Textilana en su momento tuvo más de 800 trabajadores, con amplia mayoría de mujeres. Actualmente hay aproximadamente 450.
Hoy el sueldo básico de una obrera textil está por debajo de la línea de pobreza, ganan entre 5.000 y 6.000 pesos por quincena. El conflicto que duró ocho días, comenzó el 12 de marzo. En asamblea resolvieron:
-Suspender la producción hasta que no mejoren las condiciones laborales, porque ante el nuevo sistema por líneas, deben producir la misma cantidad pero con mucho menos personal. El año pasado despidieron a 100 operarias.
-Exigir el pago de un bono quincenal de $4.000.
-Que no se descuente el presentismo cuando solicitan horas para trámites personales y bancarios o por enfermedad.
El sindicato estuvo totalmente ausente. Ante la contundencia de la medida, lograron una reunión de las partes el 18 de marzo en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Ahí se acuerda:
1) Aumento de $2.500 quincenales, que serán actualizados por paritarias.
2) Días libres para la realización de trámites sin pérdida del presentismo (3 al año).
3) El no descuento de los días que permanecieron en asamblea.
4) Auditoría durante 90 días para corroborar y revisar todo el sistema de producción denunciado.
El primer día la empresa sólo se comprometió a realizar una auditoría sobre el sistema de producción y de pago, por lo que se continuó con la medida de lucha.
El paro fue casi total, solo quedaron muy pocas compañeras que fueron “amedrentadas” y las encargadas.
Esta lucha demostró una vez más que con la unidad y la firmeza fue posible ganar esta primera batalla. Los dueños de Textilana, Roxana Todisco y su padre, son conocidos por super-explotadores y por su histórica postura ante cualquier reclamo de una obrera. La respuesta era sanción, suspensión y hasta despidos.
Corresponsal
Hoy N° 1760 27/03/2019
