En estos días el tema del Ingenio La Esperanza ha pasado a estar en el centro de las preocupaciones de la clase obrera de San Pedro y La Esperanza.
Su futuro se ha convertido en el eje de los problemas del pueblo jujeño, de la política general y de la economía provincial.
Nuestro Partido junto a la Corriente Clasista y Combativa habían contribuido, en la segunda mitad del año 1999, a la lucha heroica que protagonizaron la mayoría de los trabajadores del ingenio durante los meses de agosto a noviembre para impedir el cierre definitivo del Ingenio, por parte del grupo de vaciadores de Jorge-Figueroa.
Después de 19 días de cortes de ruta consecutivos se logró desplazar de la administración del ingenio, a los personeros de la arrendataria, la Compañía Argentina de Alcoholes; se abrieron las puertas del Ingenio, se hizo una minizafra y se continuó la lucha para hacer posible la zafra del año 2000. En ese proceso hasta fines del 2000, donde hubo aciertos y errores, se pudo controlar hasta cierto punto los ingresos y egresos del Ingenio. Lo principal fue el protagonismo de los trabajadores que hicieron del caso Ingenio La Esperanza el primer ejemplo de recuperación de una fábrica a punto de cerrar en todo el país. Sólo los enemigos de este ejemplo pueden negar el papel de vanguardia de la clase obrera argentina que jugaron en esos momentos los trabajadores del Ingenio La Esperanza.
Fin del control obrero
y vaciamiento por el gobierno provincial
La quiebra fue resuelta por la justicia en diciembre del 2000 y desde entonces los trabajadores perdieron el control del Ingenio, lo que facilitó que continuara el deterioro y vaciamiento del Ingenio.
La gran responsabilidad del gobierno de Fellner, del Poder Judicial y de los síndicos, es que después de siete años el Ingenio trabaja en condiciones precarias, sin inversiones suficientes para modernizar la planta fabril y mejorar los cañaverales. En los hechos, quienes manejan la provincia y la dirección del Ingenio, donde también tienen participación los radicales de Gerardo Morales, trabajaron para crear así las condiciones para la liquidación y venta a personeros de capitales imperialistas y monopolistas. En este objetivo también estuvo y está el acuerdo Fellner – Kirchner, que ahora aparecen favoreciendo a Emepa. Esta empresa es la misma que forma parte, junto a los imperialistas franceses, de la construcción del tren bala de Córdoba a Buenos Aires.
A fines del año 2007 se conoció que estaban avanzadas las tratativas para vender el Ingenio y uno de los interesados era el Ingenio El Tabacal. En el mes de diciembre pasado, surgió la novedad de que Emepa S.A. arrendaría el Ingenio por cinco años, con opción a tres años más.
Cuando aparentemente ya estaba todo arreglado, por un acuerdo político de negocios entre los Kirchner, Fellner, Barrionuevo, Gerardo Morales y la Justicia local para concretar esa operación, apareció en escena el Ingenio Ledesma S.A. y la disputa por la propiedad del Ingenio se hizo mas encarnizada entre grandes latifundistas, monopolistas e imperialistas.
Tanto los directivos de Emepa S.A, como los del Ingenio El Tabacal y el Ingenio Ledesma han difundido por todos los medios y han tomado contacto con trabajadores del Ingenio para demostrar las bondades de sus respectivas propuestas de compra. Por lo general han cabalgado sobre la angustia que les provoca a los trabajadores una situación de incertidumbre como la que se vive, de cara a la zafra 2008. Los que ahora se presentan como benefactores son los mismos que hicieron la paritaria local para sacar a los trabajadores de la paritaria nacional para discutir salarios.
Nuestra propuesta
Nuestro Partido considera que ante la encrucijada que viven los trabajadores y en función de los intereses mas generales del pueblo de Jujuy, la salida tiene que ser la estatización del Ingenio por vía de la expropiación. Lo que facilita esta propuesta es que de la deuda verificada, el Estado Nacional y Provincial es por lejos la más importante. Sobre esta base se puede fundar una empresa jujeña donde tengan participación los trabajadores junto a los puesteros y agricultores que actualmente ocupan tierras del Ingenio, a los que se deben sumar los originarios, pequeños y medianos cañeros, tabacaleros, industriales, comerciantes, técnicos y profesionales.
En este tipo de empresa todos los obreros deben ejercer un verdadero control sobre la gestión, a través de delegados elegidos por sección y por lote, revocables por asamblea; esto evitará que un pequeño grupo se arrogue la representación de la mayoría y gestione por su cuenta. Esta propuesta es la que puede garantizar la permanencia de los 2.000 trabajadores y posibilitar el uso pleno de los recursos naturales del Ingenio; creando mucho más puestos de trabajo, evitando la precarización y mejorando los salarios y las condiciones de trabajo.
La razón de fondo de nuestra propuesta es que es la única que puede impedir que en Jujuy se siga fortaleciendo el latifundio y el monopolio azucarero o que la empresa favorecida por una licitación haga lo que se hizo con Altos Hornos Zapla donde, por medio de la privatización empezaron despidiendo miles de obreros, vendiendo las tierras y terciarizando actividades internas de la producción. De 4.500 trabajadores hoy quedan 700 y la desocupación y la pobreza hacen estragos en Palpalá.
En Jujuy existe una de las mayores concentraciones latifundistas de la tierra. Entre los tres ingenios poseen un tercio del valor de todas las propiedades rurales existentes y ésta es la causa principal de la pobreza y la desocupación de Jujuy. El predominio del latifundio y el monopolio azucarero también es causa de que Jujuy no tenga diversificación industrial. Por más que en su propaganda Ledesma S.A o el Tabacal digan que son factores de crecimiento y desarrollo y que han traído el progreso para Jujuy o Salta, la realidad de los indicadores sociales de las localidades donde producen dicen lo contrario; tal como lo demuestra, en el caso de Ledesma S.A., el informe realizado por una Consultora por encargo del Municipio de Libertador General San Martín en febrero del 2007. En dicho informe se registra que en el barrio San Francisco el 86,2% de sus vecinos está por debajo de la línea de pobreza, en Patricias Argentinas el 90,5% y en Santa Rosa el 91,7%.
Los obreros de los ingenios crean una enorme cantidad de riqueza, pero las fabulosas ganancias que obtienen estos latifundistas y monopolistas las disfrutan sólo un puñado de accionistas fuera de las provincias o en el extranjero.
No podemos aceptar bajo ningún punto de vista que la única salida es la que proponen el gobierno en acuerdo con los latifundistas y el capital imperialista. Sería aceptar que el cepo estructural que trabó el desarrollo de Jujuy se fortalezca y controle aún con más fuerza el poder político de Jujuy, como lo han hecho desde hace más cien años.
Llamamos a la clase obrera azucarera y al conjunto del pueblo sampedreño y esperanzeño a luchar para evitar el negociado del el Ingenio La Esperanza e impedir que las clases dominantes impongan su salida.