Noticias

02 de diciembre de 2010

Informe del Comite Central del PCR – 26 de junio de 1976 –

Documentos del PCR / tomo 4

Sobre el plan económico y el viaje de Martínez de Hoz al exterior

Sobre el plan económico y el viaje de Martínez de Hoz al exterior

Este es importante para tratar de comprender la correlación de las clases que apoyan a la dictadura, la disputa por la hegemonía y el marco internacional en que se realiza esa unidad y esa disputa. Unidad y disputa que corresponde a la esencia de la burguesía monopolista y sectores imperialistas, porque la esencia del imperialismo es la competencia y el monopolio que son dos principios contradictorios que se expresan en lucha y unidad, donde lo absoluto es la lucha, lo relativo la unidad.
No se conocen los detalles del viaje; ya irán trascendiendo.
En la primera entrevista de Martínez de Hoz con Mr. Simons, es donde está reflejada la realidad más íntima de la Argentina.
Simons, secretario del Tesoro de EE.UU., le concede cuarenta y cinco minutos al ministro.
Al mismo tiempo, Martínez de Hoz –¡es Martínez de Hoz!– y como él dice no puede dedicar esos 45 minutos a ir a mendigar unos dólares. Por eso explica los planes reorganizadores de la dictadura videlista; en vez de 45 minutos están 1 hora y 30 minutos, que es el balance que trajo Martínez de Hoz de su primer viaje.
No conocemos qué corriente expresa Simons en EE.UU., pero es posible que como la mayoría de la administración Ford, esté adscrito a la corriente liberal, a la que hoy se puede llamar corriente “munichista”, corriente que busca un acuerdo con la URSS, ilusionada con la posibilidad de impulsar a la URSS a una política de agresión a China, realizar grandes negocios con la URSS y poder superar las dificultades que hoy tienen en Europa. Ahora bien, para el gobierno de EE.UU., en los que hay elementos que son más abiertamente “munichistas”, como el grupo de la banca Kuan-Loeb, u otros tradicionalmente asociados al comercio con la URSS, como puede ser el grupo que controla la Continental Crain que exporta cereales a la URSS, o el sector petrolero que está relativamente atraído por ofertas de inversiones en Siberia; gasoductos, etc., el gobierno argentino es un problema. Porque entre los imperialistas saben bien quién es cada uno. Por eso, como acaba de decir Kissinger: él no viene a la Argentina porque la Argentina está “en una situación de transición”.
La entrevista Simons-Martínez de Hoz podría ser interpretada así: Martínez de Hoz expone el programa económico de la dictadura, y Simons le dice: “es un programa muy bueno, son exactamente mis ideas, ustedes perseveren en ese camino que van a triunfar; vuelva y tráiganos la modificación de la Ley de Inversiones Extranjeras (que ‘munichista’ o no, impulsa a que se modifique) y la Ley de Hidrocarburos”. Por eso La Nación resalta la prudencia en las declaraciones de Martínez de Hoz y en la de los americanos.
El programa económico de la dictadura, se caracteriza por: restringir el consumo para contener la inflación y aumentar la superexplotación; buscan restablecer una cuota de plusvalía elevada que les permita contrarrestar los avances del movimiento obrero, contener el déficit estatal (presupuestario); privatizar empresas intervenidas por el Estado; desnacionalizar empresas nacionalizadas y una política de alianza abierta con la mayoría de los terratenientes.
Pero este plan oculta una idea que es muy común en la gran burguesía intermediaria y entre los terratenientes, la idea que en la Argentina cualquier crisis se supera con “dos buenas cosechas”, por tanto, en lo que ellos llaman “distribución de ingresos”, le ponen al campo en general (terratenientes y ganaderos) la zanahoria de pagarles los precios del mercado internacional en granos y en carnes.
Aquí surgen varias cuestiones: la primera es a quiénes vender estos cereales y estas carnes. El mejor cliente argentino en el último cuatrimestre de 1975 fue la URSS. Principal comprador; hecho de gran magnitud, no suficientemente calibrado por nosotros y en general. Porque no es un hecho pequeño que Inglaterra, EE.UU.y países europeos hayan sido desplazados como principales adquirentes de productos argentinos.
En la URSS, en el terreno agrícola, van de desastre en desastre; con el área cultivada en la siembra de primavera, se afirma que la URSS va a tener que comprar este año arriba de 30 millones de tn de cereales. Por lo que allí hay un mercado potencial para los granos argentinos.
Las posibilidades de los soviéticos de comprar carnes argentinas no son muy claras. Hay dudas sobre eso. Ellos no comen el tradicional “chilled beef” de exportación. Compran especialmente conservas.
Los soviéticos, como consecuencia del desastre agrícola, también tienen problemas ganaderos, y han tenido que sacrificar una cantidad enorme de ganado, lo que indicaría que no necesariamente van a comprar carne. O por lo menos, no en grandes cantidades.
El MCE acaba de aumentar los impuestos al ingreso de carnes importadas de fuera de dicho mercado. Ahora bien, ¿es que EE.UU. le va a financiar a la Argentina la venta de cereales y carnes a la URSS, siendo los cereales y las carnes un producto estratégico?
