña, no sólo en las capitales, sino en ciudades más pequeñas como Ponferrada, Burgos, entre otras, en repudio a una política que pretende descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo español. Se calcula que hubo marchas y actos en 100 ciudades y pueblos.

El mayor desempleo de Europa
El desempleo en España afecta actualmente a unos 5,3 millones de personas, el 22,9 por ciento de la población activa, la cifra más alta en la Unión Europea. Una parte de esos jóvenes que se llaman a sí mismos “la generación sin futuro”, fue parte activa en las movilizaciones, con la convocatoria “La huelga también es nuestra.”
En uno de los párrafos de su llamamiento, la “Juventud sin futuro” plantea: “La reforma laboral del PP es un ataque gravísimo que desmonta los derechos conquistados por las generaciones anteriores y extiende la precariedad a toda la sociedad. Esta reforma no es el principio ni el final de las agresiones contra las mayorías sociales: aún tenemos fresca la reforma laboral del P$OE, la reforma de las pensiones y todas las medidas de “austeridad” que han venido después, y que nos imponen a las mayorías sociales el empobrecimiento de nuestras condiciones de vida.
“Somos la primera generación en décadas que va a vivir peor, con menos derechos sociales, que la anterior, y por ello tenemos mucho que decir en esta huelga. No se trata solamente de no ir a trabajar, se trata de participar activamente con nuestra única arma, nuestros cuerpos y nuestra inteligencia. ¡Nos vemos en los piquetes!”
Una de las vigas maestras del plan del PP es la “reforma laboral”, que con el argumento de reducir el altísimo desempleo, beneficia a las patronales con regímenes de flexibilización laboral, facilidades en los despidos, y pretende desarticular las organizaciones sindicales en las negociaciones de los contratos colectivos.
La potencialidad de lucha mostrada el 29 de marzo augura un período de grandes combates en la península ibérica. A las luchas parciales en muchos sectores fabriles, se suman los estudiantes que batallan contra el recorte presupuestario, y los indignados que prometen que “la lucha sigue”, mientras denuncian: “no vemos las mismas prisas en detener a los que realmente tienen que rendir cuentas a la sociedad: los banqueros, los especuladores y los políticos corruptos que a su servicio han creado esta monumental estafa llamada crisis. El gobierno de los banqueros demuestra, una vez más, que gobierna para los de arriba, para los culpables de la crisis, para los que se benefician de ella. Este doble rasero es el que demuestra para quien gobiernan, sobre quienes quieren hacer recaer los costes de la crisis que no hemos provocado”.