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06 de julio de 2011

El miércoles 29 de junio, mientras las calles de Atenas eran un incendio de indignación popular y de represión antipopular, las principales ciudades de Inglaterra y Gales saludaban el paso de grandes columnas que manifestaban por las mismas razones que el pueblo griego.

Inglaterra: paro general y marchas contra Cameron

Hoy 1376 > Estatales de Gran Bretaña, también contra el ajustazo

Los britanicos se manifestaban especialmente contra la suba de la edad jubilatoria (de 60 a 66 años, y a 68 para los maestros) y el aumento de los aportes que pagan los trabajadores a las cajas de pensión.

Los britanicos se manifestaban especialmente contra la suba de la edad jubilatoria (de 60 a 66 años, y a 68 para los maestros) y el aumento de los aportes que pagan los trabajadores a las cajas de pensión.
Convocados por varios sindicatos opositores a las políticas del gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata de James Cameron que descargan la crisis sobre las espaldas del pueblo, fueron a la huelga más de 700.000 docentes primarios, secundarios y universitarios, judiciales, trabajadores de puertos y aeropuertos, empleados de oficinas de impuestos, y estatales en general. En grandes ciudades como Londres, Manchester, Exeter, Leeds, Newcastle, Birmingham, Liverpool, Edimburgo y Belfast tuvieron lugar marchas y concentraciones bajo consignas como “No a los recortes” y “Salven nuestras pensiones”.
Los trabajadores salieron a la calle incluso por fuera del propatronal sindicato de estatales Unison, que boicoteó la jornada y amenazó vagamente con convocar un paro general recién para setiembre (!) si las negociaciones con el gobierno “no dan resultado”.
Con el pretexto de “ahorrar” 130.000 millones de dólares de gasto público para reducir el enorme déficit de Gran Bretaña -desbordado después de haber insumido miles de millones para rescatar a los bancos al borde de la quiebra-, el gobierno trata de imponer una reforma para bajar el importe de las jubilaciones (que ya no se calcularían en base al último salario sino al promedio de todos los años trabajados).
Los sindicatos manifestaron su oposición a “trabajar más tiempo, cotizar más y ganar menos” para pagar un déficit presupuestario “creado por el sector financiero” y no por los trabajadores.
A fines del año pasado decenas de miles de estudiantes fueron los primeros en salir a la calle contra la suba de las matrículas universitarias. En marzo pasado, 250.000 empleados estatales se concentraron en Londres en protesta contra el congelamiento salarial y el despido de más de 330.000 trabajadores.