Hay sectores en EE.UU. que no van a aceptar esto, salvo a cambio de concesiones muy serias. Esto es muy importante para los granjeros norteamericanos; porque la agricultura norteamericana se ha transformado en la principal fuente de divisas para EE.UU. y tan es así que la devaluación del dólar en 1973 estuvo motivada por la necesidad de exportar más productos agrarios. Por lo tanto, los granjeros, que tienen un peso importante en la política yanqui, como lo están demostrando las actuales elecciones primarias, y que siempre fueron un sector hostil a los terratenientes argentinos, ¿van a aceptar tranquilamente que EE.UU. financie las ventas argentinas a la URSS? Es probable que muchos granjeros piensen que en todo caso el trigo a la URSS se lo pueden vender ellos.
Por otra parte, diferentes sectores plantean: si los argentinos quieren vender trigo a la URSS, que lo hagan pero no hay por qué financiarles las ventas como se hizo con los automóviles a Cuba.
Claro que estando de por medio el problema del Atlántico Sur (problema que nuestro Partido fue el primero en denunciar), es posible, o no es descartable, que negocien.
Se habla de las presiones yanquis para formar una “NATO americana”. Los soviéticos tienen ya las condiciones, por lo menos para interferir el tráfico del Índico al Atlántico Sur.
Ahora, el problema se agrava cuando se trata de la circulación entre el Atlántico y el Pacífico, y aquí hay dos piezas claves: Argentina y Chile y la cuestión de las Malvinas y la Antártida.
Argentina, que siempre pudo evitar entrar en las guerras mundiales por su lejanía de los teatros de guerra, ha pasado a ser un lugar clave en la disputa mundial de las dos superpotencias.
Otro problema es el del petróleo; ésta es otra enseñanza. Siempre se dice que no hay petróleo, que los pozos argentinos son de bajo rendimiento y están agotándose, y ocurre que luego de caer un gobierno reformista, sube una dictadura y Martínez de Hoz declara que existen enormes reservas petrolíferas en la plataforma submarina argentina. ¿No es que no había petróleo?; según publicó La Nación, los yanquis, con satélites, han determinado una potencialidad de 200.000 millones de barriles (una cifra increíble). Si sólo fueran 2.000 millones de barriles, sería una cantidad muy importante. Pero para explotar ese petróleo hacen falta grandes inversiones, y nunca la política petrolera yanqui fue la de apurar la explotación petrolera en el sur de América Latina. La política de ellos fue la de agotar los pozos de las zonas en el centro de disputa, como en el caso del Medio Oriente y el Golfo Pérsico; y no la de su patio trasero, salvo Venezuela. Los yanquis tienen un interés relativo en sus explotaciones petroleras en Sudamérica. Incluso con los nuevos pozos en Alaska, habrá que ver si les conviene esa explotación aquí.
Inglaterra estaría interesada, pero eso es tema de fricción con los yanquis. Se habla de la posibilidad de una explotación inglesa de la plataforma a cambio de una transferencia gradual de las Malvinas a la soberanía argentina.
Los ingleses están explotando a alto costo el petróleo del Mar del Norte y parece que marchan a autoabastecerse y a exportar, por lo que habrá que ver si tienen interés.
El caso del cobre es otro caso ilustrativo. El cobre argentino nunca se va a explotar, mientras ellos tengan asegurado el abastecimiento con las minas de Chile. (Es decir, mientras el cobre chileno esté en la órbita de explotación yanqui). Por ejemplo, para poner en explotación las minas de cobre El Pachón (San Juan), hacen falta inversiones del orden de los 1000 a 5000 millones de dólares. Sólo para comenzar la explotación, se necesitan centenares de millones de dólares. Ellos no lo hacen porque consideran a estos yacimientos como reserva estratégica, para el caso de perder algunos de los actuales centros de explotación; entonces podría ser factible, de lo contrario no.
La ESSO, en el sur (Plaza Huincul), mantuvo sus pozos cerrados desde 1948 en adelante, manteniendo la concesión y sin explotarlos, lo que ilustra lo dicho.
Puede ser que haya compañías interesadas, pero aquí hay otro problema, ¿quién va a venir a hacer grandes inversiones en mar abierto con la inestabilidad que hay en la Argentina? Durante el gobierno de Frondizi (según lo denunció después Silenzi de Stagni) los yanquis invirtieron sólo de 100 a 120 millones de dólares y al cabo de cuatro años se habían llevado más de lo invertido.
Ahora todo esto está vinculado al problema del Atlántico Sur. De allí la importancia general del problema internacional.
Entonces: para realizar esa idea de que la crisis se supera con dos buenas cosechas, es que Martínez de Hoz va a buscar dólares a los EE.UU. Muy exigido por la dependencia de la industria argentina de los insumos y la tecnología yanqui, y con una elevada deuda externa que los tiene a los yanquis y europeos como principales acreedores.
Otro hecho: cuando subió la dictadura se dijo que por desidia del gobierno de Isabel no se había utilizado un tramo de 20 millones de dólares de un crédito de 80 millones para los ferrocarriles; y hoy Martínez de Hoz dice que ese crédito ya no existe. La situación del sector externo es crítica. Pudieron postergar algunos vencimientos pero ahora hay unos 700 millones de dólares que vencen en octubre. Martínez de Hoz espera conseguir 1000 millones: 700 para afrontar las deudas y 300 para ir “tirando”. Si quieren eso van a tener que hacer concesiones serias. Condiciones para los capitales extranjeros “como no se conocen en el mundo”, según declaraciones oficiales.

