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22 de enero de 2022

Infancia ultrajada – violencias extremas

Una niña wichí víctima de femicidio en Salta

Su nombre era Pamela Julia Flores, tenía 12 añitos, vivía en la comunidad wichí Kilómetro 2 en la localidad de Pluma de Pato, departamento Rivadavia.  Desapareció un miércoles y el sábado 15 de enero su cuerpo sin vida era encontrado por un lugareño, tapado entre los yuyos a orillas de la ruta 81.

Por el femicidio de Pamela hay un solo detenido, un joven de 17 años perteneciente a la misma comunidad, aunque la familia sostiene que hay otros involucrados.

A ella con 12 añitos le arrebataron la vida, en su pequeño y frágil cuerpo sintió la más cruel y aberrante de las violencias, esa violencia machista  que mata, ella fue   violada, degollada y asesinada.

A ella le truncaron la vida, que como todas las niñas tenía sueños, proyectos, ganas de crecer y vivir, unos días atrás había terminado la escuela primaria.

Pero Pamela fue víctima muchas veces del olvido y el abandono por parte de un Estado provincial que conoce bien la realidad de las comunidades originarias del norte.

Ese norte que el Estado  debería de cuidar y proteger a los más vulnerables, que debería velar por los derechos y la dignidad humana, pero por lo contrario, lo expulsa a la marginación, al abandono y al  olvido.

Muchos de ellos son hoy sobrevivientes de situaciones muy complejas en donde para muchos es inconcebible que se mueran por el hambre, la desnutrición, la falta de agua.

A ella la vida la signó con muchas carencias en su pequeño ser que en carne propia conoció el desamparo y el abandono del Estado que la debía proteger a ella y a cientos de niños, que para el Estado son invisibilizados y marginados.

El femicidio de Pamela y de otras niñas nos tiene que interpelar como sociedad porque hay mucho de injusto, porque hoy en las comunidades originarias se vive en la precariedad absoluta donde morir por el hambre, la desnutrición, la falta de agua golpea y duro.

Ni siquiera en el último adiós a Pamela llegó esa ayuda que desesperadamente piden y necesitan las comunidades originarias.

Hubo imágenes que recorrieron  en donde se podía percibir esa pobreza extrema que golpea duro, que nos desgarran y es la síntesis de lo que vive una comunidad totalmente olvidada y sometida a la pobreza durante décadas.

El cuerpo de Pamela, niña pobre y originaria, reposaba sobre un ataúd precario apoyado en dos sillas y cubierto por una carpa improvisada.

Toda una comunidad la llora pero se hace escuchar el pedido de justicia, que se esclarezca este femicidio, que haya una investigación a fondo porque no es la primera vez que pasa en la comunidad.

Mientras Tomas Flores, padre de Pamela, entre lágrimas pide “justicia por mi hija Pamela y que esto no quede impune. Los culpables tienen que pagar”, porque él y todos desconfían que el autor del brutal  femicidio de Pamela  sea solo el joven detenido y temen que la justicia no investigue.

Porque las cifras siguen en aumento, en el  2021 Salta se ubicó en la tercera provincia que más femicidios tiene con 13 víctimas fatales y con el femicidio de Pamela la lista se sigue engrosando, son asesinatos de odio porque  la violencia machista mata y porque la violencia institucional que se ejerce sobre las víctimas no da las garantías  para erradicar la violencia de una vez por todas.

Necesitamos medidas concretas y urgentes.

  • A toda una sociedad nos queda pedir y exigir justicia por Pamela Julia Flores
  • Que el grito colectivo sea Ni Una Menos, Vivas y Libres nos Queremos
  • La violencia machista mata
  • Inmediata sanción de la ley de las promotoras en violencia
  • Creación del ministerio de la Mujer en Salta
  • Que los organismos públicos encargados de ver la situación de violencias en las mujeres no solo hagan balance de números y cifras sino que salgan a trabajar en el territorio
  • Refugios en toda la provincia con personal capacitado en perspectiva de género
  • Por la Declaración de la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres Ya

 

Corresponsal

Foto: Germán Vildoza, Co-fundador ONG “De la mano por el  mundo”