Noticias

21 de noviembre de 2012

Otra vez matanza de palestinos y preparativos de invasión israelí a la Franja de Gaza. Repudio mundial y un mapa político regional cambiado.
 

Israel provoca guerra y matanzas en Gaza

Hoy 1446 / Para impedir el reconocimiento del Estado palestino

La gran cárcel a cielo abierto en que la dirigencia fascista israelí ha convertido a la Franja de Gaza fue durante días enteros -desde el miércoles 14- sometida a ataques aéreos y bombardeos con misiles por el ejército de Israel, provocando muchos muertos y heridos. Al cierre de esta edición de hoy, más de 300 bombardeos del ejército israelí en dos días habían destruido la sede del gobierno en Gaza, la Universidad Islámica, un estadio deportivo y edificios de viviendas asesinando a decenas de civiles, entre ellos diez niños. Hospitales y personal médico y de enfermería de Gaza están colapsados.
Como lo hace desde hace seis décadas, el gobierno israelí presenta sus crímenes contra la población palestina de Gaza y de los territorios ocupados como “legítima defensa” frente a la “agresión” de los “terroristas” de la resistencia, mientras obliga a un millón y medio de palestinos de Gaza a sobrevivir a una intensiva operación de limpieza étnica, en un gueto cerrado y bloqueado por tierra, mar y aire, demoliendo sus casas, sus olivos y sus fuentes de agua, y robando sus tierras para construir asentamientos de “colonos”.

 

Preparan la invasión
La campaña de bombardeos y respuestas militares comenzó la semana anterior con un ataque aéreo israelí que mató a un chico de 13 años que estaba jugando al fútbol, lo que desencadenó las primeras represalias palestinas con el lanzamiento de misiles rudimentarios sobre poblaciones del sur de Israel. El miércoles 14, el gobierno israelí rompió dos días de calma al asesinar “selectivamente” con un bombazo a Ahmed Yabari, el jefe del ala militar de la organización Hamas. Allí murieron también otra decena de personas, incluidos varios niños. Los grupos militantes palestinos juraron tomar represalias: Hamas advirtió que Israel “había abierto las puertas del infierno sobre sí mismos”.
Al caer la noche del miércoles cundió pánico generalizado en Gaza ante nuevos bombardeos israelíes. La gente corrió a abastecerse con alimentos. Israel atacó decenas de objetivos, alegando que eran sitios de Hamas para el almacenamiento de misiles y armamento. El bombardeo llamado “quirúrgico” por los israelíes habría estado dirigido centralmente a los arsenales de cohetes de largo alcance -incluyendo el iraní Fajr-5, que llegan hasta unos 40 kilómetros, como los utilizados por la agrupación Hezbollah en 2006 en la guerra entre Israel y el Líbano.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ordenó el jueves 15 la movilización de 30.000 reservistas, cifra que después, ante la respuesta armada de militantes de Hamas y de la Yihad Islámica, fue elevada a 75.000. El estado sionista prepara la invasión lisa y llana, y la ocupación militar de la Franja de Gaza para imponer un gobierno títere.

 

Provocación
Todo hace pensar que la nueva matanza desencadenada por Israel sobre la población palestina de Gaza constituye una brutal provocación; no tanto –como opinan algunos analistas internacionales– como maniobra del fascista primer ministro Benjamin Netanyahu para afianzar sus perspectivas en las elecciones de enero, sino como manotazo de los líderes israelíes para obstaculizar el pedido palestino a las Naciones Unidas para su reconocimiento como estado observador o no-miembro, tema que la ONU trataría el próximo 29 de noviembre.
Por eso un documento del ministro israelí de Asuntos Exteriores, el ultrarreaccionario Avigdor Lieberman, amenaza al presidente de la Autoridad Palestina Abu Mazen (Mahmud Abbas) con promover su derrocamiento si avanza la demanda ante la ONU. “Toda otra opción –afirma esa oficina gubernamental– significaría izar la bandera blanca de rendición… Israel debe hacer pagar un alto precio a Abu Mazen, incluyendo la opción de derrocar a su régimen y desmantelar la Autoridad Palestina”.
La dirigencia israelí –con el respaldo de los imperialistas yanquis y europeos, más allá de las críticas verbales de éstos a las políticas de opresión y genocidio contra el pueblo y la nación palestinos– muestra así desembozadamente que, lejos de reconocer la independencia palestina, se propone reducir a cero los alcances de la “autonomía estatal” de Palestina.

 

El mapa político regional cambió
La última invasión terrestre israelí de Gaza fue la operación “Plomo Fundido” a fines de 2008, cuando las tropas israelíes asesinaron a 1.400 palestinos, entre ellos muchos niños y otros civiles, y destruyeron cientos de hogares. Pero el gobierno israelí, aunque sostenido y armado hasta los dientes durante décadas por Washington, desata fuerzas que podrían volverse contra él mismo.
Primero porque la nueva agresión parece haber cohesionado a buena parte de la resistencia palestina por encima de sus históricas diferencias. A través de Ismail Haniyeh, Hamas es gobierno en Gaza a partir de su amplio triunfo electoral de 2006. Dirigentes del partido rival Al Fatah, condenaron duramente “este nuevo asesinato israelí que tiene como objetivo iniciar una escalada sangrienta”, según dijo el negociador palestino Saeb Erekat. Por otra parte, después de la operación “Plomo Fundido” Hamas y otros grupos palestinos recompusieron sus fuerzas para la resistencia.
Pero además, el mapa político de toda la región del Medio Oriente cambió profundamente tras las revueltas de la “primavera árabe” de principios de 2011. En Egipto, donde la rebelión volteó la larga dictadura del proyanqui Hosni Mubarak, el ahora gobernante partido islámico Libertad y Justicia del presidente Mohamed Mursi declaró que “Israel aún no ha comprendido que Egipto cambió y que el pueblo egipcio, que se rebeló contra la injusticia, no aceptará el ataque a Gaza”. La dirigencia egipcia reclamó “una rápida movilización árabe e internacional para el cese de las masacres contra el asediado pueblo palestino en la franja de Gaza”. El propio presidente egipcio condenó los ataques, llamó al embajador de su país en Israel y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para que detenga las agresiones israelíes, advirtiendo que su gobierno no permanecerá impasible ante las continuas agresiones de Tel Aviv contra la población civil de Gaza.
El gobierno egipcio adoptó también medidas de apoyo, abriendo los pasos fronterizos de Rafah y El Arich con la Franja de Gaza y disponiendo atención médica tras los bombardeos israelíes sobre zonas civiles. Hospitales de esas dos ciudades fueron habilitados de urgencia para recibir a los heridos, dado que los hospitales palestinos escasean en materiales de curación y equipos como consecuencia de años de criminal bloqueo israelí contra el empobrecido territorio.
Mientras tanto, cientos de egipcios habían salido a las calles para exigir a los países árabes y musulmanes que corten relaciones con Israel, reclamando a su propio gobierno y al de Jordania la expulsión del embajador israelí y el cierre de sus legaciones diplomáticas.