 

II. El frente de clases en que se apoya la dictadura

El problema del frente de clases que apoyó el golpe del 24 de Marzo. Las clases que están allí y cuál es la correlación en el seno de ese frente, han sido definidos en la declaración del 27 de Marzo y en el Informe del CC posterior.
Es muy importante mantenerse aferrados a la caracterización del frente de clases que apoya a la dictadura, porque actualmente a esta dictadura la apoya el diario La Prensa y Tribuna Popular (P “C”) y la critican en ciertas cuestiones La Prensa y en otras Tribuna Popular. La apoyan los sectores liberales y la critican en algunos aspectos; la apoyan los sectores nacionalistas militares y la critican en otros aspectos. Por lo tanto, si nosotros no nos mantenemos en la caracterización hecha, nos vamos a equivocar en política.
Por ejemplo, si decimos: “ésta es una dictadura rusa”. No es rusa: es un frente de clases donde yanquis, europeos, prosoviéticos, terratenientes, grandes burgueses han confluido desde sus intereses; esto por ahora es así.
Al mismo tiempo, si no señalamos quién hegemoniza, nos mantendríamos en un eclecticismo impropio de marxistas. Nosotros sabemos que sólo excepcionalmente, en determinados períodos de la historia, ha podido haber un relativo equilibrio, transitorio y precario, entre clases sociales en el poder. Aquí hay una hegemonía que se manifiesta en el control de las palancas claves del poder, del poder del Estado, según la definición de Marx, Engels y Lenin.
Aquí aparece un sector muy vasto de terratenientes y grandes burgueses que son los que hegemonizan, como clases nacionales, el aparato del Estado. Algunos son testaferros de los soviéticos, otros son socios de los soviéticos, y hay un sector importante, que aunque esté asociado con agentes o testaferros, o sea burguesía intermediaria, es un sector al que no se puede caracterizar directamente como ruso. Un sector que no hace problemas en asociarse por intereses con quien le ofrezca una perspectiva. En este caso, el socialimperialismo soviético.
Allí viene el problema de Martínez de Hoz; nosotros no sabemos aún quién es Martínez de Hoz, qué es él personalmente. En su época de estudiante tuvo posiciones democráticas (en esa época se las podía caracterizar así: apoyo a las posiciones hegemónicas en el movimiento estudiantil de defensa de la Unión Democrática), y luego mantuvo relaciones cordiales con esos sectores que tuvieron una actitud antiperonista. Proviene de una familia tradicional, casado con otra familia donde ha anidado el PC. Su mujer es Elvira Bullrich, los otros apellidos de la Bullrich son Anchorena Lezica, Alvear.
Otros elementos a tener en cuenta: en 1946 la Sociedad Rural estaba dirigida por un sector violentamente antiperonista, el sector de Bustillo, compenetrado a fondo con los que apoyaron a la Unión Democrática, Braden, etc. y los caminos del diálogo con la Casa Rosada estaban cortados. Es un dicho común que un presidente de la Sociedad Rural no puede estar más de dos semanas sin entrar a la Casa Rosada y para agosto de 1946 los puentes estaban cortados.
La política económica del peronismo la decidía Miranda, industrialista típico, burgués que en determinados aspectos era agresivo con los terratenientes, pero muy cuidadoso, porque el propio Miguel Miranda ya se había transformado en un gran terrateniente y ganadero.
Al mismo tiempo había un sector del peronismo donde estaba el ingeniero Biraben (que después presidió la COCOPRA, Comisión Coordinadora para la Reforma Agraria) junto con Molinari, que realizó una intensa campaña para la reforma agraria. Su diario había publicado las cartas de Luis Carlos Prestes (secretario del P“C” de Brasil) apoyando a Perón y en él estaba el sector que se fue del P“C”, Puiggrós, etc. La campaña desarrollada por la reforma agraria tuvo importancia, tan es así que en su gira proselitista, sobre todo en el Norte, Perón llegó a hacer ofrecimiento de entrega de tierras. Es recordado lo ocurrido después del triunfo de Perón cuando los indios coyas realizaron una marcha para reclamar lo prometido. El sector de Biraben apoyó la marcha (también Evita y Mercante) pero ese sector fue desplazado. Perón, cuando los coyas llegaron a Buenos Aires, los metió en un tren y los mandó de vuelta. Se hicieron algunos repartos (pocos) de tierra en el Norte, en Salta, algo en el norte de la provincia de Buenos Aires y unos pocos más.
Con este panorama en agosto de 1946, la situación para los dirigentes de la Sociedad Rural, era incómoda; entonces se produce un hecho inaudito: la dirección de la SR es entregada a la lista que había sido derrotada (en sus elecciones internas) y que elevaba como candidato a presidente a Martínez de Hoz, padre.
Este Martínez de Hoz fue quien le regaló el famoso caballo a Perón y quien lo invitó a la exposición de la Sociedad Rural. Después Perón diría que fue un momento difícil porque él y Evita esperaban una silbatina.
De 1948 en adelante, cuando el gobierno peronista mantuvo relativamente bajo el precio de las carnes, este sector terrateniente comienza a alejarse.
Vinculado a Martínez de Hoz está también Acevedo.
Acevedo que antes aparece vinculado a la Banca Shaw (se dice que hacía pasar por los altoparlantes de Acíndar la marcha peronista en horas de trabajo), se aleja del peronismo cuando Perón motoriza el plan de Fabricaciones Militares para el desarrollo de SOMISA.
Este es un sector de terratenientes y de burguesía que en 1958 estuvo con Frondizi, Acevedo fue ministro de Frondizi desde 1958 a 1962; y tenía de empleado a un personaje muy importante en la política argentina, aunque nunca sale en los diarios: Oscar Baldovinos; después secretario de San Sebastián bajo varios gobiernos, negociador con los sindicatos; fue dirigente trotskista en La Plata y mano derecha de Eleuterio Cardozo.
En esa época el sector prosoviético puso en marcha sus planes, que puntos más, puntos menos, es el mismo que ahora, en política y economía.
En esa época el grupo Dutchasky, Besrodnik, Gelbard, Broner, han dejado de ser testaferros del P“C” para transformarse en testaferros soviéticos. En esa época comienzan los grandes vaciamientos de empresas, que, como en otros países, es la que les permite hacer su “acumulación originaria”. Es la época del escándalo de los Todres, el contrabando, que contaba con aeródromos propios, todo esto vinculado estrechamente a este grupo, no sólo en la Argentina, sino también en el Uruguay. Entonces se monta el “grupo Haynes” con el diario El Mundo, Radio Rivadavia, etc. Es la época del escándalo de la Minera Aluminé (grupo Gelbard-Sivak). Acindar es parte del negocio de Minera Aluminé (no tiene mayoría accionaria, pero fue parte); el hombre de enganche fue Rogelio Galarce, que era vicepresidente de SOMISA, integraba el directorio de Acindar, y el de Minera Aluminé por el grupo Acindar.
Allí comenzó a aparecer lo que Journal do Brasil llamó la “trenza del acero” y uno de los objetivos principales de los soviéticos en la Argentina, vaya a saber con qué fines; tal vez apuntando al Mutum o Corumbá.
