Convocada por la Seccional del SAON Mar del Plata y por la Agrupación Azul y Blanca, el viernes 8 a las 17 hs se fueron concentrando en la puerta del muelle de ultramar trabajadores de los distintos astilleros y talleres, también lo hizo un grupo importante de prácticos de muelle.
Convocada por la Seccional del SAON Mar del Plata y por la Agrupación Azul y Blanca, el viernes 8 a las 17 hs se fueron concentrando en la puerta del muelle de ultramar trabajadores de los distintos astilleros y talleres, también lo hizo un grupo importante de prácticos de muelle.
Jorge de Filippis y Diego Villareal dieron comienzo a la asamblea planteando la necesidad de ser protagonistas en este proceso y fieles custodios de las paritarias del sector. Hicieron un recorrido de las distintas asambleas que se hicieron en las últimas semanas para definir la propuesta salarial y elegir los delegados paritarios de los 5 convenios colectivos que rigen la actividad del gremio. También informaron sobre la negativa por parte de la Comisión Directiva Nacional del sindicato a reconocer los mandatos de asambleas. Destacaron que gracias al esfuerzo y la voluntad de los compañeros la dirección de Speroni está quedando al desnudo. Y llamaron a redoblar los esfuerzos para lograr que se reconozcan los paritarios y para lograr aumentos que permitan que ningún naval quede por debajo de los 20.000, para instalar la lucha por la insalubridad y la jubilación anticipada, para conseguir el por el pago de la productividad que figura en CCT.
La movilización se dirigió hacia Padre Duto y Magallanes donde se encuentra la oficina que montó Speroni para paralelear a la seccional. Las puertas cerradas y las rejas colocadas fueron la respuesta. Se dejó un petitorio y se discutió el compromiso de regresar dentro de los próximos 15 días.
El aumento brutal de los precios, el salvaje incremento de las tarifas de gas y luz, el reciente boletazo ponen sobre la mesa la necesidad de unir a los distintos gremios del sector y la ciudad para lograr aumentos que permitan paliar la situación.
En el medio de esta pelea se desarrolla un gran debate sobre la crisis pesquera. Los exportadores, no satisfechos con los grandes beneficios que significó la quita de retenciones y la brutal devaluación, presionan con la casi paralización de la flota. Los pulpos que crecieron a la sombra de la pesca ilegal y el trabajo en negro, reclaman el aumento de los cupos de pesca a riesgo de perjudicar la biomasa. Los trabajadores van delineando su diagnóstico y sus propuestas.
Es necesario poner la discusión del modelo pesquero sobre la mesa, de lo contario asistiremos seguramente a un nuevo salto en la concentración, la extranjerización y el correspondiente achicamiento de la actividad como suele suceder ante cada crisis. Salir de la crisis sosteniendo la mano de obra y mejorando los salarios del sector y las ramas que dependen de él, implica proponer cambios de fondo y tocar los intereses de los que se han adueñado de la pesca.
