El martes 16 de noviembre los trabajadores del metal de Cádiz, España arrancaron la segunda etapa de una masiva huelga en reclamo de un aumento salarial del 2% para este 2021.
Más de 25 mil trabajadoras y trabajadores paralizaron las principales fábricas metalúrgicas, cortaron calles y carreteras con fogatas, y mantuvieron enfrentamientos con la policía.
La patronal, frente al reclamo de subir los salarios un 2% este año, medio punto más para el 2022 y un incremento final hasta el 3% en 2023, ofreció un 0,5% para este 2021, siete décimas más para el año próximo y que se consolide en un 1,5% en 2023.
Los trabajadores dicen que esto no cubre el aumento de precios que se viene produciendo en España en el último tiempo, y expresan un hartazgo por las maniobras de las grandes empresas, de usar pequeñas “empresas colaboradoras” a las que derivan parte de la producción, con menores sueldos y derechos laborales.
Todo esto en una región que es la segunda con mayor índice de desocupación en España, lo que las empresas aprovechan para rebajar sueldos.
Entre las empresas afectadas por la huelga están Airbus, Navantia, Alestis, Acerinox, Dragados, Cepsa, entre otras de esta región del sureste de España
“Somos obreros, no delincuentes», cantaron durante las distintas marchas. Las fábricas estuvieron paradas y las calles, cortadas. «Los problemas de una fábrica no se pueden quedar allí, tenemos que hacer partícipe a toda la ciudadanía. Los únicos violentos son los que visten de Armani, la patronal», dijo un portavoz de los trabajadores, según ha recogido el Diario de Cádiz.
La masividad de la lucha ha hecho que hasta el alcalde de Cádiz, José María González, saliera a apoyar a los trabajadores, recibiendo a una delegación, frente a la que denunció que los trabajadores del metal llevan «décadas y décadas de enganchar un contrato precario con otro» y que «eso es violencia sistemática».
En estas jornadas se vivieron fuertes enfrentamientos con la policía antidisturbios. Ante el intento de desalojo de algunos de los cortes de calles en distintas zonas de la ciudad, los obreros respondieron defendiéndose con piedras, levantando trincheras y escudos, para repeler las balas de goma y gases lacrimógenos de las fuerzas de seguridad.
La Coordinadora de trabajadores del Metal, en un comunicado, expresó el jueves 18: “la patronal nos ha declarado la guerra. No les vale sólo con los continuos incumplimientos que nos convierten en esclavos, ahora quieren que la esclavitud sea legal y reflejarla en Convenio… Nos quitaron el Plus incondicional (160€/mes) hace unos años, por la crisis, y ahora se niegan a renegociarlo. Y no solo esto, pretende aumentar el horario, congelarnos las subidas anuales, quitarnos una paga, crear una categoría con menor sueldo o que las horas extras no se controlen.
Hoy N° 1891 24/11/2021