Quiere decir que Martínez de Hoz y Acevedo estuvieron asociados con el grupo Dutchasky, grupo que se alzó entonces en la Bolsa de Buenos Aires con millones de dólares con el vaciamiento de empresas. En épocas de Illia, el escándalo de Mineria Aluminé es tan grande que el gobierno tiene que intervenir. Y sucede un hecho extraño: hay una demora de dos horas y cuando llega la intervención, las acciones ya no estaban. Habían sido transferidas a Podols-ky de Odol. Con parte de esos fondos intervinieron en Fate y en Wobron. Lo que indica que ellos tienen siempre empresas de transferencias (secretas), a las que transfieren los capitales de aquellas vaciadas.
Esto es importante porque con el socialimperialismo, a veces, se nos presenta el siguiente problema: cuando planteamos la penetración socialimperialista, hay personas que nos preguntan ¿cómo es esa penetración? Dicen: si ustedes hablan de los yanquis, uno piensa en Ford, etc.; pero y los rusos ¿cómo? Nosotros tenemos que decirles: estudie el caso Aluar, estúdielo bien, porque allí está el modelo y la forma principal, puede haber otros; pero allí está sintetizado el modelo de penetración.
Martínez de Hoz tiene inversiones también en Celulosa, Petroquímica, etc. Aquí hay una inversión de la época de Gelbard que es Petrosud, que hay que estudiar; aparece con Civita en Papel Prensa, y vinculado a la industrialización del bagazo de Tucumán.
Es decir, un sector de la gran burguesía y terratenientes de rancia estirpe, muchos de los cuales están asociados con los soviéticos.
Todo esto es tema de estudio e investigación.
Esto es importante porque sobre este tema aparece una polémica con sectores de la izquierda que dicen: “este es un gobierno de la oligarquía argentina”. Pero ellos no quieren decir que éste es un gobierno entreguista; sino que es un gobierno que hace concesiones a los yanquis y a los rusos, pero que busca un camino propio, y esta opinión deja abierta una compuerta que beneficia directamente a la cabeza de la dictadura: a Videla. Porque si buscan un “camino propio”, entonces qué son ¿burguesía nacional? No. Son burguesía intermediaria con el imperialismo.
Nosotros podemos decir, con seguridad, que la historia de este sector indica que nunca tuvo vocación independentista. Por el contrario, fue siempre el artífice de la dependencia. Fueron ellos los que hicieron los negocios con los ingleses y después con los yanquis. Y tal vez nadie como familia exprese mejor esa trayectoria como Martínez de Hoz.
Existe también un sector independiente. La dictadura, es apoyada por un sector de terratenientes modernos que tienen explotaciones de 1000 a 5000 has., sectores nucleados en la CRA y la CARBAP que dirige el desarrollismo y entre los que hay sectores independientes. Este sector apoya la dictadura con la esperanza de realizar grandes negocios.
También hay sectores terratenientes que se oponen a una vinculación estrecha con los soviéticos. Por eso Celedonio Pereda, le dice a Videla, con otras palabras: “los negocios bien, pero hay que definir lo del Atlántico Sur en acuerdo con Geisel y Bordaberry”; es decir: “discutamos la política, nosotros somos la clase dirigente y no nos conformamos con un ‘pastelito de sobremesa’”.
Volviendo a los sectores terratenientes y burgueses que predominan en la dictadura. Estos ya no tienen ninguna esperanza en los EE.UU., ya que los norteamericanos son competidores suyos en el mercado internacional; además los yanquis no demuestran mayor interés en invertir en el mercado interno argentino como para negociar una asociación, como parecieron ofrecer en la década del 60. Al mismo tiempo la URSS ha pasado a ser la primera [compradora] entonces ¿por qué no pueden asociarse con los sectores prosoviéticos y forcejear? Unos querrán asociarse; y otros apoyarse para forcejear.
Además está planteado el problema con la burguesía nacional. ¿A dónde van con este programa? Es la ruina para la burguesía nacional. La política de restricción del mercado interno golpea directamente a la burguesía nacional.
La política de pagar los precios internacionales de los productos agropecuarios, llevaría a los alimentos a precios elevados en el mercado interno, y la pregunta es ¿qué salarios se deberían pagar para que se pueda comer carne, fideos, pan, etc., a los precios del mercado internacional? Los bajos salarios, basados en la alimentación barata son la única ventaja que ha tenido la burguesía para hacer competitivos sus productos.
A su vez los terratenientes, conociendo las dos almas de Martínez de Hoz (gran burgués y terrateniente), están prevenidos sobre el hecho de que luego de los estímulos para aumentar el área sembrada, y algunos sobreprecios, luego se haga una transferencia de ingresos al sector industrial.
Tenemos que estudiar sus contradicciones para aprovecharlas.
La situación del campesinado pobre y medio es muy mala. Si son campesinos de cultivos industriales, tendrán graves problemas, ya que la restricción del mercado interno afecta a sus productos. En general será mala la situación del campesinado pobre porque éste utiliza lo que obtiene de sus cosechas para subsistir; y con el aumento de los precios de los medios de subsistencia, pierde por un bolsillo lo que le entre por el otro.
Por otro lado los rusos no “ayudan”, venden armas y productos de baja tecnología. El problema del socialimperialismo, deriva del tipo de economía que tiene. Es una economía que ha dedicado fondos cuantiosos a la producción de armamentos. Tiene ventajas sobre los yanquis, porque tiene un gran poder de centralización del capital y una elevada fusión entre el capital monopolista y el capital monopolista de Estado (como Alemania de la pre y post-guerra del 14), lo que le permite una centralización de la industria bélica, comunicaciones, transporte. Pero esto les genera grandes problemas. Al tener una producción global muy inferior a la de los EE.UU. y mantener un presupuesto de guerra inclusive superior, se ha transformado en un gran abastecedor de productos bélicos, que está obligado a vender una vez que queden anticuados. Ellos le venden armas a cualquiera. Esto se hace a costa de la industria liviana y de la agricultura, lo que genera grandes problemas económicos y financieros.
Todo esto nos lleva siempre a dilucidar en el terreno teórico si la URSS es “un Estado obrero burocratizado o degenerado”; o es un imperialismo “más bueno” que el yanqui; o si es como dice Mao Tsetung en 1964: “es un socialimperialismo a hechura del imperialismo nazifascista”. Esta es la discusión de la izquierda hoy, en 1976.
Los que apoyan a este sector, creen que pueden impulsar un cierto desarrollo. Y así dan el ejemplo de Cuba, Chile y Portugal. Pero cabe preguntarles: ¿En Portugal, ellos impulsaron el proceso revolucionario o se montaron en él para desviarlo? ¿Qué pasó con la reforma agraria en Portugal y Chile? ¿Ellos empujaron el proceso? No, el proceso ya existía en las masas, en el movimiento revolucionario, como ya había ocurrido en Cuba y ellos se montaron en él para transformar la política de entrega de tierras a los campesinos pobres y trabajadores agrícolas, en cooperativas manejadas por gestores que designaron por arriba, igual que en Chile. Ellos, al igual que todos los imperialismos, tienen en cuenta las particularidades nacionales para penetrar y dominar.

 

La política del cambio de amo
Aquí durante el camporismo tuvieron que adaptar su política, porque ¿Cuál era la línea?: ¿La que empujaban los seguidores de Firmenich?; ¿o la de Gelbard? Sin duda, la de Gelbard.
Ahora bien: ¿La línea de Gelbard era más audaz o más tímida que la línea reformista de Perón e Isabel? Era más tímida que la de Perón e Isabel. Esto se demostró a la muerte de Perón cuando Isabel aplicó las únicas medidas más o menos reformistas contra los yanquis.
Estos sectores aplicaron una línea que viene de 1958. Hay que recordar lo de Frondizi, cuando ellos trabajaban en la Rosada con Real, Simons, Makler,Vallota, etc., dirigiendo la política nacional. ¿Cuál fue esa política?: fue la política de buscar la alianza con un sector norteamericano (que entonces representaba Kennedy) partidario del entendimiento con la URSS, partidario de la “coexistencia pacífica”, etc. Fue una política de apoyarse en los terratenientes, política teorizada por Real. En un artículo aparecido en la revista española Ruedo Ibérico, en 1967, éste señala que en la Argentina, al “no haber campesinado” no corresponde la alianza obrera campesina, sino la alianza del obrero con el “agricultor empresario”. Y que la política de dividir las grandes explotaciones rurales en la Argentina, es “antimarxista” y “reaccionaria”, porque nunca, dice, los marxistas “embellecieron la pequeña y atrasada propiedad campesina”. Tesis desarrollada desde hace mucho por Real, tanto en la Revista ¿Qué hacer?, como en su libro 30 años de historia argentina. Por eso lo que hacen ahora es la aplicación de la línea de ellos. Habrá que ver qué grado de hegemonía tienen, y qué piruetas pueden verse obligados a hacer de acuerdo con la lucha política concreta.
Por ello es importante avanzar en el análisis de cada sector nacional y zonalmente, y analizar quién está aliado y quién está asociado. Porque la burguesía nacional es difícil que pueda vivir sin asociarse en determinado grado con un país imperialista; ya sea para vender, tener tecnología o capitales. Esto es clave para poder llegar a definir con exactitud si los sectores que aparentemente no son testaferros, son sectores terratenientes y burgueses nacionales, o son intermediarios desde el punto de vista del marxismo-leninismo (o sea por su grado de relación y por su actitud política ante el imperialismo; en este caso el imperialismo soviético).
Y es necesario hacerlo, teniendo clara la naturaleza del socialimperialismo, para aprovechar las contradicciones que esos sectores tienen con el socialimperialismo, sus testaferros y sectores asociados.

III. La situación actual

Por ahora ésta es la situación: el sector proyanqui apoya a la dictadura y le critica cosas. El sector prosoviético apoya y critica otras.
Nosotros, frente a la dictadura, tenemos la posición que es tradicional en los marxistas. La de Lenin en Dos tácticas; la táctica del PCR se puede definir con las primeras páginas de Dos tácticas cuando Lenin dice: “frente a la autocracia, las tres posiciones: 1) mantener o retocar la autocracia; 2) el camino de la burguesía liberal o reformista de negociar y modificar algo; 3) el camino revolucionario”.
Frente a la dictadura videlista, lo mismo; 1) mantenerla, o como dice Videla, “que se autoherede”; 2) negociar elecciones condicionadas con la proscripción del peronismo, donde la burguesía liberal pueda sacar algo o apoyar un golpe; 3) la posición revolucionaria definida en la declaración y en el informe del CC.
Aquí viene el problema de Videla. Si partimos de que aquí hay un sector de burguesía y terratenientes nacionales que ya no tienen nada que esperar de los yanquis, salvo algunos dólares que les permitan capear el momento y asociarse con los soviéticos, cabe preguntar: ¿Los soviéticos van a impulsar en la Argentina una política de enfrentamiento con EE.UU.? Hay que ser muy cuidadosos en esto, es muy peligroso dar por sentado que esto va a ser así, porque eso depende; a lo mejor esperan “que maduren las brevas” en toda América del Sur, y por lo tanto entregan algunas posiciones y se repliegan; a lo mejor llegan a un acuerdo con un sector norteamericano y estabilizan una situación en la que ellos tienen un predominio leve o los yanquis tienen un predominio leve. Por ejemplo en el Uruguay; todo el mundo creía que irían a un enfrentamiento con los yanquis; pero ocurre que los militares prosoviéticos siguen al frente de las guarniciones al tiempo que los afiliados al PC”, están escapando de la represión que hay en el Uruguay. Así que sería muy peligroso confiar en que éstos van a ir a un enfrentamiento.
Tampoco se puede negar que en un determinado momento, los soviéticos empujen una política aventurera y vayan a enfrentar. Pero hay que ver qué significa para ellos jugar: a lo mejor significa crearle condiciones a Kissinger para que pueda negociar la entrega de los 700 millones y después seguir con todo como está ahora.
Jugar no quiere decir “abrir”, pueden encabezar la “dura” y basarse en esa corriente.
Decimos entonces dictadura videlista. Contra ella aplicamos la táctica de trabajar para desgastarla. De allí que cuando en alguna asamblea, una persona del P“C” plantea “repudiar el plan de Martínez de Hoz” o “la política educacional del ministro Bruera”, nosotros decimos: ¿Cómo repudiar a Martínez de Hoz y al ministro de Educación? ¿Acaso ese programa no es el programa de la dictadura? ¿No lo aprobó la Junta de Comandantes antes de tomar el gobierno? ¿No lo refrendó después? ¿Por qué Martínez de Hoz y no la dictadura? ¿Acaso eso quiere decir que hay un sector “bueno” de la dictadura y otro “duro” ¿Qué política significa adscribirse a uno u otro imperialismo?
El P“C” se coloca allí porque desde esas posiciones negocia con el sector liberal que quiere elecciones condicionadas (como la UCR que levanta a Suárez Masson) y se callan la boca con Videla, porque frente a los sectores “pinochetistas” o a los nacionalistas “duros” tienen que recostarse en Videla. También desde esas posiciones el P“C” tira lazos a los dirigentes sindicales peronistas y a los militares nacionalistas que quieren crear un gran movimiento nacional, y levantar a Viola. Ellos dicen: “Si Videla acompaña lo dejamos”. Así de un lado o del otro le hacen de palanquín a Videla. El PC” no está “al margen” sino en el centro de este juego.
Esto empalma con lo que dijo Videla: Pedimos comprensión, si hay comprensión habrá hechos; con los hechos vamos a pedir adhesión y habiendo adhesión vamos a dar participación (aclara: gradual), y sobre la base de crear un movimiento que piense como él habrá “transferencia” en el “momento oportuno”. Ese es el gran programa, la mercadería que los prosoviéticos salieron luego a vender a la calle, igual que todos los que apoyaron a la dictadura.
El programa de ellos es el viejo programa de ese sector que analizamos antes con relación a lo económico. Es el programa de Lanusse. Ellos dicen “reorganizar”. Se lo puede caracterizar como: barajar y dar de nuevo; con la característica: ellos tenían el mazo, cortaron y dieron. Se les cruzaron Perón e Isabel, pero sobre todo Isabel y tuvieron que juntar las cartas, han barajado y están dando de nuevo en una situación difícil, donde ellos tienen que ganar tiempo. Es importante comprender esta situación, para a la vez valorar algunas de las cosas que hacemos nosotros. Como por ejemplo la manifestación de Primera Junta. Ellos tienen que ganar tiempo porque empezaron a sentir el cerco. Comenzaron a sentirse golpeados, porque la clase obrera que dio un paso atrás, absorbió el primer golpe. Ellos al ir ganando tiempo pueden ir golpeando los cuerpos de delegados, empujar una línea de conciliación y de entrega a través de los P“C” y todos esos que renuncian a las empresas.
Es decir, ellos aplican la regla de: divide y reinarás, porque ellos tienen que impedir que esa corriente liberal y esa corriente nacionalista se unan en una política de aislarlos a ellos. De allí que con la zanahoria de la “democracia” o del golpe “peruano” los van llevando a los dos. Pero hay que ver que ellos tienen que usar dos zanahorias porque hay dos corrientes reales a las que tienen que dividir. Nosotros para derrotarlos tenemos que unir esas corrientes, saber de qué lado le aprieta el zapato a cada uno; tenemos que ver lo nacional y lo democrático. A los liberales que tienen que silenciar los asesinatos, secuestros, etc, apretarlos para que pasen, aunque más no sea a una política de resistencia a la dictadura; a los nacionalistas contra la entrega, etc.
Por otra parte hay un sector, por lo menos un sector de los yanquis y un sector de los terratenientes y de la gran burguesía también, que les hace a ellos el mismo juego que ellos hicieron desde 1969 a la fecha.
Los han ido calando. Y si bien todavía el frente imperialista está unido, comienza a vislumbrarse la lucha. Y de la acción de las masas depende en gran medida que dichas contradicciones se intensifiquen hasta la fractura. Lo que crearía a su vez, mejores condiciones para el proletariado y el pueblo en la lucha antidictatorial.
Cuando el videlismo está armando el juego que apunta a la UOM, Saint Jean detiene a una banda en Mar del Plata, cuya cabeza fue custodia de Solano Lima, amigo dilecto y consejero del general Viola, jefe del Estado Mayor del Ejército. Esta banda parece ser la que asesinó a Cartier. Detienen a otra banda, uno de cuyos integrantes tiene 83 muertes desde 1973 a la fecha, y donde tres de sus integrantes están denunciados en el folleto nuestro “Qué pasa en la provincia de Buenos Aires.”. Esta es una cadena que termina en Videla; Saint Jean abre esa carpeta y la deja allí; Calabró queda fuera de juego. A partir de ese momento tienen que negociar con Guerrero y otra gente peronista, con Lorenzo Miguel, etc.
El otro hecho es que cuando Balbín va a Caracas viene lo de Michellini y la denuncia de Bordaberry, de los cadáveres aparecidos en las costas de Montevideo. Bordaberry manda las huellas digitales a Interpol, como diciendo: “aquí no hacemos estas cosas; violamos los derechos humanos, pero no tiramos los cadáveres desde los aviones, eso lo hace la Infantería de Marina y la aviación naval de la Argentina”. Todo esto fue un gran golpe. Los movimientos que se habían comenzado a formar en Europa (de solidaridad con la clase obrera argentina) y en San Francisco (Derechos Humanos) comenzaron a agitar esos hechos. Cuando llegó Balbín a Caracas, se encuentra con el asesinato de Michellini y quedó neutralizado en sus argumentos de comprensión para la dictadura; pide que se condenen e investiguen los hechos. Después ocurre lo de Pita y Torres.
El asesinato de Torres. Está claro que lo mató una organización de derecha. Torres era un hombre de izquierda. Nosotros estuvimos con él.
Es un golpe muy serio porque da la idea, en momentos en que en Chile quedan unos 400 presos políticos (según Pinochet), de que el gran problema de los derechos humanos en el Cono Sur, es la Argentina y no Chile, Uruguay o Bolivia. Es en la Argentina el país donde se tortura, asesina y se cometen todo tipo de barbaridades. Así la Argentina pasa a ser un gran tema de debate internacional sobre los derechos humanos. Hay que ver cómo van a responder éstos, nos preguntamos en ese momento. Y parece ser que la muerte de Cardozo tuvo que ver con estas cuestiones y la lucha por el control de la Policía Federal.
Sobre Pita. Este es un hombre muy importante. Aparte de ser un hombre de confianza de Videla, seleccionado para realizar esa labor en la CGT, es el hombre designado en la reunión de Videla con Balbín, como enlace con el radicalismo; hombre de mucha confianza de Videla. Los radicales formaron una comisión de enlace integrada por De la Rúa, Germán López y probablemente Vanoli. Pita es el hombre que conoce todo lo que se está negociando con el peronismo, con Miguel, Guerrero, etc. y con el radicalismo.
Se ha intensificado el juego que iniciaron ellos desde 1969 hasta la fecha. Nadie puede prever dónde va a terminar; hay que ser conscientes de esto. Esto es así. Nosotros no tenemos que prepararnos para una situación “blanda”, no-sotros tenemos que adaptar nuestra cabeza, nuestra manera de pensar, a que aquí viene una situación más dura. A lo mejor viene más “blanda”; o por ahí se va a un enfrentamiento y en quince días estamos todos como en el Líbano. Hay que prever que puede venir muy dura.
Porque además va a ser la mejor forma de estar si es que hay aflojamiento: Aunque a juzgar por los decretos represivos últimos no parece ser esa la tendencia que predomina. Los últimos decretos obedecen a la correlación real de fuerzas que hay en la dictadura, y aunque tienen que precederlos con la declaración sobre la legalidad del P“C” de un juez, lo dicho es así.

 

Sobre el estado de ánimo de las masas

La instauración de la dictadura militar significó un duro golpe para el movimiento obrero y popular. Como hemos señalado anteriormente éste dio un paso atrás.
Luego del golpe se ha operado un retroceso temporario en el movimiento de masas y nosotros debemos tener en cuenta esta situación en nuestra labor política. Según lo hemos planteado anteriormente nuestra política se orienta a desgastar a la dictadura, a promover y organizar la resistencia, para crear las condiciones que permitan desatar la contraofensiva popular. Y en estas circunstancias cobran gran importancia las pequeñas luchas que vayan tonificando a las masas, las experiencias que vayan preparando el terreno para mayores luchas contra la dictadura.
Es evidente que el proceso revolucionario de masas ha sufrido un revés. Pero las masas no han sido ni se sienten derrotadas. El proceso abierto en el Cordobazo, si bien atraviesa un momento de retroceso temporario, continúa vigente.
El golpe del 24 de marzo no sólo no ha significado la conclusión del desenlace de dicho proceso, sino que ha agudizado las contradicciones nacionales y sociales, las contradicciones interimperialistas.
El proceso abierto en 1969 en Argentina es parte del proceso revolucionario mundial.
Los acontecimientos actuales de Egipto y Portugal nos muestran que no es inevitable que la lucha contra el imperialismo americano culmine con un cambio de amo, con el predominio socialimperialista.
Al mismo tiempo, las luchas de Bolivia, Líbano, Sudáfrica y Polonia demuestran, cómo junto a la tendencia hacia la guerra se desarrollan los procesos revolucionarios en el mundo.
El movimiento obrero y popular, luego del golpe ha dado un paso atrás. Brutalmente reprimido, con sus instrumentos políticos y gremiales perseguidos, con miles de presos torturados y desaparecidos, se comienza a preparar para continuar la lucha en la nueva situación. Nueva situación en la que se van creando condiciones para cerrar la división operada a su vez en el campo popular; para unir junto al proletariado a vastos sectores de pequeña burguesía urbana y rural y de burguesía nacional que están siendo azotados por la política económica de la dictadura videlista. En el movimiento estudiantil y juvenil fuertemente influenciado por el golpismo prosoviético, se han creado también condiciones para que se desarrolle la política antidictatorial y de unidad con el proletariado y el pueblo; y se salga de la situación de neutralización a la que lo han llevado la política del P“C” y de la dirección montonera.
Este retroceso temporario, operado en las luchas de las masas obreras, ha provocado un profundo debate y reflexión acerca del carácter de la dictadura, de las causas que llevaron al derrocamiento del gobierno peronista, sobre la política de éste para enfrentar la conspiración y acerca de la nueva situación creada. Debate de masas en el que hay que incidir, particularmente en las grandes empresas. De allí la importancia de nuestra propaganda, de Nueva Hora.
Si no tenemos en cuenta el retroceso temporario que se ha operado, cometeremos errores vanguardistas en el momento actual. Errores que dificultarán el proceso por el cual las masas a través de su propia experiencia irán avanzando en la resistencia contra la dictadura. Resistencia que ya ha comenzado en numerosas fábricas y barriadas populares. Al mismo tiempo debemos batir las teorías que utilizan este retroceso temporario para impulsar un repliegue prolongado y una política de conciliación y traición frente a la dictadura, en momentos en que lo que ésta más necesita es tranquilidad para consolidarse. Una política que pretende desconocer el proceso revolucionario abierto por el Cordobazo. Es esta última la presión dominante hoy sobre el Partido. Por ello es que reafirmamos la declaración aprobada en el anterior CC de ser la vanguardia de la lucha contra la dictadura videlista y por la unidad patriótica y democrática y del proceso que desemboque en el derrocamiento revolucionaria de la misma. Por ello hoy debemos promover y organizar la resistencia para acumular fuerzas y crear las condiciones que permitan la contraofensiva obrera y popular. Y ello pasa hoy principalmente en torno a la lucha por la libertad de miles de presos políticos y sociales, por los derechos democráticos, de las organizaciones populares. Debemos articular una política permanente de denuncias de las detenciones, torturas y crímenes que ha cometido y comete esta dictadura contra nuestro pueblo. Y una política de unidad en todos los niveles contra los atropellos dictatoriales. Esto requiere iniciativas generales y zonales que contribuyan a esclarecer y movilizarse.
Todos los organismos partidarios deben tomar la iniciativa en esta cuestión, máxime cuando asistimos al más vergonzoso silencio por parte del P“C” y de sectores prosoviéticos sobre la represión, los fusilamientos, crímenes, y la tortura generalizada que nos ha impuesto el videlismo.
Otra cuestión es la defensa patriótica de nuestra riqueza, de nuestra soberanía e independencia nacional, hoy puesta en remate por la dictadura en las negociaciones internacionales y en embajadas de las superpotencias. Condiciones “desconocidas en el mundo”, según voceros oficiales, es la que se ofrece a los imperialistas. Muchos de los que chillaban anteriormente contra el gobierno peronista, guardan hoy sospechosos y traicioneros silencios frente a la política de entrega de nuestro petróleo. Esto debe aumentar nuestra responsabilidad e iniciativa.
Ya nos hemos referido a las consecuencias para el pueblo, del plan económico. Nosotros debemos levantar la consigna: “que la crisis la paguen los que la causaron”, y desarrollar todo tipo de movimientos en defensa de las fuentes de trabajo, contra la desocupación, por el mejoramiento de las condiciones de vida, salarios, etc. en la ciudad y en el campo. En defensa de la pequeña y mediana industria y levantar como un punto fundamental la defensa de los cuerpos de delegados, su fortalecimiento y el derecho a su funcionamiento democrático. Y ser en cada lugar los abanderados de la defensa y fortalecimiento de estos instrumentos decisivos de la clase obrera en la lucha antidictatorial y liberadora.

 

Nuestra política de alianzas

Entender bien que la situación es fluida implica comprender que al ser fluida no es fácil sino complicada, porque en cierta medida y determinado grado estamos golpeando a las dos superpotencias al mismo tiempo. Y lo ideal para las fuerzas antiimperialistas, sería aislarlas y derrotarlas de una en una. Aunque en alguna medida, al hablar de Videla, hacemos un cierto bloque hacia un lado, de fondo estamos trabajando con una política que va a ser válida para todo el período, que lucha contra las dos superpotencias y es parte del frente mundial contra las dos superpotencias. Ir a aliarnos fundamentalmente con los sectores de tercera fuerza, que son enemigos de los dos imperialismos. Lo ideal sería en el proceso, tratar de derrotarlos de uno en uno. Quizá sea esa la idea que lleva a algunos militares nacionalistas a asociarse con Viola. Nosotros no sabemos. El eje de alianza es, entonces, para nosotros, esa tercera fuerza.
Nosotros debemos conversar con todos los sectores.
Tratar de conversar con todos los sectores del peronismo y el radicalismo. Se han tenido reuniones con las “62”, con la dirección del peronismo. Nosotros tenemos que estar claros que en el peronismo privilegiamos la alianza con Isabel Martínez de Perón. Esto no es coyuntural ni oportunista, como no lo fue la defensa de ese gobierno tercerista, frente al golpe y el reclamo de la libertad de Isabel. Esta idea puede verse favorecida por la concepción oportunista de fundamentar esto porque Isabel es la dirección legal del peronismo y que como marxistas no debemos interferir en sus cuestiones internas. Pero nosotros no ocultamos una cuestión de contenido, y es que ese sector es el más consecuente y más claramente enemigo de las dos superpotencias. Esa es la realidad. Nosotros no los tenemos totalmente claros a ellos. Ellos tampoco a nosotros, pero basándonos en los hechos políticos, pensamos eso.
Con respecto a la pequeña burguesía debemos impulsar una política para ganar a esos sectores para la alianza con el proletariado y el pueblo. Para ello es condición decisiva en el desarrollo de la lucha política, dar batalla en forma permanente y sin concesiones contra la influencia del socialimperialismo en dichos sectores, contra el revisionismo. Sobre todo en las capas radicalizadas. Luego del golpe han comenzado a aflorar contradicciones ante el apoyo del socialimperialismo y del P“C” a la dictadura videlista. Debemos incidir en ellas para reforzar la unidad antidictatorial y liberadora, y el camino del proletariado, el camino insurreccional.
Tenemos que desarrollar con fuerza el movimiento clasista en el proletariado, porque el proletariado sufre el embate doble de la política, económica y represiva de esta dictadura. Ese movimiento clasista afronta una dificultad muy seria, no hay que creer que va a ser fácil la lucha; no es la época de Onganía, en que estaba la dictadura y no había Estado de Sitio. La lucha va a ser dura y difícil. Y nosotros tenemos que ser una dirección de ese proletariado que promueva y organice la resistencia y que vaya facilitando su organización antidictatorial y su avance al calor de la lucha. Hay que saber luchar para que esas luchas permitan, aunque no triunfen, avanzar en la organización del proletariado. Porque a los reformistas no les importan los cuerpos de delegados, les importa, sí, negociar con Otto Calace y la CGT para un frente de negociación. Lo mismo si se es electoralista; si se es terrorista pequeño burgués, lo máximo que pueden hacer es como en Sitrac-Sitram, tener el cuerpo de delegados como un coro para apoyar algunos de los hechos que hacen los grupos terroristas. Pero para nosotros los Cuerpos de Delegados son lo que dijimos en el Segundo Congreso: la creación del movimiento de masas argentino, que en un determinado momento revolucionario pueden convertirse en germen del doble poder y la posibilidad de que el proletariado hegemonice un proceso revolucionario. Entonces, movimiento clasista y Cuerpos de Delegados son grandes tareas organizativas. Entendiendo al movimiento clasista como la columna vertebral del frente único del proletariado, y al frente único del proletariado como la columna vertebral de la alianza de clases y sectores sociales que enfrentan a la dictadura, al imperialismo, a los terratenientes, y son posibles de ser movilizados y llevados a luchar contra ellos.
Esto último se vincula a un tema que está muy en debate en el Partido, que es el tema de la desperonización: que las masas se desperonizan, que nadie plantea que vuelva el peronismo, etc.
Qué se quiere decir con desperonización. Se vuelve al concepto de “masas en tránsito”, que usó el revolucionarismo pequeñoburgués y también nosotros, en la época de Sitrac-Sitram. ¿Qué se quiere decir? ¿Que se va del reformismo peronista al reformismo prosoviético? ¿Del antiimperialismo tercerista al antiyanquismo prosoviético? Y ¿Eso es un avance o un retroceso? Porque, que nosotros sepamos, las grandes masas peronistas no están viniendo al PCR. Vienen algunos, podemos afiliar 5 ó 10 mil. Para nosotros es muy importante, pero entre las masas peronistas (3 a 5 millones) esto es una gota en el océano.
Nosotros no tenemos que dejarnos seducir por la zanahoria de la desperonización. Nosotros, a los mejores hijos de la clase obrera, a los más antiimperialistas, a los que están claros que para ser un obrero revolucionario hay que tener una dirección comunista y no burguesa, debemos afiliarlos al Partido, al mismo tiempo es correcto ayudar a afirmar a una dirección peronista lo más combativa posible, y antiimperialista. Esto es lo que conviene a la clase obrera y al pueblo. Por eso no tenemos que dejarnos seducir con el argumento de que las masas se están desperonizando y entonces, y por eso, criticar mal y hacer un mal balance sobre el hecho de que las masas no lucharon contra el golpe. Pues con ello se alienta a criticar más a la burguesía peronista que a los crápulas que la tiraron. Claro que ello no significa callar nuestras discrepancias con el peronismo. Pero a diferencia de la polémica con el enemigo, la polémica con el peronismo es una polémica en el campo del pueblo, y para unir sus fuerzas en la lucha antidictatorial y revolucionaria. Y es en el proceso de la lucha, donde las masas, a través de su propia experiencia, irán dilucidando la justeza de las posiciones de los marxista-leninistas para asegurar el triunfo del pueblo argentino frente a sus enemigos.

 

Campaña financiera

Durante el mes de julio desarrollaremos la Campaña Financiera del Partido. Será importante instrumento en la lucha antidictatorial, y nos permitirá recaudar los medios financieros para desarrollarla en profundidad. Pero para que ello sea así, debemos prestar atención a que la misma sea impulsada con audacia hacia los miles que dirigirán a millones; y a la calidad de los aportes, o sea que los mismos signifiquen una contribución política financiera a la lucha antidictatorial y por el fortalecimiento de nuestro Partido. Y sobre todo que esta Campaña sea tarea central partidaria de todos los organismos del Partido sin excepción y de todos los afiliados, en especial de las células de empresa. A su vez, la Campaña Financiera debe reforzar nuestras finanzas permanentes y nuestros recursos.
Igualmente nuestros medios de funcionamiento clandestino.
Otra cuestión es la necesidad de impulsar una mayor difusión de Nueva Hora, hoy por debajo de nuestras posibilidades. Debemos asegurar que Nueva Hora trascienda las fronteras del Partido y se difunda y cobre entre los miles de compañeros con los que están permanentemente vinculadas nuestras células. Para lo cual, claro está, debemos asegurar su difusión, discusión y cobro, y que llegue con rapidez, a nuestras células y camaradas. Para ello debemos batir concepciones sectarias que traban nuestra vinculación con las masas, en especial peronista. Por otra parte no debemos reducir nuestra propaganda a la sola acción del periódico. Máxime frente a la enorme avidez de ideas e información política que existe en la masa. También debemos encarar una política para las grandes masas y para los diversos sectores en forma diferencial.
Se han desarrollado numerosos ejemplos de afiliación de nuevos compañeros al Partido. Este es un hecho muy importante al que debemos prestar atención. Se están desarrollando cursos obreros en los que participan compañeros y amigos. Esta es una forma de acción política y de lucha ideológica que debemos profundizar nacionalmente. Y asentarla sólidamente en las células.
En las actuales circunstancias, poniendo el centro en la Campaña Financiera, debemos aumentar la difusión de Nueva Hora y avanzar en nuestros planes de reclutamiento. Todo ello en el proceso de promover y organizar la resistencia a la dictadura videlista y prosiguiendo con la campaña de lectura de los tres trabajos marxista-leninistas que aprobó el anterior Comité Central. Ellos son: Sobre el liberalismo, de Mao Tsetung; El Estado y la revolución y El imperialismo, fase superior del Capitalismo, de Lenin.